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Rituales de Año Nuevo: 12 uvas, barrer hacia afuera y más

Existen muchos rituales para celebrar el Año Nuevo y aquí te contamos los más populares en la Argentina y en el mundo.

Un ritual del Año Nuevo que se ha popularizado en la Argentina es comer 12 uvas para tener buena suerte. Pero, ¿qué significa y de dónde viene esta tradición?

El mito indica que las 12 uvas se consumen durante las campanadas que anuncian la entrada del Año Nuevo. Además simbolizan los 12 meses del año en los que determinada persona puede pedir un deseo a cumplir.

Las mismas deben comerse antes de las 00.00, en un lapso de 60 segundos. Si bien puede resultar difícil comer 12 uvas en un sólo minuto, si se logra hacer, existe la creencia de que la persona tendrá buena suerte todo el año.

Según las versiones más extendidas, la tradición de comer 12 uvas para Año Nuevo no es latinoamericana sino que nació en Europa, específicamente en España.

Ésta marca que cada persona debe consumir una uva por cada campanada que escuche hasta cumplirse las 12 y después sumarse a las felicitaciones y abrazos para desear salud en el año venidero.

De acuerdo a esta versión, la ingesta de uvas para Año Nuevo habría iniciado en 1909 cuando los productores de uvas en España buscaron vender el excedente de su cosecha y crearon este ritual, según National Geographic.

En la actualidad éste se suma a otros rituales que se han puesto en práctica para atraer la abundancia, el amor y el dinero.

De acuerdo con la tradición cada uva simboliza un mes del año y por tanto un deseo para cumplirse en ese periodo. Además, esta fruta se asocia a la buena suerte y la abundancia.

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Por qué se comen 12 uvas en Año Nuevo

Según el libro "España", del periodista estadounidense Jeff Koehler, existen dos teorías sobre los orígenes de esta antigua costumbre.

La primera se remonta a la década de 1880. Según diarios de la época, la clase burguesa española, imitando a la francesa, comenzó a celebrar Nochevieja comiendo uvas y tomando vino espumante.

"Poco tiempo después, esta costumbre fue adoptada por ciertos madrileños que iban a la Puerta del Sol para oír las campanas de la medianoche y, muy probablemente con ironía o como burla, comer uvas al igual que la clase alta", escribe Koehler en un artículo para la radio estadounidense NPR.

La segunda teoría, como mencionamos anteriormente, sitúa los orígenes unas décadas después, en 1909. Ese año los productores de Alicante, en el sureste de España, tuvieron una cosecha excedente de uvas blancas de la variedad típica del lugar, llamadas Aledo.

Al bajo precio del producto se sumó la forma creativa de venderlo. No en vano hasta hoy en día son conocidas como las uvas "de la buena suerte".

Si bien en España uno puede encontrar 12 uvas Aledo envasadas especialmente para la ocasión, en algunos lugares de América Latina, como no es temporada de alta de esta fruta, la costumbre derivó a comer pasas de uva.

Quema de muñecos en Año Nuevo

Otra de las tradiciones en Latinoamérica, y también se ha popularizado en la Argentina, es armar un gran muñeco con materiales inflamables y prenderle fuego en la calle.

Varios países de la región como Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela realizan esta tradición en fin de año, motivo por el cual algunos llaman al muñeco como "Año Viejo" o directamente "El Viejo".

En general, la idea es juntarse con familiares, vecinos y amigos para crear muñecos que representen acontecimientos o personajes negativos del año que se termina y luego quemarlos para ponerles fin y dejarlos atrás.

Así como esta tradición tiene múltiples variantes, también posee diferentes orígenes. Uno de los más interesantes, no obstante, es el de Ecuador, donde este evento es cada vez más un atractivo turístico.

Si bien la quema del muñeco hoy en día está vinculada a la creatividad y el sentido del humor, surgió en 1895 en la ciudad de Guayaquil en un contexto muy distinto.

"Datos históricos señalan que en aquella época, la población de Guayaquil se vio amenazada por un brote de fiebre amarilla por lo que, como medida de protección sanitaria, se recomendó confeccionar ramadas y monigotes de paja con los vestidos de los parientes que habían fallecido", informa el Ministerio de Turismo de Ecuador en su sitio web.

"Estos eran colocados en la vía pública el último día del año y a las cero horas se quemaban", agrega.

Saltar 7 olas

Una tradición muy popular en el Caribe, pero sobre todo en Brasil, es ir hasta el mar a la medianoche y saltar siete olas pidiendo siete deseos.

El mar ha estado asociado con la purificación en múltiples culturas a lo largo de la historia. No obstante, en este caso en particular la tradición se remonta a las culturas de raíces africanas.

El siete es un número espiritual en el umbandismo y se vincula con la diosa del mar Yemanjá, quien según esta tradición de Año Nuevo, da fuerzas para superar las dificultades.

También por vinculaciones a Yemanjá, los saltos no pueden darse de espaldas al mar porque entonces el año entrante traerá mala suerte con el dinero.

Incluso la costumbre de vestirse de blanco en lo que los brasileños llaman "Reveillon" proviene del umbandismo.

El diario brasileño Folha de Sao Paulo explica: "En los años 60 Río de Janeiro dictaba la moda (en Brasil) y los laicos copiaron (estas costumbres) a los umbandistas, que realizaban sus rituales discretamente en las playas".

Vestirse de blanco

Vestirse de blanco de los pies a la cabeza es una de las principales tradiciones en las fiestas de fin de año. En este caso, el banco es un tono acromático, que posee una luz compuesta por la suma de todos los colores. Por ello, usarlo permite a las personas atraer la luz y absorber buenas energías.

Además, este color simboliza pureza, nacimiento y alegría, y suele ser uno de los más elegidos en esta fecha importante porque ‘como una hoja en blanco’ permite dar la bienvenida a un nuevo año con la esperanza de comenzar de nuevo, hacer una revisión de lo vivido y mejorar en muchos aspectos de la vida.

Barrer hacia afuera

Otro de los rituales comunes de esta época festiva es barrer las malas energías. Tal es así que, muchas personas creen al día de hoy que hacer una limpieza en casa y tirar lo que ya no sirve ayuda a que las buenas energías se multipliquen en el año que comienza.

En este caso, muchas de las personas que practican esta tradición consideran que barrer es el mejor ritual para alejar las malas energías del hogar y eliminar toda la negatividad acumulada durante el año.

La leyenda indica que a la hora de realizar esta práctica lo importante es barrer desde adentro del hogar hacia afuera, así se alejará la negatividad y mala suerte.

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FUENTE: Urgente24

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