CÓRDOBA. Las intenciones presidenciales de Juan Schiaretti son, según algunos, descabelladas fruto de números de bajo reconocimiento nacional a nivel de encuestas. El gobernador de Córdoba, que hoy comparte espacio con Juan Manuel Urtubey, a priori tiene márgenes de voto magros, por detrás del liberalismo.
CÍRCULO
Juan Schiaretti socava al FDT: Ahora va por la CGT
Juan Schiaretti avanzó para programar una reunión con la cúpula de la CGT en las próximas semanas. Se quiere ganar al círculo rojo.
No obstante, Schiaretti sabe que esa no es su batalla. Al menos no en esta parte del año.
La campaña del ‘Gringo’ actualmente está dirigida al famoso “círculo rojo”, termino con el que se suele referir a los actores más trascendentales de la realidad nacional y que muchas veces escapan a los ojos de los medios como los sindicalistas, gobernadores, empresarios y dirigentes de peso. Es decir, los verdaderos jugadores.
Para Juan Schiaretti, esa fase de campaña es clave porque considera que sin el apoyo de todas esas personas influyentes, una candidatura suya no sería más que un desperdicio. Más aún sabiendo que su exposición mediática a nivel nacional es baja.
Por eso mismo, el cordobés se encuentra en busca de avales trascendentales de dichos actores que pueden ponerlo en órbita en poco tiempo en caso de lograr convencerlos. Para ello, Schiaretti trabajó una oferta electoral muy pensada, en la que quiere terminar con la lógica polarizada, comúnmente denominada “grieta”.
Dicha propuesta fue acercada ya a gobernadores, economistas, empresarios y dirigentes políticos con capital de voto en zonas cruciales. Y ahora, los siguientes auditores de Juan Schiaretti serían los sindicatos.
Cabe aclarar que esto no significa que el cordobés ya tenga en la cartera a todos los nombres con los que se fue reuniendo en el último tiempo. No obstante, cada uno de los encuentros significó una apertura hacia lo propuesto, y un posible apoyo que se podría cristalizar en caso de que Juan Schiaretti pueda traccionar a todos de manera conjunta.
Respecto a los sindicatos, el objetivo del gobernador de Córdoba es poder penetrar de lleno en aquellos que son ajenos al oficialismo nacional. Esos que forman parte de la CGT que no está comandada por Pablo Moyano.
En ese sentido, esta semana Schiaretti concretó una reunión clave. En CABA, el gobernador se encontró con el gremialista Armando Cavalieri, líder a nivel nacional del gremio de Comercio, uno de los más pesados en todo el país.
El encuentro, que tuvo por motivo un intercambio de ideas sobre la realidad nacional, habría sido el paso previo para que Juan Schiaretti pueda encontrarse con las cabezas de la CGT. Un paso más que importante en las aspiraciones del contador.
De concretarse la entrevista prometida entre Schiaretti y la CGT, se podría producir un estado de alarma en el Frente de Todos, considerando que tan solo Moyano está alineado por completo con el Gobierno nacional. De hecho, podría ser el inicio de una fisura fuerte en la Confederación, que ya sostiene tensiones entre el ala K y la no K.
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