Según Rai News, dos compañeros discutieron por teléfono porque uno le había dado “like” a una publicación de una chica conocida de ambos. Sin embargo, la situación no se arregló allí, y acordaron reunirse fuera para aclarar la cuestión.
Se vieron las caras en la Piazza Colombo la noche del jueves 15 de agosto, cerca del campo parroquial, colmado de gente por la fiesta de la Madonna delle Grazie. El ofendido (celoso) por la acción de virtual del otro, sacó de repente una navaja automática de su bolsillo. Bastaron 3 puñaladas, una en el abdomen, otra en el costado y otra en la pierna para dejar a su compañero tirado en la calle.
El 118 y la Cruz Roja de Sori llegaron al lugar, para frenar la hemorragia y lo transportaron al hospital San Martin de Génova. Allí, el herido fue sometido a una operación quirúrgica de emergencia que resultó exitosa.
El agresor, intentó escapar a la estación de tren de la localidad, pero los carabinieri de la compañía Santa Margherita Ligure lo localizaron gracias a algunos testigos. Lo trasladaron al cuartel y luego fue confiado a la custodia de sus padres.
Delincuencia juvenil
Los carabinieri continúan investigando el asunto. Si bien no se asoció a estos jóvenes con bandas criminales, la violencia infantil es un tema que preocupa a Italia.
En septiembre del año pasado, la primer ministra italiana, Giorgia Meloni presentó un severo plan para combatir las pandillas infantiles tras las violaciones en Palermo y Caivano, lugares sumidos en el crimen y miseria.
Emitió el Decreto Caivano, “un plan extraordinario de intervenciones infraestructurales o de reurbanización dentro del territorio del mencionado Municipio. Por resolución del Consejo de Ministros, se aprueba el plan de intervenciones contemplado en el primer período y se nombra un Comisario extraordinario encargado de proceder a su ejecución, con la asignación de los recursos pertinentes dentro del límite global de 30 millones”.
Entre las medidas, la incautación de móviles y prohibición de redes sociales para mayores de 14 años, penas de hasta dos años de prisión para padres que no envíen a sus hijos menores a la escuela obligatoria y multas de hasta 1.000 euros para los progenitores de hijos amonestados. Además, como efecto disuasorio, un incremento en las penas para los menores que sean encontrados en posesión de armas o drogas.
En mayo de este año, el gobierno de Meloni reportó disminución de la delincuencia juvenil. El Servicio de Análisis de la Dirección Central de la Policía Criminal, afirmó que descendieron un 11,73 por ciento las denuncias por hurto y 6,11 puntos porcentuales las de extorsión.
Las denuncias por amenazas, peleas y palizas también disminuyeron un 10,89; 16,41; y 16,52 puntos porcentuales, respectivamente, mientras que hubo aumentos en las de robo, lesiones personales y violencia sexual, del 7,69; 1,96 y 8,25 por ciento.
Sin embargo, la Chiesa di Milano, advirtió en junio que “entre los jóvenes aumenta el carácter violento de los delitos cometidos por delincuentes y disminuye la edad en la que se comete el primer delito".
También alertó por el aumento de la incidencia de niños con relaciones conflictivas y violentas en la familia y que “la edad media en el momento del primer delito desciende significativamente, que en más de la mitad de los casos se comete antes de los 15 años”.
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