Elon Musk, el hombre más rico del mundo, podría ser también el más poderoso con el inminente gobierno de Donald Trump. Como asesor o funcionario del republicano en la “Comisión de Eficiencia Gubernamental”, avanzaría en sus ambiciones personales y expandirá y enriquecería sus empresas, más allá del beneficio para la humanidad.
PELIGRO
USA: El ejército de Elon Musk que moldeará el gobierno de Trump
Como posible asesor de Donald Trump, Elon Musk tendrá un poder sin precedentes en su gobierno y podría ubicar a aliados en posiciones claves.
Trump le debe bastante a Elon Musk. Desde la adquisición de X, el magnate convirtió a la red social en un “megáfono” crucial para amplificar el mensaje primero contra los demócratas, y luego pro Trump y anti establishment. El ex presentador de Fox News, Tucker Carlson y una serie de podcasters influyentes fueron más efectivos en sus mensajes en X que los medios de comunicación tradicionales.
Además, el fundador Tesla, donó millones de dólares a la campaña a través del grupo de lobby America PAC. Esto lleva a preguntarnos; ¿Trump servirá a USA o recompensará a Elon Musk? ¿Cuánto poder de decisión tendrá Musk en el segundo gobierno del republicano?
Venganza contra los reguladores
Este lunes (11/11) Financial Times analizó los perfiles de los principales aliados de Musk que compiten por ocupar cargos en el gobierno y que ayudarían al dueño de SpaceX a transformar a USA, ¿en base a sus intereses?
“El papel de Elon Musk en la consecución de la presidencia de Estados Unidos para Donald Trump le ha dado al hombre más rico del mundo una oportunidad única de reformular el gobierno federal colocando a sus acólitos y aliados dentro de la administración entrante”, afirmó FT.
La influencia de Musk ya se evidenció en su participación en la llamada entre Trump y el ucraniano Volodymyr Zelensky.
Tal como contó Urgente24, Elon Musk condicionó el sueño de Marte a una victoria de Trump durante la recta final de la campaña electoral. Hábil, Musk de esta forma, intentaba convencer a la opinión pública que la única forma de garantizar el progreso hacia Marte y la vida multi planetaria era a través del apoyo a Trump y su agenda de desregulación, la que, por cierto, lideraría desde la “Comisión de Eficiencia Gubernamental” que se encargaría de realizar auditorías financieras y de desempeño del gobierno federal.
Así como Trump se vengaría de los jueces azules que lo “persiguieron” durante los últimos dos años, Musk regularía a los reguladores que frustraron o paralizaron algunos de sus proyectos millonarios en busca de acabar con la “vasta burocracia”. Podría reformar estas agencias para limpiarla de obstáculos y facilitar y aumentar sus operaciones.
“Lleva más tiempo realizar los trámites gubernamentales que obtener la licencia de un cohete”, sostiene Musk.
“A diferencia de Waymo, de Google, Tesla no ha conseguido la aprobación para la máxima clasificación de conducción autónoma, lo que supone un gran obstáculo para la promesa de Musk de tener robotaxis en California y Texas el año que viene. También se enfrenta a múltiples investigaciones gubernamentales sobre accidentes provocados por su software de asistencia al conductor”, remarcó FT.
“SpaceX está enfrentándose a varias agencias, buscando una aprobación acelerada para más lanzamientos de cohetes en California y Florida. Musk ha pedido la renuncia del director de la Administración Federal de Aviación, demandó a la Junta Nacional de Relaciones Laborales y acusó a la Comisión Costera de California de atacar a SpaceX por sus opiniones políticas personales. Con la influencia de Trump, sus ataques tendrán más peso”.
“Otro objetivo es la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), que en 2022 revocó un acuerdo de 886 millones de dólares con SpaceX para proporcionar banda ancha rural tras cuestionar sus promesas sobre velocidad, fiabilidad y motivaciones. Los republicanos de la Cámara de Representantes han iniciado una investigación sobre la decisión que insinúa que podría ser revocada una vez que Trump esté en el poder”.
Equipo 2.0
USA de la mano de Musk, estaría a la vanguardia de la Inteligencia Artificial, coches autónomos, cohetes y chips cables y su principal protagonista sería el empresario. Así Musk aseguraría el control de Tesla, X, SpaceX, xAI, Starlink y Neuralink con su equipo como su extensión personal.
En estas agencias gubernamentales ubicaría a aliados eficientes, a personas leales: expertos en ingeniería, patrocinadores financieros y socios ideológicos para transformar profundamente el funcionamiento de USA. Sin embargo, el estilo de gestión disruptivo corporativo (despidos masivos, metas agresivas, resultados inmediatos, cambios abruptos) tendrá dificultades para aplicarse a un estado.
Steve Davis suena como uno de los candidatos fieles de Musk. Presidente de la empresa emergente de tunelaje The Boring Company, propiedad de Musk, Davis ha demostrado su habilidad para recortar personal y ajustar operaciones en X, además de su papel de lobby America Pac de Musk, donde ofreció comentarios detallados sobre los guiones de los encuestadores de Pensilvania.
“Davis , que se lanzó a Twitter tras la turbulenta adquisición por 44.000 millones de dólares en 2022, durmió en la sede del grupo de redes sociales en San Francisco con su esposa y su hijo recién nacido mientras supervisaba un "equipo de transición" que acabó eliminando el 80% de los puestos de trabajo”, apuntó FT.
Otro es Omead Afshar, que se describe a sí mismo como el “bombero” de Musk. “Ayudó a supervisar la construcción de la enorme fábrica de automóviles de Tesla, Giga Texas, y estuvo involucrado en los despidos en X y, más recientemente, en la automotriz, que despidió a 14.000 empleados en abril de este año”.
El diario de finanzas resaltó también como la compra de Twitter luego rebautizada “X” solidificó sus conexiones en las finanzas y en Silicon Valley que ahora compiten por captar su atención.
Los capitalistas de riesgo David Sacks y Jason Calacanis (presentadores del podcast All-In , en el que Musk suele hablar) podrían también poseer un gran papel como Bill Ackman, director del fondo de cobertura estadounidense Pershing Square, que se ha convertido en uno de los corresponsales más frecuentes de Musk en X.
“El círculo íntimo de Musk incluye a Jared Birchall, un financiero que dirige la oficina familiar y que al mismo tiempo ocupa puestos importantes en Boring, xAI y Neuralink. Es un mormón abstemio que trabajó anteriormente para Goldman Sachs y Morgan Stanley y fue fundamental en el acuerdo con Twitter: negoció con la junta directiva, presionó a los accionistas y recaudó fondos. ´’Tiene tanta autoridad como Elon jamás le dará a nadie’, dijo una persona que ha trabajado con ellos”, describió FT.
Musk también le ha pedido a Trump que considere nombrar a dos empleados de SpaceX en el Departamento de Defensa: el exgeneral de la Fuerza Aérea Terrence J. O'Shaughnessy y Tim Hughes, un ejecutivo de asuntos gubernamentales, según el New York Times . Otras personas que podrían estar siendo consideradas para puestos gubernamentales incluyen a Mat Dunn, jefe de asuntos gubernamentales en SpaceX.
En cuanto a los problemas de Tesla, Musk intentará influir en el mosaico de directrices estatales sobre conducción autónoma.
“Entre los buenos candidatos se encontraban Peter Scheutzow, jefe del software de inteligencia artificial y piloto automático de Tesla, y Suraj Nagaraj, quien supervisa las pruebas de seguridad de la empresa”, siguió el diario.
Asimismo, la red de Musk en Silicon Valley está intentando aprovechar sus vínculos para hacerse un hueco en el gobierno de Trump. “Entre los promotores públicos de Musk se encuentra el cofundador de Palantir, Joe Lonsdale, que desempeñó un papel destacado en America Pac y estuvo en comunicación regular con Musk y Trump durante toda la campaña”.
“Los fundadores de empresas tecnológicas apoyados por Musk ya han sido recompensados. Palmer Luckey, cofundador de la empresa emergente de defensa Anduril, dijo durante una entrevista televisiva con Bloomberg el jueves que estaba en contacto con el equipo de transición de Trump, que había sido sondeado sobre candidatos para secretario de Defensa y que ‘respondería al llamado’ si se le pidiera participar en la administración”.
Una fuente anónima a la que accedió FT, una persona cercana a Musk analizó en pocas palabras su decisión de entrar en política:
"Lo más importante que debes entender sobre Elon es que es un tomador de riesgos arriesgado, pero lo hace con pleno conocimiento de los números y las probabilidades. Es una pesadilla trabajar con él... pero es la verdad práctica: el gobierno necesita empleados mejores y más rápidos que supervisen la autonomía, los cohetes y la inteligencia artificial”.
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