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UN LOCO INHUMANO

Pena de muerte en China a un hombre que desmembró a su mujer

En China no andan con vueltas, y finalmente recibió la pena de muerte un femicida que asesinó a su esposa, la descuartizó y desechó por el inodoro.

PENA DE MUERTE. Un ciudadano chino que asesinó a su mujer, la descuartizó y arrojó por el inodoro, finalmente recibió la pena de muerte este martes (21/03/23) en Hangzhou, provincia de Zhejiang, zona este de la República Popular de China por el delito de homicidio agravado por el vínculo. La pena capital en China está avalada para los delitos más atroces, aunque también para casos de tráfico de drogas, traición a la Patria, rebelión armada y disturbios; claro que en mayores de 18 años, según lo establece el artículo 49 de su Código Penal.

El hombre de profesión chofer, Xu Guoli, fue condenado a muerte por asesinato, el 26 de julio del 2021 por el Tribunal Popular Intermedio de Hangzhou, el cual le concedió la posibilidad de reunirse con familiares previamente a la ejecución. La población china festeja en redes sociales el deceso del femicida, que en el 2020, reportó la desaparición de su esposa Lai Huili (18 días hasta el macabro hallazgo) y quien se mostraba en los medios de comunicación muy compungido.

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Tras 18 días de intensa búsqueda a cargo de la Policía de Hangzhou, que requisó huecos de ascensores, tanques de agua, gabinetes de almacenamiento y conductos de ventilación del complejo residencial en donde residía la pareja china, encontraron partes de tejidos en la cámara séptica del complejo. Luego del análisis de las muestras de ADN recolectadas, se dictaminó que pertenecían al cuerpo de Lai.

Según el fallo judicial de la Corte de Hangzhou, Xu Guoli, le guardaba recelo a su esposa debido a cuestiones financieras, por lo que planificó el asesinato con anterioridad: compró somníferos y herramientas para cortar. Según testimonio de allegados a esta pareja que estaba casada en segundas nupcias, su patrimonio contemplaba dos propiedades: pero Xu quería dársela a su hija de otro matrimonio, y Lai lo mismo con su primogénita que tuvo con su ex esposo.

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En la noche del 4 de julio de 2020, el cincuentón femicida puso pastillas para dormir en el té de Lai, le colocó cinta adhesiva en su boca, y tapo su respiración con una almohada mientras la mujer dormía plácidamente dado los efectos del fármaco. Más tarde, Xu desmembró el cuerpo de su esposa con una herramienta tipo moladora, y desechó sus partes al inodoro.

El esposo se presentó en los medios de comunicación para dar con el paradero de su esposa, e hipócritamente ofrecía una recompensa de 100.000 yuanes (14.542 dólares) para encontrarla. Además, testificó con información falsa a la policía, alegando que como Lai andaba en ilegalidades, a ello se debía su desaparición ‘adrede’ para evitar una detención.

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La desaparición de la ciudadana china, generó debates en líneas en Internet y sospechas en torno al marido tras un dicho un tanto extraño: era imposible que Lai despareciera de la comunidad residencial porque no era “suficientemente inteligente”.

Un análisis de 6.000 horas de imágenes de los videos de vigilancia del complejo acreditó que Lai jamás dejó su departamento conyugal. Finalmente el equipo de Policía Científica estuvo cerca de 25 horas extrayendo los desechos de la fosa séptica del complejo departamental. Y trasladaron en 38 camiones las heces con posibles tejidos humanos a un laboratorio, según Global Times. La prueba de ADN reveló que la mujer había sido asesinada y descuartizada por su esposo.

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