Donald Trump cumplió con su palabra y le cedió al polémico activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr. la Secretaría de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
OTRA POLÉMICA
"Terremoto" en la salud de USA: El antivacunas RFK Jr. al mando
Donald Trump confirmó a Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud quién prometió efectuar cambios radicales en el sistema sanitario de USA.
15 de noviembre de 2024 - 08:35
Otra desingación polémica: Robert Kennedy Jr gestionará la salud de USA.
“La seguridad y salud de todos los estadounidenses es el papel más importante de cualquier administración, y el HHS (Salud y Servicios Humanos, por sus siglas en inglés) jugará un gran papel en ayudar a asegurar que todo el mundo estará protegido de los productos químicos dañinos, contaminantes, pesticidas, productos farmacéuticos y aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud en este país”, escribió el presidente electo el jueves (15/11).
“Kennedy restaurará estas agencias a las tradiciones de investigación científica estándar dorado, y faros de transparencia, para acabar con la epidemia de enfermedades crónicas, y para ¡hacer a Estados Unidos grande y sana de nuevo!”.
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Esta nominación se preveía después de que Kennedy terminara su campaña presidencial independiente y lo respaldara en agosto. Muchos conservadores dudan que incluso un Senado liderado por los republicanos confirme a Kennedy para este puesto en el gabinete.
RFK Jr
El desembarco de Kennedy significará una de las transformaciones más radicales del sistema de salud pública de USA.
RFK Jr, sobrino del expresidente John F. Kennedy, es un abogado ambientalista de profesión y activista antivacunas. Su nombre resonó en varios medios norteamericanos por sus afirmaciones falsas o infundadas sobre las consecuencias de la inoculaciones -según él causan autismo- y por sus fake news sobre el Covid-19 y su oposición a la cuarentena y restricciones impuestas durante la pandemia del Covid-19.
Kennedy ha promocionado la eficacia de la leche cruda y la ivermectina, un fármaco antiparasitario cuya eficacia para curar la COVID-19 ha sido desmentida.
Public Citizen, una organización progresista sin fines de lucro que se centra en la defensa del consumidor, alertó sobre su nominación, según supo The Guardian: “La torpeza de Donald Trump en materia de políticas de salud pública durante la pandemia de COVID-19 costó cientos de miles de vidas. Al nombrar a Kennedy como su secretario del HHS, Trump está provocando otra catástrofe de salud pública impulsada por políticas”.
Si bien RFK admite que se ha convertido en una de las voces más destacadas del movimiento antivacuna -presidió Children’s Health Defense, una organización sin ánimo de lucro centrada en los mensajes antivacunas,- ha vacunado a sus hijos. Él prometió examinar los datos de seguridad de las vacunas del gobierno y comunicarnos al público y realizar pruebas más rigurosas de las vacunas
RFK aseguró que quiere acabar con la “alianza corrupta” entre las industrias alimentarias, farmacéuticas y los organismos reguladores.
Entre sus prioridades incluyen abordar lo que él llama la “epidemia de enfermedades crónicas” de afecciones como la obesidad, la diabetes y el autismo y despedir “departamentos enteros” de la Administración de Alimentos y Medicamentos, en particular los reguladores de la nutrición.
Asimismo, adelantó que desmantelará la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) librándola de pesticidas y cultivos genéticamente modificados (insumos clave para los agricultores estadounidenses) que, según él, están enfermando a los estadounidenses.
Kennedy quiere acabar también con los productos químicos en los alimentos, pero, al igual que con los pesticidas, se enfrenta a una industria con muchos recursos y relaciones a largo plazo en el Capitolio. Las empresas de alimentos argumentan en USA que los aditivos químicos y otros aditivos alimentarios ya están regulados y son seguros.
A principios de noviembre, dijo que recomendaría retirar el flúor del suministro público de agua, afirmando en X que el producto químico está asociado con fracturas óseas y cáncer. Investigaciones recientes han generado preocupación sobre los posibles impactos en los cerebros de los bebés y los niños.
Sin embargo, la Asociación Dental Americana afirma que esta intervención, que tiene décadas de antigüedad, reduce la caries en más de un 25% en adultos y niños.
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