“Recuerda que también hay malos ganadores”. El reproche en forma de lección de vida se lo dio Marge Simpson a su hijo mayor, Bart, cuando éste le hizo ‘oso’ y dejó ‘pagando’ con el saludo a su rival Nelson como burla después de haberle ganado en un carrera de autos caseros (‘Tardes de trueno’; temporada 3, episodio 9). Javier Milei también dejó con la mano en el aire a Jorge Macri, una semana después del triunfo de LLA sobre el PRO en las elecciones porteñas. Pero el gesto del Presidente no fue de burla, sino más bien de desprecio. Ni siquiera lo miró al jefe de Gobierno porteño. En la misma postal también quedó el ninguneo a Victoria Villarruel. Fue en el Tedeum por el 25 de Mayo en la Catedral de Buenos Aires, en el que arzobispo Jorge García Cuerva pidió a Dios que la Argentina “se cure y viva” porque, dijo, en el país "se está muriendo la fraternidad, la tolerancia y el respeto".
PANORAMA
También hay malos ganadores
De la humillación a Jorge Macri al escarnio a Ricardo Darín y la animosidad en el Garrahan, síntomas de la profundización del perfil autoritario de Milei.
“Roma no paga traidores”, justificó después Milei. A Macri (Jorge) le recrimina haber adelantado los comicios en relación a los nacionales, lo que supuestamente frustró un acuerdo entre los 2 partidos de derecha para competir en un frente común. Pero sobre todo le imputa haber contratado al catalán Antoni Gutiérrez Rubí como asesor. El ‘León’ tiene cuentas pendientes con el consultor porque lo acusa de haber ideado una “campaña sucia” en su contra para beneficiar a Sergio Massa, con quien trabajó en aquella oportunidad, en las elecciones de 2023. Hay quienes señalan que, en realidad, Milei debería pasarle esa factura al equipo que Lula da Silva envió aquella vez para asistir al languideciente exFrente de Todos. De todas formas, el enojo presidencial se apoya esta vuelta en una supuesta campaña negativa para estigmatizar a su hermana, la imprescindible Karina Milei, orquestada por el experto español. La ira de Milei era tal que hasta intentó sin éxito expulsar a Rubí de la Argentina bajo el argumento de que sus permisos de permanencia habían expirado. La salida, en cambio, se dio de la asesoría del PRO, que fue anunciada, insólitamente, por la vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, como si se tratara de un dato relevante de gestión. Lo importante era que el mensaje llegara al destinatario. Un tributo a Roma.
La agachada de cabezas del PRO ante Milei tuvo otro capítulo días antes en Casa Rosada, que se volvió una sede de negociaciones partidarias a plena luz del día sin que nadie se inquiete por eso. Karina Milei recibió a Cristian Ritondo y Diego Santilli, reunión de la que salió el acuerdo para, ahora sí, competir en una alianza en la provincia de Buenos Aires, pero no una foto. Queda resolver el formato jurídico en el que desenvolverá la unidad. Sebastián Pareja, armador de los Milei en el principal distrito electoral, no descartó que se construya una coalición de partidos, pero tampoco que se haga un sistema de adhesión. Por ahora, José Luis Espert sigue inamovible como virtual cabeza de lista en las elecciones nacionales, con la antesala de las locales del 07/09. En paralelo, Pareja debe atender otros asuntos: la justicia federal de Pehuajó restituyó el Fondo de Integración Social Urbana (FISU), un órgano que atendía necesidades de barrios carenciados y fue disuelto por decreto. Pareja está a cargo de esa área como subsecretario de Integración Socio Urbana, por lo que el juez Héctor Heim le impuso una multa $200.000 por cada día de demora en la presentación de un plan de urbanización de barrios populares que viene adeudando.
El cariz de mal ganador que Milei exhibió con Jorge Macri se exacerbó con el injustificable escarnio al que se sometió al actor Ricardo Darín por un episodio absolutamente menor. La estrella de la serie basada en la historieta ‘El Eternauta’ manifestó su empatía con los sectores más vulnerables, pero para ello escogió mal el ejemplo de la queja: las famosas empanadas de $48 mil la docena. Al tratarse de un consumo premium, Darín quedó a merced del fuego despiadado del oficialismo, que se dirigió desde las chicanas del ministro de Economía, Luis Caputo, que lo menospreció con el apodo ‘Ricardito’, hasta la acusación irresponsable del Presidente, que lo llamó “operador”, sin dejar de mencionar al coro de comunicadores adictos a la Casa Rosada que dedicaron horas de programación a la persecución del artista.
Fue muy conveniente el affaire de las empanadas para los alfiles mediáticos que responden a los despachos oficiales -desinteresadamente, por supuesto- porque les permitió armar una agenda que pudiera desviar la atención de otros asuntos de gran trascendencia pública, como la revelación del plan de la SIDE que puede derivar en tareas de espionaje interno sobre críticos del Gobierno, y las maniobras de apriete al periodista Hugo Alconada Mon, autor de esa publicación en el diario La Nación. De acuerdo al artículo, la agencia de Inteligencia, uno de los dominios del poderoso Santiago Caputo, aprobó un plan que incluye el monitoreo sobre actores que puedan generar una “pérdida de confianza” en las “políticas económicas” del Gobierno o en sus funcionarios. Acto seguido, Alconada Mon sufrió el intento de hackeo de su WhatsApp y de su cuenta de la red social X, mientras la Casa Rosada desmentía esos presuntos objetivos del plan de Inteligencia, y Milei adjudicaba la versión, como siempre, a una mentira. Alconada Mon ratificó todo lo publicado.
La persecución al periodismo independiente, el caso de Alconada Mon, o a las voces disidentes, como la de Darín, profundizan el perfil autoritario que el gobierno libertario viene reflejando desde temprano. En este campo puede inscribirse la adopción por parte del canal infantil Paka Paka, administrado por el Estado, de la serie animada 'Tuttle Twins', que resulta un vehículo para bajar línea sobre todos los postulados libertarios. Desde la condena a la emisión monetaria, el señalamiento del socialismo como oprobioso, la reivindicación de la familia tradicional y el elogio a la escuela austríaca de Economía. Si se tratara de otro espacio político el que impulsa esta cosmovisión a través de una señal estatal dirigida a niños, los libertarios no dudarían en calificarlo como “adoctrinamiento”. Pero como lo que se reflejan son sus propias ideas, entonces no debería ser calificado de esa manera, sino como una defensa de “la realidad”, tal como lo expresó el influencer conocido como ‘Gordo Dan’. El tuitero, cuyo nombre real es Daniel Parisini, es la estrella del streaming libertario Carajo, pantalla desde donde se promociona que las mujeres regresen al rol de amas de casa.
La deriva autoritaria de Milei también podría traslucirse en la elección de sus aliados. No sólo Donald Trump. El secretario de Culto y Civilización (?), Nahuel Sotelo, y Agustín Laje, quien desde la Fundación Faro promueve la ‘batalla cultural’ libertaria, participaron en Hungría de la versión local del foro conservador CPAC, cuyo orador estrella fue el presidente Víctor Orban, quien comparte con Milei la aversión por el periodismo crítico y las voces disidentes al gobierno. Lo que no se queda en algo declamativo. Según denunció Human Right Watch, además de reducir los medios públicos a meros propaladores de propaganda gubernamental, el régimen de Orban controla unos 500 medios privados y dificulta el trabajo de periodistas independientes, no sólo impidiendo el acceso a la información y las fuentes oficiales, sino también creando un ambiente hostil que se vale del aparato de espionaje, lo que fue puesto en la mira por la Unión Europea. El bloque también alertó por la violación de derechos humanos en Hungría. 17 países integrantes acaban de publicar una declaración de condena por la implementación de restricciones para la comunidad LGTBIQ+. Milei vinculó directamente la homosexualidad con la pedofilia y pide todo el tiempo que se odie a los periodistas.
El Gobierno también impulsa la animosidad contra los trabajadores del Hospital Garrahan, quienes reclaman mejores salarios y denuncian el desfinanciamiento de la prestigiosa institución pediátrica. Milei se muestra en una cruzada por el recorte de “curros” y de “ñoquis” que supuestamente convirtieron el hospital en “una unidad básica del kirchnerismo”. Para ello se valió de la difusión de información falsa. El Presidente dijo en una entrevista que en el Garrahan hay “953 burócratas y solo 478 médicos de planta”. Pero aquella cifra cercana al millar corresponde a lo que se clasifica como trabajadores de Logística, que engloba desde personal administrativo hasta de mantenimiento. En cambio, los trabajadores clasificados como Asistenciales, que están en contacto con los pacientes, suman 3.190 y representan el 68% del personal total. Son datos al 31/12 de 2024 y corresponden al Anuario Estadístico del Garrahan. En cuanto a los recursos destinados al funcionamiento del hospital, y de acuerdo a estimaciones en base a datos oficiales, el presupuesto asignado para este año sería un 30% inferior en términos reales al del año pasado. La causa del Garrahan cerró la grieta entre Cristina Kirchner y Elisa Carrió, que se manifestaron en apoyo a sus trabajadores. En tanto que la salud pública es la institución que genera mayor confianza en la sociedad argentina, de acuerdo a una encuesta de Alaska y Trespuntozero.
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