No está todo regio en el supuesto ‘país más feliz del mundo’, o sea Suecia, que si bien goza de una inflación irrisoria que de hecho el año pasado fue del 6% —aunque superó la tasa fijada por su Banco central—, enfrenta graves problemas con pandillas de narcotráfico autóctonas que trafican éxtasis, metanfetamina y otros sintéticos, los cuales son distribuidos por soldaditos intra-extra jurisdicción.
NARCOS ESCANDINAVOS
Suecia mete al Ejército para frenar el auge de pandillas
En Suecia no es todo 'color de rosas': hay tiroteos en las calles y explotan casas por guerras entre pandillas narcos, y no es Latinoamérica, lo que llevó al gobierno al anuncio de hoy
Estas mafias enquistadas y sus pandillas representan un ‘dolor de cabeza’ para el gobierno sueco, que ahora padece una situación de seguridad inmensamente caótica, siendo la más grave desde la Segunda Guerra Mundial, según las estadísticas.
A tal punto que el actual premier de centroderecha de Suecia, Ulf Kristersson, declaró este viernes que ha solicitado apoyo ‘táctico’ del Ejército en pos de combatir el crimen organizado y así neutralizar a las pandillas que son co-gobierno en algunas zonas.
También el primer ministro dijo que consideraría cambiar la ley para permitir que las fuerzas armadas brinden aún más asistencia:
El gobierno y la Policía sueca sugieren que estas bandas criminales (con co-participación de inmigrantes) captarían a propósito a niños de vecindarios vulnerables, debido a que al ser menores son inimputables o le caben penas bajas.
A su vez, estos menores muchos han sido padres, fomentando el circuito y la población al margen de la ley.
Todo este panorama pinta que el crimen organizado tiene residencia permanente en Suecia. Un ejemplo de ello son las "zonas liberadas", como en la ciudad sueca de Örebro en donde el tráfico de armas se instaló.
"Si quieren un arma, la pueden conseguir sin problemas. Las drogas es incluso más rápido conseguirlas”, afirma Sabrina Farlblad que trabaja en los servicios sociales de la ciudad.
Los investigadores del crimen organizado local alegan que es fácil conseguir armas ilegales, la mayoría de las cuales proceden de los Balcanes, y que además reclutan menores (como niños de 10 años) incluso para el tráfico de drogas. Es más, las estadísticas indican que en lo que va del año 42 adolescentes de entre 15 y 17 han sido imputados por intento de homicidio.
La presencia de adolescentes en las pandillas suecas es ciertamente indiscutible. Este año, un joven de 20 años fue detenido tras la muerte de un hombre en un tiroteo en la ciudad de Helsingborg, sur del país. En otro caso, dos chicos de 14 años fueron hallados muertos en un bosque por no haber cumplido las tareas encomendadas por el cártel.
Evin Cetin, experta en delincuencia juvenil y abogada, señaló ante medios suecos que conoció jóvenes de 22 años que llevaban más de 10 años en el negocio del narcotráfico: “Hablaban de sí mismos como si fueran ancianos".
"Es la ingenuidad política y la desorientación lo que nos ha traído hasta aquí", afirmó el primer ministro sueco. “Es una política de inmigración irresponsable y un esfuerzo fallido de integración lo que nos ha traído hasta aquí”, expresó también en la conferencia de prensa del jueves y añadió que:
Esta guerra entre las pandillas se evidencia en los titulares de los tabloides y en las noticias matutinas, que siempre reportan muertes en tiroteos a plena luz del día (en barrios de sectores bajos de Estocolmo en donde operan 30 bandas) o en explosiones, que asesinan a transeúntes o vecinos inocentes.
Hace tan sólo días, dos explosiones que estremecieron Estocolmo, una en Hasselby, (un suburbio de la capital) y otra en Linkoping, (a unos 175 kilómetros al suroeste) estarían conectadas con una guerra de pandillas.
Ambas explosiones y los tiroteos callejeros serían un claro mensaje mafioso, que involucran a dos bandos distintos que se disputan el tráfico de drogas y el de armas.
Se trata del cártel 'Foxtrot' liderado por un inmigrante kurdo que ahora se esconde en Turquía, Rawa Majid, y otra liderado por su antiguo mano derecha Ismail Abdo.
Es por ello que ahora Turquía utiliza la justificación de las ‘pandillas enquistadas’ para bloquear la admisión de Suecia a la OTAN, alegando que el país necesita tomar medidas contra los ‘terroristas kurdos’.
Estos actos de terror entre pandillas no son meros casos aislados sino ya una moneda corriente en el país escandinavo desde hace más de una década.
La madrugada del jueves (28/09) una mujer de unos 20 años murió en otra explosión en Uppsala, al oeste de Estocolmo, como daño colateral porque la bomba iba al casa de al lado por un ‘ajuste de cuentas’.
En el 2019, el Escuadrón de bombas de Estocolmo reportó 182 explosiones que se cobraron vidas inocentes en medio de la contienda entre bandas narcos.
“Se pelean por los estupefacientes porque valen mucho dinero”, indica Götblad, una especialista en delincuencia juvenil:
La mayoría de estas bandas narcos tienen de cabecillas a extranjeros. Sumado a los atentados terroristas del extremismo islámico, una parte de la ciudadanía sueca clama al gobierno que la Nación se cierre aún más al flujo migratorio étnica-culturalmente contrario, aunque debe admitir que gran parte de la delincuencia se reclutó localmente.
En Malmö, ciudad sueca con mayoría islámica que sufre a menudo de explosiones/tiroteos entre pandilleros, el imán Basem Mahmoud soltó en su sermón "Suecia es nuestra", al mismo tiempo que llegó a defender el asesinato del profesor francés Samuel Paty (2020) que fue decapitado por un musulmán checheno tras dar clase sobre libertad de expresión.
Es que en los último años, se han conformado "guettos" en algunos suburbios, tras que el país aceptó amablemente a un tendal de refugiados, que no pudieron integrarse al mercado laboral ni a la cultura ni manejan la lengua oficial, codeándose sólo entre pares y expeliendo a la 'otredad' occidental.
Tal como el canal 10 News informó recientemente, Suecia perdió grandes áreas a manos de grupos armados y religiosos descritos como 'milicias islámicas'. El jefe de la policía de Estocolmo, Lars Alversjo, declaró que "hay niveles de violencia como nunca se vieron en el país y en varias zonas de Estocolmo que están quedando fuera de la esfera del Estado".
Según las autoridades suecas, en más de 62 guettos de inmigrantes la ley sueca ha sido reemplazada por una mezcla de ley de pandillas inmigrantes y el código islámico estricto de la Sharia.
De hecho, en sueco hay una palabra que refiere a las "zonas prohibidas para los no musulmanes" que es Utenforskap.
El Servicio de Seguridad Sueco (Säkerhetspolisen) llegó a informar en el 2017 que hay infiltrados "cientos de islámicos que comparten la ideología del Estado Islámico (ISIS)".
Asimismo, la entidad avisó que varios funcionarios públicos solicitan escolta policial para desplazarse a sus oficinas y que "unas 15.042 mujeres suecas han sufrido ataques sexuales durante el último año en zonas de la capital en que las autoridades admiten grandes áreas bajo la aplicación de la sharia islámica".
Ante este escenario político-social y el auge de la violencia 'organizada', los socialdemócratas de la oposición pidieron esta semana al gobierno que reclute al Ejército para vigilancia, logística y proteger los edificios gubernamentales de las pandillas, algo que parece que la actual administración lo tomó en cuenta este viernes.
El primer ministro sueco Kristersson dijo ante los medios que "todo estaba sobre la mesa". “Debemos cazar a las pandillas y debemos derrotarlas. . . Haremos lo que sea necesario para restablecer el orden en Suecia”, añadió.
No es un dato menor que, tal como informó Urgente, la mafia neerlandesa-sueca-marroquí alias "Mocro Mafia" que trafica droga desde África a Europa, tiene como cabecilla y facilitador al hijastro de la alcaldesa de Marbella, y además a su marido.
La "Mocro Mafia" que tomó Suecia y manchó a Marbella
Un entramado de comercio de marihuana, cocaína, hachís, drogas sintéticas y el blanqueo de capitales derivados de esas actividades ilícitas salpicó a la alcaldesa de Marbella, María Ángeles Muñoz. Su hijastro, Joakim Peter Broberg, empresario sueco e hijo del octogenario magnate constructor Lars Gunnar Sunne, ambos inculpados por el delito de prevaricación y malversación de fondos, siendo su hijastro imputado además por narcotráfico y procesado el pasado 29 de septiembre, como primer eslabón local de los chanchullos de la Mocro Mafia.
El procesamiento de Joakim Peter Broberg, a cargo del juez Manuel García Castellón, como líder de la “Mocro Mafia” de Suecia, -mocro hace referencia a participantes marroquíes-, y parte de una red de tráfico de estupefacientes desde Málaga, Andalucía y Costa del Sol hacia territorio sueco, holandés y belga, de la que también había participado activamente su padre, el marido de la alcaldesa –su madrastra- de Marbella.
El sueco Joakim Peter Brober, en términos del juez Manuel García Castellón, “facilita reuniones con personas que desempeñan funciones públicas, o ejerce su influencia sobre determinados funcionarios”.
A su vez, el empresario e hijastro de la alcaldesa posee DNI como ciudadano de Estonia y de Guinea Bissau, varias cuentas bancarias en paraísos fiscales a nombre de terceros, habiendo registros de transacciones a Estados Unidos, de recepción de fondos desde Montenegro y de viajes de negocios a Suiza.
Las oficinas de la empresa constructora familiar, Wasa Consulting, sería el sitio desde donde operó la red de tráfico y lavado de dinero, permitiéndole a Joakim un exitoso blanqueo de 7.300.820 euros, según lo reveló el expediente judicial.
Asimismo, la mano derecha “colaborativa” del hijastro de la alcaldesa de Marbella: un ciudadano egipcio utilizado como testaferro y socio para blanquear 250.000 euros a través de la adquisición de locales para restaurantes en la plaza de Toros, y otras inversiones inmobiliarias donde blanqueraron un millón y medio de euros.
La constructora Golf Valley Administration, perteneciente al empresario sueco Lars Gunnar Sunne, marido de la alcaldesa, registrada a nombre de los hermanos Balmaseda de Ahumada operaba para lavar los activos resultado del narcotráfico.
El expediente apunta a 6 operaciones de prevaricación y malversación de fondos llevadas a cabo por Joakin Peter Brober, de las que la mitad incluyen la participación de su padre, el magnate sueco Lars Gunnar Sunne.
Entre ellas, la compra de una propiedad en Marbella a través de una mercantil panameña –blanqueando 230.000 euros-, contrucción de sociedades ficticias para ejecutar operaciones inmobiliarias, la venta de oro a cambio de capital o ingresos desde entidades bancarias extranjeras -894.000 euros-, adquisición de dos mansiones (3.000.000 euros y 2.009.820 euros) y de tres fincas, según lo informó la agencia de noticias española Diario Sur.
Como parte de un proceso de pesquisa desde la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) con colaboración activa de la policía sueca, la entidad española había "pinchado" los teléfonos de Joakim Peter Brober –hijastro de la alcaldesa- , haciéndole en simultáneo un seguimiento de sus reuniones con clientes, acreedores y socios, además de colocarle un GPS en su Ferrari 458 Italia de color rojo.
En septiembre del 2018, la policía infiltrada vio como tres ciudadanos suecos con un prontuario marginal habían aterrizado en el aeropuerto de El Prat, y se encontraron con el empresario e hijastro de la alcaldesa.
Uno de ellos era Chihab Lamouri, capo narcotraficante de Estocolmo que emplea a soldados adolescentes para el narcomenudeo y al que se le atribuyen más de tres asesinatos, actualmente cumpliendo una condena en Suecia.
“Chihab Lamouri es un conocedor narcotraficante que proviene de un suburbio en Estocolmo, Varby Gard, al que se le atribuye la venta de grandes partidas de droga. Igualmente se le conoce su participación en varios de los graves conflictos violentos que están sucediendo en Estocolmo”, dijo la policía sueca a la agencia española El Diario.
El periodista especializado en crimen organizado, Peter R. de Vries, más famoso de Países Bajos fue tiroteado a plena luz del día en Amsterdam, y fue la Mocro Mafia el autor del crimen.
Un año después, febrero del 2019, Joakim Broberg partió en un ferry desde el puerto de Tarifa – Cádiz- muy próximo a Marruecos, acompañado de Anders Nilsson, delincuente sueco de Costa del Sol e integrante clave de la “Mocro Mafía” de Suecia, y de Ahmed Cinkitas, personaje marginal visto en Barcelona de la mano del líder narco sueco anteriormente mencionado, Chihab Lamouri.
Un efectivo policial y ex escolta de la alcaldesa Muñoz -cuyo nombre es clasificado y que integra el expediente judicial - está implicado en la causa: “Inequívocamente está facilitando información restringida de uso exclusivamente policial a petición de Joakim y a cambio de dinero en efectivo”
Entre más pruebas contundentes, ello más indigna a ciudadanos de Marbella, a pesar de que la alcaldesa se excusa en que se trata de una persecución política hacia su persona.
“Básicamente, tenemos la jodida Andalucía”, dijo su hijastro Joakim -vía telefónica a un confidente- tras las elecciones municipales de 2019 que otorgó victoria al Partido Popular en Estepona, Benahavís (donde su padre y madrastra tienen una mansión de 12 millones de euros), y en la propia Marbella.
Existen dos bandas del grupo mafioso: una liderada por Gwenette Martha, y la otra por Housain y Benaouf, que se escindieron tras robo de 200 kilos de cocaína en Amberes. Ambas facciones de crimen organizado tiñen la península de violencia sicaria y episodios de vendetta en pos de tomar el control del comercio ilegal de drogas.
La Macro Mafia infestó el viejo continente
La organización criminal apodada como la Macro Mafia, se dio a conocer en los medios de comunicación internacionales tras las amenazas a la familia Real de Holanda, más precisamente, la intención de secuestrar a Amalia, quien es hija de Máxima y Guillermo de Orange, y al primer ministro Mark Rutte, según lo reveló la fuerza de seguridad de Holanda.
De hecho, la princesa no vive más en Ámsterdam, y ahora reside en el palacio Huis ten Bosch, y concurre solo a dicha ciudad como estudiante facultativa. Tanto el premiere como Amalia cuentan con guardaespaldas las 24 horas después de que las autoridades policíacas se alertaran de la intención de secuestro o atentado hacia ambos por parte de líderes de la Mocro Mafia.
Esta agrupación delictiva europea-marroquí apodada mediáticamente como Mocro Mafia, Mocro Maffia o Mocro-oorlog, se originó a mediados de los 80 en la zona portuaria neerlandesa de Róterdam, a través de la cual ingresaba hachís y otros estupefacientes provenientes de Marruecos y el norte de África.
Para el 2000, la Macro Mafia tenía contactos con Cárteles sudamericanos de droga y empezaron a comercializar cocaína dentro de Europa, incursionando en el tráfico de armas y la trata de personas, armándose como el principal crimen organizado en continente europeo con predominancia en suburbios, aunque se registra un aumento significativo de la violencia narco en principales ciudades con mensajes mafiosos como cabezas decapitada como narcomensaje, y atentados contra testigos protegidos, letrados y periodistas, a lo “Rosario”, y todo funcionario que no haga “vista gorda” a la entrada de droga por Amberes, Róterdam y Algeciras.
El pasado julio (2022), la policía de Cádiz desmanteló una fabrica de vehículo semisumergibles tipo “drones” dirigidos con control remoto, capaz de atravesar el estrecho con 200 kilos de estupefacientes.
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