Las proyecciones climáticas para el campo en lo que resta del 2024 evidenciaron un cambio contundente de la tendencia húmeda que azotó a la temporada de verano pasada. El pase del “Niño” a “La Niña” determinaría una disminución considerable de las precipitaciones volviendo a una etapa seca, tal y como lo manda ese fenómeno.
El cambio de ciclo fue confirmado por la Bolsa de Comercio de Rosario, en un estudio que prevé una temporada de bajas lluvias y ciclos áridos en diferentes partes del país. Algo que va a afectar los rendimientos de los cultivos, sobre todo aquellos necesitados de agua.
Las probabilidades de una “Niña” son del 70% según el estudio. Sin embargo, el impacto transitorio no derivaría en una sequía tan fuerte como la sufrida en 2023. En esa oportunidad, la acumulación de ciclos secos derivó en una situación casi catastrófica que terminó por influir en las finanzas nacionales.
Para octubre y noviembre, se esperan lluvias “normales” en los sectores productivos. Esos son meses claves previos a la campaña estival, donde el suelo “carga” agua que servirá de reserva para el resto de la temporada.
Mientras tanto, el informe prevé condiciones especialmente favorables para el cultivo del trigo.
El campo y los dólares
Lo que suceda a partir de junio en el campo mediará consecuencias en los ingresos 2024 y 2025. Los cultivos de invierno tendrán impacto en el ejercicio actual, mientras que los de verano pasarán al año que sigue.
Con eso en cuenta, las proyecciones para el 2024 revelaron una posible caída de los ingresos en dólares, por debajo de los US$30.000 millones. El número, que fue repetido ayer por Nicolás Posse (Jefe de Gabinete) en su presentación ante el Senado, sería menor por varios factores.
Entre ellos, los efectos generados por la chicharrita, insecto que infectó el trigo argentino generando una fuerte caída en los rindes. Además, estuvo presente la baja internacional del precio de los granos y un dólar bajo, cuestiones que conspiraron para una menor liquidación.
Todo ello se conjuga con un resultado posible de US$29.300 millones para este año. Cifra sustancialmente mayor que la del 2023, pero considerablemente menor a la de años anteriores a la sequía.
De hecho, las proyecciones iniciales al Gobierno de Javier Milei indicaban una posible cosecha récord con resultados cercanos a los US$35.800 millones. Algo que estará lejos de suceder finalmente.