Esso y Shell hace tiempo que optaron por no incrementar su actividad en la Argentina. Aqui no son productores sino expendedores de combustibles y hay muchas dudas de que puedan continuar compitiendo con quienes tienen la integración vertical de la actividad (el caso de Repsol y Petrobras). El ministro de la Producción, Aníbal Fernández (¿no es llamativo que haya aparecido en los tres últimos programas consecutivos de las hermanas Alonso Piñeyro por P&E, Pros y Contras?), debería promover que las ventajas que éstas en la cadena de producción, ayudara a estabilizar los precios sin efectos traumáticos para nadie.
De todos modos, es correcto que el Estado intervenga en un momento coyuntural y especulativo del mercado internacional. Quienes entienden lo contrario -o sea que el Estado debería dejar flotar libremente el precio- es porque o tienen intereses creados en favor de las petroleras o son imbéciles: desde el 11 de septiembre de 2001 y liderada por USA hay una firme corriente intervencionista del Estado en la economía global.
Fernández dijo que "es imposible" que el Estado intervenga para evitar el aumento, por cuanto esos valores están "desregulados" desde el año 1994, aunque señaló que sí intentará "morigerar" esos incrementos... que es más o menos lo mismo. ¿Qué le pasa a Fernández? ¿Qué le hacen en P&E?
En esta oportunidad, se trata de convenios entre los privados, con el aval del Estado, que regirán por 3 meses pero antes de que el acuerdo entre en vigencia, Repsol ajustará una vez más el precio de sus combustibles. Repsol-YPF, la Nº 1 del mercado, ya que despacha aproximadamente uno de cada dos litros que se venden en el país, aún no ajustó sus precios como sí lo hicieron Esso, Shell y Petrobras.
Lamentablemente no habrá rebaja (ni suba) de impuestos. Sí es necesario que las provincias productoras acepten cobrar las regalías a los precios efectivamente pagados y no a los vigentes en el mercado internacional.
Las productoras (Repsol-YPF, Pecom/Petrobras, etc.) les venderán a las refinadoras (Shell, Esso, etc.) el petróleo a un precio tope de US$ 28,50 por barril, evitando el impacto de un posible estallido del precio del fluido, que ya está en una escalada impulsada por la inminente guerra en Irak y por la larga huelga de los petroleros en Venezuela.
Para compensar a los productores, que podrían vender el petróleo por debajo del precio de mercado, los refinadores se comprometen a comprar el mismo producto a un precio superior al del mercado hasta encontrar un punto de equilibrio.
El acuerdo será revisado si el dólar supera los $ 3,65, y si el petróleo WTI (el que se usa para fijar el precio del producido en la Argentina) supera los US$ 35 por barril durante 10 días hábiles seguidos, o si cae por debajo de los US$ 22.
Los ejecutivos de las petroleras (Alejandro Blugheroni, de PanAmerican, estuvo ausente y según Clarín fue visto en Punta del Este comprando reposeras para su casa de playa, junto a su mujer Betina Guardia), dijeron: "El acuerdo está cerrado, pero no firmado. Esperemos que pase el Año Nuevo y llegue el momento de poner las cosas en el papel. Ahí veremos si todo sigue como se discutió".
En un contexto en el cual las exportaciones de petróleo, subproductos derivados, gas en todas sus formas (natural y GLP) y energía eléctrica pueden ascender durante el 2003 a US$ 4.700 millones, las productoras de hidrocarburos se benefician con el aumento de los precios internacionales.
Sin embargo se lamentan de que ese nivel de exportaciones energéticas apenas alcanzaría un nivel similar al obtenido durante 2000, cuando el crudo del tipo WTI cotizó a un valor promedio de US$ 30,50 el barril... con US$ 1 = $ 1, que permitía el traslado directo al precio local de las oscilaciones en el mercado mundial.
Hay que recordar que cuanto más se encarecen los combustibles, la demanda acusa una creciente rigidez que es el caso de la oferta de naftas Premium que cayó 50% en el caso de EG3, 37,2% en Shell, 31% en Esso y 19,5% en Repsol YPF.
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Lógico acuerdo de precios de naftas (¿y cuándo se irán Esso y Shell?)
Repsol y Petrobras les tendieron una mano a Shell y Esso en un acuerdo entre privados pero con aval del Estado que permitirá una tregua al coyuntural y especulativo incremento del precio del crudo en el mercado internacional. Queda la duda de si Shell y Esso podrán continuar en estas condiciones en el mercado argentino. Por cierto que a los argentinos no parece convenirles...
31 de diciembre de 2002 - 11:35