La plataforma Netflix continúa apostando por las series de época románticas, con una nueva producción que emerge de las tierras alemanas: Se trata de La Emperatriz, un nuevo contenido que relata la vida de Isabel de Baviera, mejor conocida como Sissi. Sin duda el tanque de la N roja no escatimó en detalles en pos de recrear la Viena imperial de mediados del siglo XIX.
Netflix y su obsesión con las familias reales: Se asoma el estreno de La Emperatriz, una serie que ilustra la vida de Isabel "Sissi" de Baviera
Las nuevas imágenes de la serie que se estrenará el 29 de septiembre, apuntan a concebir una especie de The Crown, pero alemán. Es sabido que las producciones germanas no suelen decepcionar a nivel técnico-narrativo (está de sobra mencionar hits como Dark, como si aclararlo fuera necesario) por lo que tendremos una fiel alternativa para expandir la curiosidad sobre otra familia real, en este caso los Wittelsbach, y más concretamente sobre el periodo de Isabel de Baviera.
Si bien el personaje de la Emperatriz austrohúngara ya tiene una condición pseudo-mitológica (la sublime interpretación de Romy Schneider como Sissi en múltiples películas tuvo algo que ver) esta nueva producción que rescata del olvido la tan particular vida de Sissi, que no estuvo lejos de la controversia. Su estrafalaria personalidad exaltada por una belleza incomparable, siempre la mantenían en el centro de las conversaciones de la Corte de Habsburgo.
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Sissi, una pionera influencer fitness
Mucho antes que el clan Kardashian, una de las primeras pioneras tanto del fitness como del skincare fue la Emperatriz Sissi. La crianza de Isabel de Baviera se desarrolló alejada de la naturaleza ritualística y protocolar de la Corte de Habsburgo, ya que ella y sus siete hermanos fueron educados por institutrices particulares.
Además de estar dotada con un excelso aspecto físico (fue la royal más retratada y fotografiada) sentía gran aprecio por los animales: amaba tanto a los perros como a las aves exóticas y a los papagallos, pero su adoración absoluta recaía en los caballos: Fanática de la equitación, llegó a participar en muchos torneos para desplegar sus dotes como amazona, e incluso llegó a tener su propia pista circense en los jardines de su palacio en Corfú.
Otra cosa con la que estaba a la vanguardia en materia de cuidados corporales fue en la utilización de mascarillas faciales para mantener el aspecto de la piel, junto con el desarrollo de hábitos de ejercicio. Todas las mañanas salía con su caballo o a hacer senderismo para mantener el cuidado del cuerpo, e incluso había instalado en la habitación unas anillas para hacer gimnasia sin ser vista. Lo mismo con la alimentación: Sissi tenía una dieta centrada en el consumo de carnes blancas, mayoritariamente pescado, junto con vegetales hervidos o al vapor.
Por supuesto que tuvo excentricidades que rozan lo cleopatrezco (como lavarse el pelo con coñac, dedicar dos horas a diario para arreglarse un cabello larguísimo, beber cinco claras de huevo o bañarse en leche de cabra) pero al margen de estas extravagancias puntuales, es claro que la personalidad de Sissi fue definida como la de una rebelde, como una mujer con un apasionado interés por la cultura y las artes, una emperatriz muy adelantada para la época que le tocó vivir.
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