USA: Margaret Atwood y otras escritoras prohibidas en Utah

La medida generó un intenso debate porque es la primera vez que un estado prohíbe una lista de libros a nivel estatal (en las próximas semanas más libros serán proscritos). Las autoridades locales argumentaron que quieren proteger a los niños “de los efectos nocivos de la pornografía ilícita por encima de otras consideraciones".

Algunas organizaciones denunciaron la “censura” y que la disposición estatal atenta contra la libertad de expresión. Otros sostuvieron que es una jugada del republicanismo y conservadurismo para frenar la infiltración del contenido ”woke” en las escuelas y alejar a los niños y adolescentes de temas que consideran controversiales, como las minorías sexuales LGBT o de identidad racial.

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La saga fantástica de Acotar ("A Court of Thorns and Roses"), de Sarah J. Maas también proscripta en Utah.

Aunque el contenido de los libros tienen inclinaciones feministas, varias voces negaron que fueran woke, defendieron su valor literario y artístico y lo vieron como un acto de intolerancia a la diversidad.

Los libros censurados: la saga de fantasía Acotar ("A Court of Thorns and Roses"), de Sarah J. Maas, "Oryx y Crake" de Margaret Atwood, " Leche y Miel" de Rupi Kaur, " Siempre" de Judy Blume y “De qué están hechas las niñas” de Elana K. Arnold y “Tilt” de Ellen Hopkins, “Fallout” de Ellen Hopkins y “Mantas” de Craig Thompson.

Atwood es una de las autoras feministas anti wokes más relevantes, conocida por el “El cuento de la criada”. De hecho escribió un ensayo titulado: "¿Soy una mal feminista?"; Judy Blume aborda en sus obras temas relacionados con la sexualidad y la adolescencia y los de Kaur hablan sobre la identidad femenina y empoderamiento.

Oposición a la censura

PEN America, una organización de libertad de expresión, repudió la ley y aseguró que las directrices son “vagas” y que, si bien no llegan a “pedir que se quemen libros, el efecto es el mismo: una señal de que algunos libros son demasiado peligrosos”.

Let Utah Read, una coalición de organizaciones, bibliotecarios, profesores y padres, entre otros, inició un petición para que se detenga la purga de libros en el estado.

“A diferencia de algunos legisladores que buscan sacar provecho político y utilizar cuestiones de guerra cultural nacional para dividirnos, los habitantes de Utah comprenden que grandes autores estadounidenses como Judy Blume, Sherman Alexie y Toni Morrison no son pornógrafos, y nadie debería ser acusado penalmente por vender, regalar o prestar un libro a un estudiante de secundaria. También comprendemos que nuestras comunidades deberían tener el derecho de elegir a miembros de las juntas locales que elaboren políticas educativas que apoyen a los estudiantes y padres locales”, sentenciaron.

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Para Utah hay libros demasiados peligrosos e impropios en las escuelas públicas.

En junio Oklahoma, otro estado de USA, obligó a todas las escuelas a enseñar la Biblia en clara oposición a la separación de Iglesia y Estado contemplada en la Primera Enmienda de la Constitución. Lo curioso es que el libro sagrado de los cristianos contiene pasajes de incesto, masturbación, zoofilia, prostitución, sexo oral, violación e incluso infanticidio.

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