Finalmente, las automotrices japonesas Honda y Nissan comenzaron hoy el proceso de negociaciones para concretar la esperada fusión que las llevaría a ser el tercer fabricante mundial de autos. De esa manera, las compañías acercarían el juego a Toyota, la competidora directa que domina el mercado global.
El proceso de fusión llevaría algunos meses, y se espera que se culmine en mayo o junio del 2025. Hasta entonces, Nissan y Honda acordarán distintos aspectos de su nuevo plan de negocio, como así también las proporciones de participación de cada compañía.
De cara al 2026, las automotrices japonesas esperan poder sacar su acuerdo al mercado bursátil, según indicaron en una rueda de prensa conjunta. Así, las dos empresas intentarían tomar acción en el podio mundial de fabricantes, que actualmente tiene a Volkswagen y Toyota como grupos principales.
Según directivos de ambas compañías, la maniobra se produce en un momento “único en un siglo” debido a la revolución eléctrica que sufre el sector. En ese sentido, tanto Nissan como Honda han presenciado el crecimiento exponencial de marcas chinas que amenazan con tomar el lugar de mercado que supieron ostentar las japonesas años atrás.
Bajo ese contexto, la intención de Nissan y Honda es alcanzar una competitividad muy alta de cara al 2030.
Nissan y Honda piensan a futuro
“Esta es una transformación que se produce una vez al siglo, está cambiando el paisaje del motor. Desde la perspectiva de la movilidad, el valor cambiará y será rápido. Para 2030, deberemos tener las armas apropiadas para ser competitivos”, explicó Toshihiro Mibe, presidente de Honda. Mientras tanto, ambas compañías intentan sobrellevar la transición que hasta aquí les ha quitado una buena cuota de mercado por no haber podido encontrar soluciones competitivas.
De esa forma, la fusión que encararon las dos empresas japonesas será otro movimiento más en el tablero internacional del automóvil, que además tiene en fuerte crisis a una referente occidental como Volkswagen, que ya adelantó una reducción de al menos 35.000 empleos de cara a 2030 pensando en un nuevo esquema productivo.