Mientras el equipo de Sebastián Battaglia se prepara para un partido bisagra del semestre, Carlos Zambrano reveló que quiere dejar la práctica de fútbol profesional. Puertas adentro, no solo preocupó a Juan Román Riquelme y compañía por los propios dichos del futbolista, sino porque también es una zona del campo en la que Boca reniega -y mucho- en el último tiempo, entre lesiones y suspensiones de sus jugadores.
El zaguero central peruano hoy es pieza clave en el armado de este Boca, teniendo en cuenta que Carlos Izquierdoz recién está volviendo de la lesión -pero que no puede jugar la Libertadores por los incidentes vs. Atlético Mineiro-, sabiendo que Nicolás Figal se está también reincorporando tras dejar atrás sus molestias, y con un Marcos Rojo suspendido en la Copa Libertadores, al igual que Izquierdoz.
Por tales motivos es que Carlos Zambrano tomó mucha preponderancia en el xeneize últimamente, pero que casi siempre vio los partidos de su equipo desde el banco de suplentes desde su desembarco en Argentina.
En Boca, las declaraciones del defensa cayeron como una bomba: "No lo esperaban, cayó como un balde de agua fría", contaron desde el Centro de Entrenamiento de Ezeiza de los azul y oro.
"Es un chico joven. Para mí el fútbol hay que disfrutarlo. Entiendo que cada uno tiene su opinión pero cuando venga Carlitos (Zambrano) le voy a decir que le dé hasta donde pueda", dijo Norberto Solano -ex jugador de Boca y actual ayudante de campo de Ricardo Gareca en Perú-, en declaraciones citadas por el Diario Olé.
Carlos Zambrano tiene vínculo con el club xeneize hasta el 31 de diciembre de 2022. Quedará por ver si el peruano cambia de pensamiento y decide permanecer en el club de la Ribera o no.
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