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MICROBIOTA Y CEREBRO

¿Mala memoria? La explicación podría estar en tu intestino

En línea con los estudios sobre microbiota y cerebro, investigadores descubrieron un virus que vive en el intestino y es capaz de potenciar la memoria.

La ciencia viene encontrando cada vez más conexiones entre el intestino y el cerebro. Ahora, un nuevo estudio demuestra el impacto que puede tener en la memoria la presencia de un virus que habita en el intestino.

En concreto, la investigación asocia la presencia del microorganismo llamado Caudovirales en la microbiota a una mejora en las funciones cognitivas y la memoria en humanos, ratones y moscas.

La microbiota es la composición de más de cien billones de microbios que participan de procesos vitales para el humano, como la digestión de los alimentos, el control del peso corporal, funciones cerebrales y del comportamiento. Muchas de estas dimensiones aún son esquivas para la ciencia.

El nuevo artículo publicado en la revista Cell Host & Microbe y liderado por el doctor Jordi Mayneris-Perxachs y el doctor José Manuel Fernández-Real, muestra que los bacteriófagos influyen en la relación entre el microbioma y el cerebro.

Los bacteriófagos son un tipo de virus que se replica dentro de las bacterias y representan uno de los mayores vacíos del conocimiento de la microbiota humana.

En una muestra de 114 personas, que luego se amplió a 942 sujetos (participantes en el Proyecto Imagenoma Envejecimiento del IDIBGI), los científicos encontraron que "los individuos con más Caudovirales se desempeñaron mejor en los procesos ejecutivos y la memoria verbal.

Por el contrario, los niveles más altos de Microviridae se asociaron con un mayor deterioro de las capacidades ejecutivas del cerebro.

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¿Cómo se adquieren estos microorganismos beneficiosos?

Los científicos calculan que la vía de adquisición de Caudovirales es a través de los productos lácteos. Para averiguarlo, realizaron encuestas alimentarias a los participantes para conocer su dieta.

Curiosamente, quienes tenían más Caudovirales en su microbiota intestinal consumían más productos lácteos de forma regular.

Para reforzar el resultado, se realizó un experimento en ratones, utilizando la microbiota presente en las diferentes muestras de heces humanas y trasplantándola al intestino de los animales.

Los ratones que recibieron una microbiota rica en Caudovirales se desempeñaron cognitivamente mejor que otros ratones, con mejoras significativas en la memoria espacial y la memoria emocional.

En un segundo experimento de confirmación, se utilizaron moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) como modelo animal. Primero, un grupo fue alimentado con suero de leche en polvo y se observó que tenía una mayor capacidad de memoria que el otro grupo que ingirió suero de leche en polvo libre del virus.

Se repitió el experimento, pero en este caso se complementó la alimentación de las moscas con bacteriófagos aislados. Los resultados se replicaron.

La conclusión de este importante estudio refuerza la relación entre intestino y cerebro, así como el papel de los virus bacteriófagos como actores influyentes en la relación entre la microbiota humana y las funciones cognitivas.

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*Fuente: Science Daily