A todo esto habló su madre, Adriana Reyes, quien declaró en una entrevista para Daily Mail que su hijo "no era violento". Incluso, se mostró sorprendida por semejante acto de violencia.
La mujer admitió que su hijo era una "persona solitaria que se mantenía solo y que no tenía muchos amigos". Al tiempo rechazó la versión de que ella tuviera una relación tóxica con él.
Afectada por lo ocurrido dijo que rezó por las familias. "Estoy orando por todos esos niños inocentes. Ellos, los niños, no tuvieron parte en esto", aseguró Reyes.
Hasta avanzada las tarde del domingo (25/05), la madre de Salvador, no dijo una palabra sobre que ella consumiera drogas y que su hijo la abandonara para vivir con su abuela, Celia González.
Salvador Ramos, el joven de 18 años que asesinó a 19 niños y 2 maestros en una escuela primaria de Uvalde, en Texas, fue abatido por las autoridades que llegaron a la escena del crimen.
Por su lado, Rolando Reyes, abuelo materno de Salvador, dijo también miércoles (25/05) en una entrevista con ABC News que la familia "no sabía que había comprado legalmente las armas", pero aseguró que era un "nieto tranquilo que la mayoría del tiempo se la pasaba en su habitación".
Lo curioso del caso es que el joven subió a Instagram fotos de las armas y mantuvo un dialogo con una joven quien tomó distancia de lo ocurrido. Comentó que había adquirido dos rifles de asalto AR-15 y dio a entender que cometería una atrocidad con ellos.
El día después
A todo esto, en la tarde del (25/05) Joe Biden, dijo en la Casa Blanca que pronto irá a Texas.
Durante su discurso televisado por las cadenas norteamericanas , después de las muertes, Biden, visiblemente molesto y angustiado, pidió nuevas restricciones a la tenencia de armas de fuego apenas regresó de una gira de cinco días por Asia.
Suplicó tomar medidas para encarar la violencia armada tras años de fracasos, y culpó duramente a los fabricantes de armas y sus partidarios por impedir la aprobación de leyes en el Congreso.
"¿Cuándo en nombre de Dios resistiremos a los cabilderos de la industria de las armas?”, expresó Biden, visiblemente emocionado.
Con la primera dama Jill Biden a su lado, el mandatario (quien perdido dos hijos, no por violencia armada) habló en términos sentidos sobre la angustia de quienes ya no tienen a sus hijos y del dolor que acompañará a los sobrevivientes.
“Perder a un hijo es como tener un pedazo de alma arrancada”, dijo Biden. “Hay un vacío en el pecho y uno siente que se hunde allí dentro y que jamás saldrá de ahí” y pidió a toda la nación rezar por las familias de las víctimas, pero también actuar para que esto no vuelva a ocurrir. "Es hora de convertir este dolor en acción”, manifestó.
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