Corre el tic tac para el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, quien lejos de calmar las aguas a los actuales conflictos y guerras en curso, echaría más leña al fuego del panorama global, dado su afán expansionista de fronteras. Aunque, aún está por verse que hará con Rusia y China, los históricos archienemigos de Washington, que también albergan ojivas nucleares.
AIRES DE ESCALADA
Washington cunde en pánico: Trump al ras de una guerra nuclear mundial
La Guerra Fría ha vuelto, creciendo el temor por una escalada nuclear que involucre a Estados Unidos, China y Rusia. Pese al regreso de Trump al poder, con su afán expansionista, el mundo está en peligro de volar por los aires.
Por estos días, a poco de su regreso al poder, aquellos tratados de desarme nuclear de la Guerra Fría han colapsado, e incluso, Estados Unidos y otras potencias signatarias están fortaleciendo su arsenal atómico, como para obtener ventajas en el campo de batalla ante un hipotético escenario mundial de guerra.
Ya el año pasado, Rusia se retiró del tratado de desarme nuclear New Start III, el que había firmado con Washington, que limita el despliegue de armas nucleares interconentales. Desde allí, tanto el frente ruso como el ucraniano (respaldado por USA y la OTAN), están usando armas con capacidad nuclear, mostrando así que ambos están dispuestos a jalar el dedo en el gatillo.
El pacto antes mencionado, el Start, que limita el número de ojivas desplegadas —y a los misiles y bombarderos que las llevan—, expira a principios del 2026, lo que sin dudas genera una nebulosa de terror en la Casa Blanca, que prevé un escenario de escalada nuclear y está dispuesta a usar su arsenal si el enemigo los acecha.
Tríada nuclear puede hacer explotar todo: 2da guerra fría
Según el diario Wall Street Journal, varios altos funcionarios de la Casa Blanca aseguran que ahora mismo Estados Unidos se prepara, con cuchillo entre dientes, para expandir su fuerza nuclear en pos de disuadir las latentes amenazas de Rusia y China.
Washington planea redoblar aún más su capacidad nuclear frente a Pekín, que en el 2035 triplicaría su arsenal nuclear, según las recientes proyecciones.
Las últimas estimaciones sugieren que China tiene unos 600 misiles balísticos intercontinentales en su arsenal nuclear, todos los cuales pueden alcanzar el territorio continental de Estados Unidos, según una evaluación del Pentágono sobre el ejército chino publicada en diciembre.
Pero, Estados Unidos claramente no sólo teme al poderío nuclear de China, sino también al de Rusia, ambos aliados comerciales.
Es que Rusia posee por estos días alrededor de 4.380 ojivas nucleares operativas, según la Federación de Científicos Estadounidenses, pero sólo 1.700 estarían listas para su uso. Mientras que, Estados Unidos, mantiene operativas 5.113 ojivas.
"Moscú ha insinuado que podría utilizar armas nucleares en Ucrania y en noviembre introdujo una doctrina que amplía y explicita los motivos para su posible uso. Las potencias occidentales temen que Rusia decida utilizar armas tácticas en el conflicto si se encuentra a la defensiva", afirma el Wall Street Journal.
En este contexto indiscutidamente lejano a un desarme nuclear, el presidente electo Donald Trump retoma el poder desde Estados Unidos, para mediar en las actuales reyertas y para expandir el liderazgo de Washington, pero también echa más gasolina a las rispideces, sin darse cuenta.
A pocas semanas de su regreso al Despacho Oval ha exigido a viva voz que el resto de los aliados europeos destinen el 5% de su PBI en defensa, mientras a la vez ha amenazado con desfinanciar en armas al frente de Ucrania, claramente si no cumplen a rajatabla con el porcentaje pactado.
Asimismo, el republicano, un aliado ideológico del presidente Vladimir Putin y quien prometió en campaña no "más guerras", ha encendido todas alarmas de Moscú porque afirma que quiere comprar Groenlandia, la isla danesa situada en el Ártico, un área de influencia de Rusia.
Hace algunos días, Trump expuso su extravagante intención de expandir las fronteras de Estados Unidos. El mandatario electo dijo que planeaba adquirir la isla de Groenlandia, así como Canadá, que sería el “estado 51", y que evaluaba apropiarse del Canal de Panamá, todo ello incluso a través de la fuerza militar.
Tras los polémicos dichos, Rusia salió a ponerle los puntos a Trump y le recordó sus intereses sobre el Ártico
Como reveló Urgente24, el interés de Estados Unidos y de Rusia claramente radica en que esta zona es un gran reservorio costero de gas y petróleo, además de poseer vastas riquezas minerales, así como tener un valor militar estratégico.
Washington tiene allí su principal base militar de seguimientos de misiles. Además, con el cambio climático que derriten los hielos, emergen varios recursos naturales que pueden ser explotados.
El derretimiento de sus casquetes, dado el calentamiento global, ha abierto rutas comerciales para los puertos rusos, los que usualmente necesitaban para el paso de los barcos.
No es un dato menor que el Ártico ha estado en mente de Rusia, ya que es el camino más corto hacia Estados Unidos, frente a un posible asedio militar a sus costas.
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