En Gladiador 2, Ridley Scott mezcla ficción con realidad en su retrato de una Roma en plena decadencia. Sin embargo, hay un detalle preciso que resalta entre las varias licencias creativas del director, la mala salud del emperador Caracalla, un aspecto históricamente documentado, clave para entender la representación de un líder inestable y sus disputas con su hermano Geta.
"NO ES RARO QUE ESTUVIERAN LOCOS"
La salud de Caracalla en 'Gladiador 2': Uno de los pocos aciertos de Ridley Scott
Ridley Scott sorprende al público de 'Gladiador 2' trayendo a colación la enfermedad de Caracalla, un dato que hasta hoy tiene a los historiadores debatiendo.
'Gladiador 2', Caracalla y la sombra de su enfermedad
La trama de Gladiador 2 se ubica durante el período del reinado compartido entre los hermanos Caracalla y Geta, una relación muy marcada por los conflictos. En el filme de Ridley Scott, a Caracalla se lo muestra como un gobernante delicado de salud y muy volátil, y esto se debe a que su enfermedad afectaba tanto su juicio como sus decisiones políticas.
Ahora, aquel rasgo de este personaje no es totalmente ficción: los historiadores documentaron que el verdadero Caracalla padecía una dolencia grave que lo llevó a buscar curas en cada rincón del Imperio Romano, incluyendo Pérgamo (la actual Turquía) y la Galia (hoy Francia). ¿Cuál era la enfermedad que lo aquejaba? De eso hay miles de teorías pero ninguna comprobada.
Entre las más difundidas, se apunta a que sufría sífilis, una enfermedad que puede provocar desórdenes neurológicos graves. Es más, Ridley Scott aborda esa hipótesis en la película en una escena en la que Geta menciona que la enfermedad de su hermano "comenzó en sus genitales y se extendió hasta su mente", lo cual coincide con los indicios de una sífilis no tratada. Por otro lado, los historiadores aún discuten sobre si esta enfermedad existía en la Antigua Roma, ya que el primer registro de un brote de sífilis no se dio hasta el siglo XV.
Ridley Scott: "No es extraño que estuvieran locos"
Otra hipótesis sobre la inestabilidad de Caracalla apunta al envenenamiento por plomo, y es que por entonces, aquel era un problema muy común en la más altas esferas de Roma debido a que de este material se fabricaban las tuberías y los recipientes que se usaban. Según Ridley Scott, esto habría afectado gravemente a los líderes romanos:
"La gente olvida que toda la aristocracia senatorial de Roma tomaba el agua que pasaba por tuberías y tanques de plomo. Cuando bebes agua, lo haces a través de un sistema de plomo que para entonces podría tener 200 años. No es de extrañar que estén locos. Todos van camino al Alzheimer."
Aunque esta intoxicación afectaba a toda la sociedad, la gravedad de la condición de Caracalla sugiere que padecía algo más, dado que su deterioro mental y físico era mucho más marcado que el de su hermano Geta (a pesar de también haber estado expuesto al plomo). En este aspecto, Gladiador 2 logra equilibrar de forma interesante la ficción con los datos históricos, dejando intrigado al espectador sobre los misterios de la salud de uno de los emperadores más controvertidos de Roma.
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