Un mensaje epistolar llegó a destino tras más de 100 años de haber sido escrito. La carta había sido enviada en 1916, pero el correo recién la dejó en la dirección prevista en 2021, en Hamlet Road, al sur de Londres, dentro del buzón de un departamento de Crystal Palace, sitio donde residía un director de teatro, Finlay Glen, un joven de 27 años.
DE 1916
La carta que llegó un siglo después: Todos muertos
Un director londinense de 27 años, recibió en su domicilio una carta con una estampilla del Rey Jorge V, la cual había sido escrita y enviada allí hace más de 100 años, pero llego tras un siglo.
“Nos dimos cuenta de que el año era '16. Así que pensamos que era 2016”, dijo Finlay Glen a CNN (13/02/23), quien notó que era añejo cuando observaron que la estampilla de la carta tenía la imagen de un rey, y no de Isabel, sino de Jorge V, su padre.
No es un dato menor que la epístola en cuestión, además, tuviera sellos de Bath y Sydenham, ciudades del suroeste de Inglaterra.
En tanto, el director londinense pasó por alto esta misteriosa carta durante al menos dos años, hasta que hace poco acudió a una sociedad histórica local, la cual cotejó su antigüedad y procedencia. A su vez, Glen decidió abrir la carta pese a que ello está penado por ley, es decir, la lectura de correspondencias ajenas bajo la Ley de Servicios Postales del 2000.
Una vez abierta y leído su contenido, Glen se la entregó a Norwood Review, una revista local de tirada trimestral, con el propósito de que la publicaran por su interés histórico. El editor de la revista, Stephen Oxford, declaró que “como historiador local”, se sorprendió y se sintió afortunado de conseguirla.
La carta estaba dirigida a Katie Marsh, casada con el magnate vendedor de sellos Oswald Marsh, y había sido enviada por su amiga Christabel Mennell, la hija del comerciante Henry Tuke Mennel, desde su estadía en Bath, condado de Somerset, a 156 kilómetros de Londres, según la investigación de Stephen Oxford.
"Mi querida Katie, ¿me prestarías tu ayuda? Me siento bastante avergonzada de mí mismo después de decir lo que hice en el círculo (…) He sido muy miserable aquí con un resfriado muy fuerte”, dice la carta con una caligrafía que dificulta su entendimiento.
Ante ello, la actual empresa de servicio postal de Reino Unido, Royal Mail, afirmó que es "incierto qué sucedió en este caso".No obstante, el historiador Oxford estima que esta carta se pudo haber perdido en la oficina de clasificación de Sydenham, que ya cerró, y recientemente estuvo siendo remodelada: “En ese proceso debieron encontrar esta carta escondida en algún lugar, quizás caída detrás de algún mueble”, sostuvo.
“Oswald Marsh está registrado en 1901 viviendo en Crystal Palace como inquilino y comerciante de sellos. Entonces tenía 20 años y sospecho que estaba siendo financiado por su padre, que era un arquitecto bastante rico que vivía en Irlanda del Norte. Eran una familia cuáquera”, dijo Oxford en relación al marido de Katie, a quien estaba dirigida la carta.
Marsh terminó convirtiéndose en un comerciante de sellos de gran prestigio, y a menudo era llamado como testigo en casos de fraudes de sellos. Más tarde, se mudaría a una casa victoriana con establos, así lo refirió el historiador.
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