Durante los primeros nueve meses del mandato de Javier Milei, el salario mínimo se desplomó un 26,5% en términos reales, según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires. Este deterioro en el poder adquisitivo no es nuevo, pero se intensificó recientemente, acumulando una pérdida cercana al 60% desde 2011, afectando tanto a los trabajadores como a las prestaciones sociales que dependen de este indicador clave.
PANORAMA DELICADO
Salarios mínimo y un deterioro del 26,5% que Milei no puede ignorar
Durante los primeros nueve meses del mandato de Javier Milei, el salario mínimo se desplomó un 26,5% en términos reales.
La caída del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) fue persistente en la última década, pero la aceleración de la inflación y las sucesivas devaluaciones que comenzaron con la llegada de Milei a la Casa Rosada agravaron la situación.
En enero de 2024, el salario mínimo ya se había reducido un 17% respecto de su valor en noviembre del año anterior. Durante los meses de febrero a mayo, si bien hubo ajustes nominales, estos solo lograron acompañar la inflación, lo que evitó mayores caídas.
Salario: Un ajuste insuficiente ante la inflación
El ajuste realizado en agosto llevó al salario mínimo de $254.232 a $262.433, lo que representó un incremento de apenas un 3,2%. Este aumento resultó insuficiente frente a la inflación del 4,2% registrada en ese mes, según los datos oficiales del INDEC. La tendencia decreciente del salario mínimo no es nueva, pero la combinación de aumentos nominales por debajo de la inflación y las sucesivas devaluaciones lo dejaron en uno de los niveles más bajos de la historia reciente.
De hecho, según el informe del IIEP, el valor actual del SMVM es uno de los más bajos desde la crisis de 2002/2003, y sufrió una erosión del 59% respecto a su máximo histórico, alcanzado en septiembre de 2011.
El deterioro del empleo
El deterioro del salario no fue el único factor crítico en los primeros meses del gobierno de Milei. La dinámica del empleo también mostró un fuerte deterioro. Mientras que durante el mandato del Frente de Todos la tasa de desempleo se mantuvo baja, aunque en un contexto de aumento del número de trabajadores pobres, desde diciembre de 2023 se observó una preocupante pérdida de empleos formales.
Entre noviembre de 2023 y junio de 2024, se perdieron 182.500 puestos de trabajo asalariado, según datos de la Secretaría de Trabajo. Si se considera el último pico de empleo alcanzado en agosto de 2023, la contracción asciende a 204.100 empleos, afectando tanto al sector privado como al público y al trabajo en casas particulares.
Este panorama de destrucción de empleo se da en un contexto de crisis macroeconómica, donde la falta de medidas efectivas para combatir la inflación y la devaluación agravaron la situación de las familias trabajadoras.
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