Hay varios factores, no sólo ciertos alimentos, que pueden afectar negativamente nuestra memoria. Y aunque algunos malos hábitos pueden pasar desapercibidos, es importante saber ¿Qué es malo para el cerebro? ¿Qué es lo que más afecta la memoria? ¿Qué hacer para no perder la memoria? ¿Cómo prevenir demencia y Alzheimer?
¡OJO!
Estas 9 cosas están dañando tu memoria todos los días
¿Qué daña la memoria y cerebro? He aquí los malos hábitos que deberías evitar para disminuir el riesgo de Alzheimer y mala memoria, según expertos.
He aquí los malos hábitos que, según expertos y estudios, podrían estar afectando tu memoria sin que te des cuenta.
1. Mala alimentación
Cada vez es más evidente la relación entre el cerebro, intestino y memoria. Los expertos sugieren que llevar una dieta que no sea equilibrada y que sea rica en alimentos malos para el cerebro, puede acelerar el deterioro cognitivo.
Por el contrario, "estudios existentes apuntan a la idea de que podemos reducir la posibilidad de demencia al evitar los alimentos que comprometen a nuestras bacterias intestinales y debilitan nuestra memoria", dice Uma Naidoo, psiquiatra nutricional de Harvard.
Específicamente, los alimentos malos para la memoria son: azúcares añadidos, alimentos ultraprocesados, comida rápida, grasas trans, demasiada sal, carbohidratos de alta carga glucémica, nitratos (salchichas, por ejemplo).
Mientras, seguir una dieta mediterránea parece ser la mejor opción para el cerebro y la memoria. Esta incluye: verduras de hojas verdes, huevos, aguacate, pescado azul, yogurt, frutos secos, té, carne roja y frutas como los arándanos.
2. Sedentarismo
No hacer actividad física ha demostrado tener serias consecuencias en el cerebro, de hecho algunos estudios han sugerido que el sedentarismo podría acelerar el deterioro de la memoria asociado a la edad y aumentar el riesgo de demencia y Alzheimer.
El sitio especializado 'La mente es maravillosa' apunta: Se plantea que un 13 % de los casos de Alzheimer a nivel mundial podría atribuirse al sedentarismo.
La Organización Mundial de la Salud indica que, la actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
3. Soledad
La soledad también se ha relacionado con mayor riesgo de Alzheimer. Y es que, diversos estudios han encontrado correlaciones entre una mayor soledad y una disminución de la memoria y una función cognitiva más deficiente en general.
La Fundación Pasqual Maragall, dedicada a la investigación científica del Alzheimer, indica:
4. Estrés
El estrés o una salud emocional inestable son factores de riesgo para la pérdida de memoria.
Lo dicen los expertos de Clínica Mayo:
"El estrés, la ansiedad o la depresión pueden causar olvidos, confusión, dificultad para concentrarse y otros problemas que interrumpen las actividades diarias".
5. Tabaquismo
Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Genómica Traslacional de Arizona sobre 70.000 personas determinó que fumar daña el aprendizaje verbal y la memoria de manera significativa, sobre todo en las mujeres (quienes también son más propensas al Alzheimer).
Además, sabemos que fumar también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, hipertensión arterial, enfermedad coronaria, derrame cerebral, úlcera gastrointestinal, y otras enfermedades.
6. No controlar diabetes, hipertensión, colesterol
De acuerdo con expertos, no controlar los factores de riesgo cardiovascular, la diabetes, hipertensión, colesterol o la obesidad, pueden afectar la memoria.
Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Neurology, indica que:
"Las personas con diabetes tipo 2 tienen problemas de regulación del flujo sanguíneo. Nuestros resultados sugieren que la diabetes y el azúcar en la sangre imponen un efecto negativo crónico en las habilidades cognitivas y de toma de decisiones".
7. No retar la mente
Nuestro cerebro es complejo, de ahí que los expertos recomienden que es preciso mantenerse siempre aprendiendo algo diferente, esto para mantener la buena salud mental a medida que las personas envejecen.
Para evitar el Alzheimer, la Fundación Pasqual Maragall dice:
8. No dormir lo suficiente
Además de sentir que no descansamos nada, el deterioro de la memoria es una de las consecuencias de dormir poco.
Investigadores del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) mostraron que reducir a la mitad el tiempo de sueño nocturno (sólo 4 horas) afecta la formación de nuevas memorias al día siguiente.
Por el contrario, dormir bien (de 7 a 8 horas) puede ayudar a recuperar los recuerdos más débiles.
9. Alcoholismo
Innumerables investigaciones han sugerido que el alcohol tiene efectos negativos en el cerebro, por ejemplo, reduce el volumen cerebral. También afecta la memoria.
Esto es lo que advierte la experta de Harvard sobre el alcohol y la memoria:
"Si bien beber puede hacer que se relajen en el momento, lo pagan a la mañana siguiente, cuando se despiertan nerviosos con niebla mental".
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