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INFLACIÓN

El día que Alfredo Zaiat descubrió la pólvora

Alfredo Zaiat explica que el gobierno no entiende por qué motivo, pese a su supuesto ´éxito' hay crisis política. Entonces, él intenta reinventar la pólvora.

El gran Diego Estévez, hace muchos años, cuando él tenía un estudio de economista en la Avenida Santa Fe, nos aconsejó a Rubén Chorny y a mi la lectura de un libro autobiográfico de Eric María Remarque, 'El Obelisco Negro': el absurdo gobierno de Raúl Alfonsín se dirigía hacia su fracaso inflacionario (¿'padre de la democracia'? Casi la hunde), y Estévez nos habló de la hiperinflación que vendría: Remarque escribió acerca de sus recuerdos en la República de Weimar, en 1923. Una lástima que Estévez y Alfredo Zaiat no se conocieran porque a quien es el principal columnista del diario oficialista Página/12 le hubiese resultado muy informativo conocer que en 2022 la pólvora ya fue inventada.

En verdad, todo el llamado 'progresismo' está cargado de algo muy negativo, que resulta una mezcla de ignorancia e impotencia. El fracaso de Mauricio Macri, ya que inevitablemente es el retruco, fue en cambio una mezcla de ignorancia y prepotencia. A los 'efectos conducentes', ambos son ciclos agotados.

Sólo la impotencia puede llevar a que el diario Página/12, con la firma de Alfredo Zaiat, afirme:

La inflación, en su expresión de puja distributiva, tuvo como claro ganador al sector empresario en detrimento de los ingresos de los sectores populares (trabajadores, jubilados, titulares de AUH y de programas sociales). La inflación, en su expresión de puja distributiva, tuvo como claro ganador al sector empresario en detrimento de los ingresos de los sectores populares (trabajadores, jubilados, titulares de AUH y de programas sociales).

Lo más curioso resulta que Página/12 es propiedad de Grupo Octubre, que obedece a un sindicalista, Víctor Santa María, quien parece ignorar, sin embargo, qué le sucede a los asalariados con la inflación, proceso de deterioro de la moneda, que se verifica en una aceleración de su velocidad de circulación -todos quieren sacársela de encima cuanto antes- pero los asalariados tienen menor capacidad de aceleración.

En verdad, es histórico que los sindicalistas argentinos han menospreciado la inflación así como a los componentes no monetarios de todo salario. No es una casualidad que hoy día sólo representen al 45% de los argentinos que trabajan. Y su frivolidad es parte de la imposibilidad de los líderes domésticos de resolver un problema que Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay... hasta Perú han resuelto.

Siempre, en un proceso de inflación, el asalariado es golpeado. Pero no es cierto que el empresario siempre gane. Depende la participación de ese empresario en la pirámide de formación de precios. Con certeza, quien más gana es el Estado, que emite la moneda inútil, fracasada, que no sirve para nada... pero que financia a medios tales como Página/12.

Por lo tanto, la pólvora ya fue descubierta: en la puja distributiva siempre pierde... el agente económico... a manos del Estado, que bien podría redistribuir, ya que es un concepto que le fascina a Zaiat, bajando los impuestos al consumo. Pero el Estado está pensando en cómo incrementar la presión tributaria efectiva.

Según Zaiat, "(...) En esta instancia es dónde irrumpe la diferencia política fundamental al interior de la coalición de gobierno, que excede los nombres de personas. Cristina Fernández de Kirchner postula que en momentos críticos el Estado igual tiene herramientas para fortalecer los ingresos de los grupos sociales más castigados y que son, a la vez, gran parte de su base electoral, mientras que Alberto Fernández descansa en la idea de que la negociación entre las partes permite alcanzar ese objetivo. (...)".

CFK jamás entendió algo de economía. Pero ella es lectora de Zaiat, así que, con certeza, CFK puede ser intoxicada con semejante concepto, o al revés.

La idea de que son los privados quienes deben seguir ajustándose para que el Estado siga financiando sus gastos excesivos es parte de la estanflación que puede regresar a la Argentina en breve.

De todos modos, el concepto más sorprendente de Zaiat es el siguiente:

"(...) Miembros del equipo económico se sorprenden por la virulencia de la crisis política porque dicen que las principales variables macroeconómicas muestran una muy fuerte recuperación. Lo mismo piensan funcionarios del gabinete nacional cercanos a Alberto Fernández. Por lo tanto, evalúan que, además de injusto, es desproporcionado el cuestionamiento al manejo de la economía. (...)".

La crisis política la provoca el propio Frente de Todos, que a 3 años de gobernar todavía carece de plan económico. ¿Y por qué no tiene plan económico? Porque enunciar un plan económico agigantaría la ruptura doméstica de un frente electoral incapaz de gobernar, igual que Juntos por el Cambio.

Pero Zaiat ubica 'la crisis política' como una cuestión que es impropia del FdT: una elucubración insostenible.

Para Alberto Fernández -el 'hombre de la lapicera', o sea quien autoriza los pagos a los medios de comunicación, enormes compensaciones para que, en un acuerdo o implícito o explícito, moderen sus críticas (ni idea al respecto, quizás ADEPA sepa más del tema porque parece que se especializa en el lobby)-, no se entiende la situación porque, dice Zaiat:

  • "Resulta indudable la mejora sustancial de la actividad económica general con un crecimiento del PIB de 2 dígitos, la recomposición del empleo registrado, disminución de la desocupación y la pobreza, el importante avance de las exportaciones, el persistente y sustancial aumento de la recaudación impositiva, el registro de saldos positivos de la balanza comercial, el alivio en las cuentas fiscales en el rubro pago de intereses luego de la reestructuración de la deuda pública en manos privados, entre otras variables macro. (...)"
  • "Ahora bien, también resulta incontrastable que este muy positivo balance macroeconómico no se reflejó en mejoras en la distribución progresiva de ese crecimiento, quedando esa riqueza recuperada en pocas manos. Así, si bien aumentó el empleo global, lo hizo con salarios insuficientes para mejorar la calidad de vida, ampliándose el universo de trabajadores pobres por ingresos."

Pero hay inflación, Alberto Fernández / Alfredo Zaiat / CFK / Martín Guzmán: por lo tanto todas esas afirmaciones se encuentran en entredicho y hasta pueden resultar falsas.

CFK insiste en recomendar el libro de memorias de Juan Carlos Torre acerca de su paso por el gobierno hiperinflacionario de Alfonsín, integrando el equipo de Juan Vital Sourrouille. Pero ella no debería perderse 'El Obelisco Negro', ya que le interesa la lectura en tiempos de crisis.

¿Cómo se detuvo aquella hiperinflación? Con una brutal devaluación. Para evitarla, en la Argentina 2018, habría que hacer lo que hay que hacer. De paso: ¿saben lo que acaba de suceder en Pakistán? Acuerdo con el FMI por US$ 6.000 millones no frenó la inflación y acaba de caer el 1er. Ministro.

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