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Semana 360: Casi todos piensan en el 2023 (y falta)

La semana transcurrida dejó en claro una cosa: Casi todos los actores políticos tienen el 2023 en la cabeza. ¿Año de quiebre político?

Algunos con posibilidad de exponerlo más, otros bajo gestión y teniendo que disimularlo, y algunos pocos bajo un silencio incorruptible, se manejan con el foco puesto en el año que viene. Al parecer, el 2023 es un año de quiebre para la grieta, como todos los años electorales, y la crisis galopante que afronta el Gobierno nacional podría ser el fin de un ciclo político, tal como ocurrió en el 2001.

De hecho, una reunión más que diversa llevada a cabo el día de ayer, confirmaría que hay varios dirigentes que pretenden alinearse en esa idea fuera de la grieta. En San Isidro, se reunieron Juan Manuel Urtubey (anfitrión), Juan Schiaretti, Emilio Monzó, Florencio Randazzo, Graciela Camaño, Ángel Rosas y el rosarino Pablo Javkin.

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La semana inauguró un nuevo movimiento antigrieta. 

La semana inauguró un nuevo movimiento antigrieta.

Todos ellos reunieron al PJ, al radicalismo y al socialismo en una misma mesa, algo inédito para los tiempos que corren. Y coincidieron en que el modelo de país actual, que se tensa entre dos proyectos, no va más.

Además, acordaron una nueva reunión en el futuro inmediato. Y ante ello, es inexorable descifrar que todos están pensando en lo que se viene.

Otro ejemplo de un sector con oportunidades para salir de la grieta es el de Javier Milei. Con su movimiento libertario en crecimiento, el diputado porteño tiene la mente fija en el año que viene.

Por ello, ordenó su expansión en el interior del país, para consolidar una estructura nacional. En Córdoba, lugar de su desembarco oficial (y tal vez el inicio de su candidatura a presidente en 2023), esta semana abrió su primera Junta Promotora en la ciudad de Villa María, del interior provincial.

Así, la construcción libertaria continuará hasta los lugares más recónditos del país. “Las ideas de la libertad quedan instaladas en la ciudad con el propósito de presentar una alternativa local, provincial y nacional para los ciudadanos de cara al 2023”, explicó al respecto Agustín Spaccesi, uno de los referentes de Javier Milei en Córdoba.

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Mientras tanto, para ambos sectores de la grieta, la semana también fue una exposición de su pensamiento real. En el caso de Juntos por el Cambio, por ejemplo, hay una interna mucho más grande de lo trascendido, en el que la disputa por el poder está por delante.

A nivel nacional, es sabida la compulsa entre Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y Patricia Bullrich, sumado a algunos dirigentes radicales que pretenden tomar la delantera de la coalición. Y todo eso se traslada también a niveles locales, como en Córdoba.

Allí, Luis Juez, el candidato mejor posicionado para ser competidor por la gobernación, lucha por mantener viva su ilusión de cara al 2023, mientras que otros sectores dentro de la coalición reniegan de su dirección. Para la UCR, al igual que a nivel nacional, los candidatos deben ser propios y así salir del ala del PRO y el resto de los socios.

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Juntos por el Cambio, 2023

Juntos por el Cambio, 2023

Por el lado del Frente de Todos, la herida está mucho más expuesta con la compulsa entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Al parecer, el bloque de gobierno se partió por completo en noviembre del 2021, y en cada semana desde entonces, todos sus jugadores hacen sus movimientos para llegar con fortaleza política al 2023.

A nivel local, pasó algo similar entre el líder Carlos Caserio, y el núcleo del kirchnerismo duro en Córdoba. Su nombramiento como vicepresidente del Banco Central disgustó a estos últimos, ya que se vio como un movimiento de control albertista en la entidad, mientras que su círculo cercano lo consideró un guiño de cara al 2023.

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Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Foto: NA. 

Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Foto: NA.

Así las cosas, es evidente que casi todos (decir todos a secas sería incurrir en una falacia contra la clase política) piensan en el 2023 y en la grieta, y basta con tan solo observar una semana de movimientos para darse cuenta. Mientras tanto, el agua sigue pasando bajo el puente y la pregunta que se abre es: ¿Podrán mejorar el presente?

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FUENTE: Urgente 24

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