El ayuno intermitente implica abstenerse total o parcialmente de comida durante un tiempo determinado, antes de volver a comer de forma regular. Los beneficios son numerosos y van desde la prevención de enfermedades, la pérdida de peso, hasta el favorecimiento de la salud mental.
ESTILO DE VIDA
Ayuno intermitente: Estos son los beneficios para la salud
Además de ayudar a perder peso, el ayuno intermitente reduce los factores de riesgo del síndrome metabólico, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Algunos estudios sostienen que el ayuno intermitente ayuda a provocar la pérdida de grasa y, en efecto, a disminuir el riesgo de afecciones relacionadas.
De hecho, sus defensores afirman que un programa de ayuno intermitente es más fácil de mantener que las dietas tradicionales de control calórico.
Hay varios tipos de ayuno, aunque actualmente está de moda el ayuno intermitente que consiste en restringir el consumo de comidas y bebidas durante varias horas.
Algunas variantes son:
- Ayunar durante 16 horas consecutivas y comer en una ventana de 8 horas.
- Lo mismo pero con 14 o 18 horas de ayuno.
- Ayuno de reducción calórica, que consiste en comer 500 a 700 calorías dos días de la semana y seguir la dieta normal los días restantes.
- Ayunar durante 24 horas una o dos veces a la semana. O directamente 48 horas seguidas.
- Alternar días con reducción calórica y días de dieta normal consecutivamente.
Beneficios del ayuno intermitente
El ayuno intermitente no es una invención nueva. Se ha practicado siglos atrás y, más allá de los beneficios para la salud, tiene una connotación religiosa en muchos sitios.
Además, se inspira en el comportamiento de animales, que suelen privarse de alimentos cuando se sienten enfermos o se han lesionado.
Como en otras especies, el ayuno intermitente también es un excelente método para reducir la liberación de sustancias que propician inflamaciones en las personas.
En consecuencia, se disminuyen los factores de riesgo de enfermedades asociadas a procesos inflamatorios como las cardiovasculares (por ejemplo, ACV), diabetes, alzheimer, artritis, cáncer y asma.
Durante este período depurativo, el organismo elimina células dañadas, detritus celulares, microtumoraciones, tejidos enfermos o proteínas alteradas, favoreciendo la salud y el bienestar.
No obstante, más allá de los beneficios a nivel orgánico que ofrece el ayuno intermitente, también es de ganancia para la salud mental y emocional.
Uno de sus más profundos efectos es que ayuda a revelar el tipo de relación que la persona mantiene con la comida, fortalece la autodeterminación y ayuda a desarrollar el uso de la razón al alimentarse.
En épocas en las que la ansiedad y el estrés son la puerta de entrada a numerosas enfermedades, el hábito del ayuno intermitente representa un remedio natural potencialmente preventivo.
Otro de los beneficios es el favorecimiento de la capacidad de atención, ya que aumenta la secreción de orexina, que es el neurotransmisor regulador del estado de alerta en las personas. Naturalmente, si los órganos no están ocupados en digerir alimentos no gastan energía en dicha labor.
Finalmente, aunque el ayuno intermitente es seguro para mucha gente, no es para todos.
Saltarse las comidas puede no ser la mejor manera de controlar el peso en caso de embarazo o lactancia. Lo mismo en caso de cálculos renales, reflujo gastroesofágico, diabetes u otros problemas médicos. Es importante consultar con el médico antes de comenzar con el ayuno intermitente.