CÓRDOBA. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, dio hoy su último discurso fuerte como mandatario de la provincia mediterránea. Las palabras del 3 veces gobernador tuvieron lugar en la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura de Córdoba, con un fuerte tono político que dejó entrever la proyección nacional del dirigente peronista.
GENERACIÓN
Juan Schiaretti y su último gran discurso en Córdoba
Juan Schiaretti inauguró las sesiones ordinarias de la Legislatura de Córdoba y se despidió de una actividad muy simbólica como gobernador.
01 de febrero de 2023 - 12:48
Se empieza a cerrar una etapa larga.
Ya sin posibilidades de renovar nuevamente un mandato provincial, y entrado en edad (73), Schiaretti se encamina a abandonar la política provincial, no sin antes hacer un intento nacional. En ese orden, su discurso en la Legislatura estuvo cargado de fuertes críticas al Gobierno nacional, además de hacer un repaso histórico de un periodo de 23 años ininterrumpidos en los que alternó con el difunto José Manuel de la Sota.
“El país debe tener mayor calidad institucional, debe respetarse la división de poderes, deben respetarse los fallos de la Justicia; ningún poder debe pretender avasallar a otro, amenazándolo con juicio político; debe haber un federalismo auténtico donde los gobiernos nacionales dejen de gestionar sólo para el AMBA, en detrimento del interior de la patria”, señaló. En la Legislatura estuvo presente casi todo el arco político de Córdoba.
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Para Schiaretti, la prioridad actual es la campaña de Martín Llaryora, pero además el lanzamiento de su espacio en el que, junto con el salteño Juan Manuel Urtubey, planean presentar una propuesta antigrieta, con especial foco en críticas al kirchnerismo. “¡Debemos decir también un ‘no’ rotundo a la grieta! La Argentina nos necesita unidos y para adelante. Tenemos que atrevernos a dar el salto y poner rumbo hacia una Argentina mejor. Dar el salto significa avanzar con certezas, seriedad y firmeza para enfrentar los problemas que nos aquejan y resolverlos definitivamente”, aseveró.
El discurso fue presenciado por dirigentes opositores de primera línea como Rodrigo De Loredo, Luis Juez y Mario Negri. Los dos primeros, potenciales competidores de Martín Llaryora, quién observó el discurso desde un palco.
“En Córdoba, que no es una isla, logramos sortear gran parte de las dificultades que sufren todos; logramos avanzar con nuestros planes de gobierno; logramos comercializar con países del mundo que confían en nosotros; y lo hacemos porque trabajamos junto a todos los sectores, proporcionando certezas, gestionando con normalidad”, resaltó el gobernador de Córdoba. A pesar de haber sido emparentado con Juntos por el Cambio, Schiaretti se desmarcó incluso en un discurso que encuentra puntos en común con la oposición nacional.
“No es progresista quien gobierna de manera autocrática y feudal por más que recite consignas progresistas, sino quien aplica políticas públicas que apuntalen la movilidad social ascendente, respetando la institucionalidad y coordinando con todas las expresiones de la sociedad”, dijo, haciendo estallar los aplausos de los legisladores del peronismo. En su discurso, Schiaretti demostró además un nivel de poder y respeto local que pocos gozan, ante la mirada atenta de la oposición.
De esa manera, el gobernador saliente dio por concluido un acto de suma importancia para todo el ámbito político. Nacional como nunca, Juan Schiaretti cerró su etapa discursiva como gobernador para embarcarse en el traje de precandidato nacional.
Pero más trascendente aún es el hecho de que se trata de el final de una versión dirigencial que ya está extinta en Argentina, y sobre todo en el peronismo. Una generación que cierra la etapa post dictatorial y que abre paso a nuevos dirigentes.
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