Juan Schiaretti y Duhalde juntos: ¿Ancla para hundir al FDT?

Dicho espacio está abierto para radicales, y gente del PRO que se sienta lejos de los polos de Juntos por el Cambio, como así también para peronistas que estén cansados del feudalismo kirchnerista dentro del PJ. Es decir, una búsqueda más que peligrosa para el Gobierno nacional.

En ese orden, Schiaretti sumó ayer una nueva figurita de muchísimo peso en el peronismo y sobre todo en Provincia de Buenos Aires: Eduardo Duhalde. El ex presidente y el mandatario cordobés se encontraron en la Casa de Córdoba en Capital Federal y coincidieron en la necesidad de que el peronismo supere la etapa actual, con una nueva propuesta que vaya borrando definitivamente las prácticas kirchneristas evidentemente fracasadas.

Para Juan Schiaretti, un hombre como Duhalde resulta clave en sus aspiraciones ya que es el factor bonaerense que el cordobés no tiene a disposición. El ex mandatario es una voz escuchada en la “madre de las batallas”, esa que cualquier candidato a presidente debe aspirar a dominar en caso de querer facturar su candidatura en votos.

Además, Duhalde representa otra autoridad, que es la que posee sobre el círculo político. Sobre ese sector es donde se apoya la campaña de Schiaretti, quien es consiente que sus niveles de notoriedad popular no son muy altos como para competir, pero quien también entiende que ganándose al círculo eso podría pasar a un segundo plano.

Además de Duhalde, Juan Schiaretti tuvo charlas avanzadas con Facundo Manes, Alberto Rodríguez Saa, Monica Fein, Omar Perotti, Sergio Uñac, Gustavo Bordet y muchos dirigentes más con los que se encontró el año pasado. Aunque solo se conocerá el fruto de esos encuentros una vez que se formalice el espacio que vienen formando.

"El gobernador Juan Schiaretti recibió al ex presidente Eduardo Duhalde en su despacho de la Casa de la Provincia de Córdoba en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ambos coincidieron en la necesidad de construir un espacio nacional superador, que tenga como meta la producción y el trabajo", explicaron en los canales oficiales del Gobierno de Córdoba. Lo mismo sucedió en el resto de las oportunidades.

En la vereda del Gobierno nacional perciben las intenciones de Schiaretti como una amenaza contra las aspiraciones de continuidad, que ya vienen complicadas por la impericia propia. Si bien una alternativa peronista no llegaría a discutir mano a mano la presidencia, si podría empantanar cualquier intento de sprint de la administración del Frente de Todos, menguando el capital peronista en las filas del Gobierno nacional.

En ese sentido, las últimas encuestas publicadas demostraron que el factor del espacio peronista no K en juego le resta puntos al Gobierno nacional, que empata técnicamente con la oposición. Eso empujaría al oficialismo a un ballotage y nocaut directo en esa instancia.

Así las cosas, el armado de Juan Schiaretti no debería pasar desapercibido ya que, con velocidad, va tomando color. Y podría terminar siendo un factor clave a la hora de definir una elección sin precedentes.

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