CÓRDOBA. Juntos por el Cambio parece haber elegido a Córdoba como el escenario para definir posturas de cara a las elecciones legislativas de noviembre y los principales referentes ya dan señales de querer “bajar” al campo de juego para exponerse. Cabe recordar que la interna cordobesa de Juntos por el Cambio se proyecta a las Paso con dos listas principales conformadas por Mario Negri y Gustavo Santos, y por Luis Juez y Rodrigo De Loredo, respectivamente.
JXC
Juntos por el Cambio tiene el volante en Córdoba
Juntos por el Cambio parece tener la "meca" en Córdoba para las elecciones 2021 y todos los interesados miran de reojo la interna en la provincia.
La primera lista, conformada por el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados, Mario Negri, y el ex secretario de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, es de algún modo la lista “oficial”, ya que reúne la anuencia de buena parte de la cúpula dirigencial de la coalición, con nombres muy pesados. A Mario Negri y a Gustavo Santos los apoyan Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Élisa Carrió, María Eugenía Vidal, el radicalismo oficial de Córdoba y muchos otros.
Esta lista sería la apuesta del ex presidente para la provincia, a pesar de que tiempo atrás tuvo cruces con el propio Mario Negri. La necesidad de regenerar el vínculo con Córdoba de cara al 2023 es un factor estratégico para Macri, que solo podrá lograr con excusas suficientes para llegar a la provincia donde su figura perdió terreno.
La segunda lista de Juntos por el Cambio en Córdoba es la impulsada por el ex intendente y actual diputado, y el concejal radical que supo enfrentar a Mario Negri en la interna del radicalismo cordobés del verano pasado. Tanto Juez como De Loredo son los daños colaterales del acuerdo oficial del cual se terminaron cayendo.
Pero para ambos el juego no se terminó en la presentación de las listas, ya que con el apoyo principal de Patricia Bullrich y Martín Lousteau, consiguieron conformar una “lista blue” para discutirle el liderazgo a la lista de Macri en la provincia. De esta forma, la fragmentación derivada de la indefinición y la no unidad dio a luz la nueva propuesta llamada “Cambiando Juntos”.
Es evidente que existen diferencias dentro de la propia cúpula nacional, y está particularmente traccionada por los dirigentes del PRO y la UCR. El hecho de que Macri y Bullrich apoyen a dos propuestas distintas no es un dato menor a la hora de tener en cuenta el estado de situación en la mesa amarilla, como así también la grieta que hay entre el propio Mario Negri y Rodrigo De Loredo.
Algunos integrantes de Juntos por el Cambio alegan un ejercicio “sano” sobre la interna que se lleva adelante. Pero a la hora de bajar al terreno, se develan tensiones no deseadas.
Para Mauricio Macri, el apoyo a la lista de Mario Negri y Gustavo Santos es explícito. En las últimas horas, el ex mandatario hizo declaraciones radiales donde brindó soporte total al binomio Negri-Santos.
“Estoy seguro que ellos dos forman un excelente equipo para trabajar por Córdoba y por eso tienen toda mi confianza y apoyo para esta elección”, dijo Macri al respecto a Cadena 3. Por el momento, se abstuvo de visitar la provincia, aunque tendría planeado hacerlo en caso de ser necesario y de que el contexto se lo permita.
Por el lado de Patricia Bullrich, por el momento fueron mandados Martín Lousteau y Martín Tetaz como señal de apoyo. Una bajada de la ex ministra de Seguridad de la Nación a la arena no sería más que una señal concreta de quiebre.
La realidad marca que todos ponen una ficha en Córdoba como no lo hacen en otros distritos. Las proyecciones del 2023 se juegan, evidentemente, en las elecciones 2021.
Por el momento, las posturas son conservadoras, aunque es tan solo cuestión de tiempo para que alguno de un paso adelante en la disputa del control para que se desate la compulsa hasta ahora contenida. Todo ello en un contexto favorable (al menos a nivel provincial) para Juntos por el Cambio en Córdoba, donde las encuestas auguran una victoria de la lista que se presente en noviembre.
El bastón de mando parece jugarse, por el momento, en la meca opositora predilecta. Y todos quieren participar.