La oposición en Bolivia ha demostrado otra vez su debilidad e ineficacia ante el partido oficialista MAS autodestructivo. Una vez más fracasó el intento en la unidad. Un pacto logrado dos días atrás entre los expresidentes de Carlos Mesa (2003-2005) y Jorge ‘Tuto’ Quiroga (2001-2002), junto al empresario Samuel Doria Medina y con el apoyo del gobernador suspendido de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ya se derrumbó.
SE SEPULTA A SÍ MISMA
Inmadura oposición en Bolivia: Pacto firmado, promesas rotas
La ambición personal y la fragmentación en la oposición en Bolivia impiden aprovechar una oportunidad única para disputar el poder al MÁS autodestructivo.
20 de diciembre de 2024 - 12:50
La oposición aún no logra la necesaria unidad.
El jueves (10/12) Quiroga, dominado por su ambición personal, desafió el acuerdo de candidatura presidencial “única contra el MAS” convenido un día atrás afirmando que su candidatura presidencial para las elecciones de 2025 era “irreversible”.
“Yo soy candidato a presidente irreversiblemente. Voy con todo, voy con fuerza”, dijo, en diálogo con Radio Activa, Quiroga, ex presidente (2001 al 2002), tras la renuncia por enfermedad del entonces mandatario democrático Hugo Bánzer de quien Quiroga fue vicepresidente desde 1997.
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Por cierto, el pacto hablaba de “renunciar a aspiraciones personales en favor de un bien común que no es otro que construir una Bolivia con un futuro promisorio”. La idea era “terminar con el nefasto ciclo del MAS” que hundió a Bolivia una de "sus peores crisis económica, política y social, víctima de 18 años de desgobierno del MAS conducido irresponsablemente por Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce”.
El expresidente Quiroga durante la presentación del pacto presuntamente había renunciado a su candidatura presidencial con el partido Frente Revolucionario de Izquierda (FRI). Ahora parece que reculó y volvió apartarse de una alianza de oposición.
Su acuerdo con el FRI significó una ruptura de la tradicional alianza con Comunidad Ciudadana de Carlos Mesa, de 71 años, ex mandatario (2003 al 2006) y ex portavoz de la demanda marítima ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en el Gobierno de Evo Morales.
Oposición floja
Uno de los presentes en la presentación de pacto, Samuel Doria Medina, salió a criticarlo a su consignatario: “Firmar un documento en la mañana y en la noche decir ‘no lo voy a cumplir’ es sepultarse políticamente”, opinó en una revista con para la cadena de televisión boliviana RTP.
“La unidad es un proceso difícil, frágil. Ha sido una demanda de la sociedad, hay que cuidarla día a día”, siguió, y pidió a los bolivianos que no voten a los ‘grinch’ que buscan “sabotear” este proceso.
Los políticos opositores en ese acuerdo no especificaron el sistema para elegir al binomio presidencial de la alianza, pero aseguraron que incluirán a todos los “liderazgos políticos” durante el proceso. “Un candidato o candidata que incluya el apoyo de todas las fuerzas y liderazgos políticos” de oposición que se quieran sumar.
Tampoco anunciaron quién sería el candidato. Se consideran diversas fórmulas, ya sea por encuestas o elecciones primarias. “Lo importante es la voluntad de no dividir el voto”, concluyó Medina, ex ministro de Planificación del primer mandato de Sánchez de Lozada (1993-1997), y ex candidato a la Vicepresidencia en un binomio con la expresidenta Jeanine Áñez (2019-2020), derrotado por el presidente Luis Arce, en las últimas elecciones generales.
Es difícil que la oposición logre por este camino inmaduro concretar un solo frente antes del mes de abril de 2025, fecha límite para la presentación oficial de candidaturas. La oposición tiene la oportunidad única de arrebatarle el poder a un MÁS fragmentado, engañoso y dañino, envuelto en un guerra fratricida entre Evo Morales y Luis Arce.
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