Existen al menos 8 vectores de crecimiento que Argentina no potencia y, por ignorarlos, se pierde el ingreso de decenas de miles de millones de dólares cada año.
MIRE QUE ES RICO MI PAIS, PAISANO
Milei, obsesionado con viajes al exterior y premios, ignora 8 vectores que salvarían Argentina
Javier Milei no recorrió la mitad de las provincias durante su campaña y tampoco lo hace como presidente. ¿Qué oportunidades está perdiendo?
Está claro que el RIGI (Régimen Impositivo para Grandes Inversores) moverá muy fuerte la estantería local de la minería y los hidrocarburos.
Sin embargo, están quedando de lado vastas posibilidades concretas porque Javier Milei luce ensimismado en los mercados financieros y divorciado del sector productivo.
1-Vector forestación
La Mesopotamia nuestra es mejor que Uruguay pero los charrúas van rumbo a tener 8 pasteras. La exportación de pasta celulosa será pronto su principal producto, superando a la ganadería y la agricultura.
En Argentina, este poderoso desarrollador industrial podría generar inversiones por más de U$S 6.000 millones según datos de la consultora escandinava AFRY.
Argentina está lista para posicionarse e ingresar en el mercado mundial de productos de maderas, celulosa, papeles para distintos usos y una nueva generación de bioproductos (biomasa para la energía).
Nuestro país cuenta con la capacidad para abastecer clientes europeos con madera libre de deforestación y certificada con los más altos estándares de manejo sostenible.
Las plantaciones nacionales han sido en buena medida producidas por el hombre, no se trata de bosques nativos y eso le garantiza a los compradores del viejo continente que los productos no provienen de la afectación del medio ambiente.
Somos un país sumamente competitivo en precio de la madera y tiene una alta productividad en pinos y eucaliptos.
2-Vector agua
Los argentinos volcamos al mar por día, entre 250 y 300 litros por habitante del mundo. Por si no quedó claro: no hablamos de compatriotas, hablamos de cada ser humano sobre el planeta.
El Río de la Plata, que tiene un caudal de 20 millones de litros por segundo, equivale a aproximadamente 250 litros de agua por habitante del planeta por día que se salinizan sin ningún uso.
Lo mismo ocurre con los ríos patagónicos, que terminan en el Atlántico.
Además, se podrían volcar con obras de infraestructura al riego con el fin de lograr la recuperación millones de hectáreas que se destinarían a la producción.
El Río Paraná podrían transportar sus aguas hasta Córdoba y Cuyo. El patagónico Río Negro podría asistir y mejorar el caudal del Río Colorado.
3-Vector acuicultura
Según la FAO (organismo de Naciones Unidas para la alimentación) ya se consumen más peces criados que salvajes.
Argentina podría imitar a Chile con los salmones (llevarlos en jaulas a larga distancia de la costa) o dedicarse a las truchas y las centollas en aguas frías.
A nivel mundial se consumen 20 kilos de pescado por año y en Argentina estamos apenas en cuatro kilos.
Somos los más retrasados en el cultivo de especies de aguas frías y nos perdemos miles de millones de dólares cada año. Además, estas actividades suman grandes oportunidades de empleo.
4-Vector clusters
Algunas ciudades ya demostraron que la unión de productores del mismo sector ayuda muchísimo al desarrollo: Tandil, Chivilcoy, Río Cuarto y Mendoza, entre otras.
Las cooperativas y las mutuales fueron modelos de asociación muy eficientes en el siglo XX pero en el XXI han perdido solidez.
Muchas grandes corporaciones de este tipo han quebrado y otras, en la práctica, se manejan como empresas privadas, a cargo de una o dos personas.
¿Qué hace un cluster?
Un clúster es un espacio donde muchas empresas de un mismo sector aprovechan la “actividad de aglomeración” y comparten sin perder su individualidad.
Argentina es, por lejos, el país con más startups de agro (más de 300) a pesar de no contar con ningún apoyo estatal ni programa como tienen Chile y Brasil.
En lugar de competir por una porción del mercado, muchas firmas trabajan juntas en los clusters y se fortalecen.
5-Vector ganadería
El gobierno de Javier Milei solamente le quitó retenciones a las vacas (no a los novillos) y a la leche.
El novillo argentino se ha vuelto el más caro de sudamérica, por los gravámenes que soporta.
Una vez más, el atraso cambiario y los derechos de exportación han dejado sin rentabilidad a un sector estratégico de la economía de Argentina.
Los ganaderos exigen una urgente eliminación de cualquier tipo de retención a las ventas fuera del país para todas las carnes y sus subproductos.
6-Vector biocombustibles
Brasil ya tiene cortes que superan el 30 % para bioetanol y biodiesel. Argentina, por su parte, no llega ni a la mitad de esa proporción.
Las leyes específicas para las renovables se caen en el Congreso Nacional y no se apoya a las industrias de Santa Fe y Córdoba.
El modelo de Río Cuarto, para no entregar en origen el producto primarizado, ha sido sumamente exitoso. Venden aceites y subproductos, en lugar de porotos.
Buscaron los cordobeses hacer 50 plantas en Argentina con su misma metodología pero no pudieron entrar en varias provincias.
7-Vector frutihorticultura
Existen crisis con los tomates en Mendoza; peras, manzanas, limones en Tucumán y cerezas en Patagonia y cebolla en Río Negro.
Hace algunas décadas, los chilenos viajaban hasta los valles rionegrinos para aprender sobre el manejo de nuestras frutas finas. Hoy, gracias a la aplicación de tecnología de avanzada y fertilizantes nos han superado de una manera bestial.
El mundo demanda nuestras frutas y hortalizas de manera cada vez más sostenida pero el “costo argentino” nos sigue jugando en contra.
8-Vector renovables
El costo de la generación del Hidrógeno Verde caerá año tras año hasta el 2050, cuando cueste la cuarta parte de lo que vale ahora su producción.
Europa busca socios comerciales que la abastezcan de energías limpias y la potencialidad de este commodity envasado en grandes zeppelins es increíble en la Patagonia.
Esta nueva fuente renovable, que es vista como una pieza clave en la mudanza hacia economías descarbonizadas, podría convertirse en un motor económico crucial para Argentina en las próximas décadas.