El nuevo estallido de violencia armada en la capital de Libia, Trípoli, entre dos milicias alineadas al premier Dbeibah, la Brigada 444 y la Al-Radaa (o Fuerza Especial de Disuasión) se remonta al derrocamiento del dictador Muammar Gaddafi en 2011, gobernante que estuvo 42 años al poder y fue finalmente masacrado en una revuelta local fogoneada por la OTAN tras hallarlo escondido en un desagüe de la zona desértica. Estas milicias armadas se disputan el control de Libia –en una Nación sin una actual figura política que cohesione las diferentes etnias– que se acrecentó con el reciente arresto del coronel Mahmoud Hamza (Brigada 444): hay al menos 55 nuevos muertos y 146 civiles que incluyen civiles.
Libia: las tropas respaldadas por Putin comienzan la batalla en Trípoli
El jueves 04/04/19, de acuerdo a lo que informo la señal de televisión árabe, el Ejército Nacional de Libia (ENL), ordeno a sus tropas tomar el control de la ciudad capital y más poblada del país, Trípoli.
Hoy en día y luego desde el derrocamiento de Muamar el Gadafi en manos de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en 2011, el país soberano del norte de África, no tiene un gobierno central: hay dos fuerzas político-militares que se disputan la autoridad y el poder.
Por un lado, el Gobierno de Unión Nacional (GNA), dirigido por Fayez Al Sarraj, y con sede en Trípoli, que surgió en 2015 y fue constituido a través de un acuerdo con la ONU (Organización de las Naciones Unidas) .
Mientras que el rival es controlado por el ENL, liderado por Jalifa Haftar, el autoproclamado Comandante quien a pesar de haber nacido en Libia, vivió aproximadamente 2 años en USA. Y como si fuera poco controla la parte sur del país donde se encuentran los yacimientos y puertos de petróleo, por eso ganó el apoyo de Rusia, Egipto y Arabia Saudita. Aunque según algunos Vladimir Putin, el primer mandatario ruso, mediante su apoyo político y militar, utiliza el territorio libio para ejercer presión sobre Occidente.
Libia ha sido desde siempre un territorio de religión islámica y en su mayoría de lengua árabe, aunque hay grandes partes del territorio, especialmente la ciudad de Derna, que sigue bajo el control de grupos armados que en su momento juraron lealtad al ISIS. En consecuencia, Haftar explicó que la movilización de tropas hacia la capital es para "liberarla de los terroristas", accionar que por cierto es apoyado por las autoridades norteamericanas.
En tanto, las milicias leales al GNA de la ciudad de Misrata (a 210 kilómetros de Trípoli) pidieron al líder cerrar todo tipo de entradas a la capital, incluidos los puertos para luego asegurar que las comunidades estarán dispuestas a responder a cualquier ataque.
"Si (Sarraj) se abstiene de hacerlo inmediatamente será sospechoso de complicidad", explicaron las fuerzas militares mediante un comunicado.
El ataque ocurre exactamente cuando la ciudad fronteriza con Argelia, Ghadames, también gobernada por el GNA, se está preparando para recibir a todas las partes libias el próximo 14/04 en una conferencia nacional con el objetivo de celebrar elecciones presidenciales este año y así lograr la estabilidad bajo una única fuerza política.
Por su parte, las Naciones Unidas continúan abogando por la unión de ambas fuerzas y la reconstrucción de la sociedad, la cual trata a diario con grupos extremistas y mafias que trafican migrantes hacia Europa.
Ghassem Salame, el enviado especial de Naciones Unidas, en 2017 diseño un plan de reconciliación que a fines de marzo apoyaron la Unión Europea, la Unión Africana y la Liga Árabe.
"Esperemos que sea una nueva ventana que lleve a la estabilidad del país", dio Saleme, para luego explicar son mas de 150 invitados los que participarán de la reunión