CÓRDOBA. El Frente de Todos, rebautizado en Córdoba como “Creo en Córdoba” de cara a las elecciones 2023, vivió ayer momentos de alta tensión con la presentación de la alianza para la contienda municipal en la capital provincial. El armado, que en la provincia mediterránea oficia de oposición, no resistió los fuertes tirones de sus integrantes y terminó por resquebrajarse de manera considerable entre el kirchnerismo duro y un sector peronista más tradicional que compuso el movimiento.
PELEA
Frente de Todos partido: Tiro por la culata en ciudad clave
El Frente de Todos se partió en una capital nacional y nació una nueva polémica. Cuando la jugada sale mal.
La polémica se suscitó luego de que la titular del PAMI en Córdoba, Olga Riutort, anunciara la impugnación de la lista presentada por su propio espacio. Según la dirigente, que desconoció el armado en su territorio, la alianza anotada bajo el sello Creo en Córdoba no estaba completa ante la ausencia de espacios que a nivel provincial sí están presentes en la oferta.
Para Riutort, esa presentación rompió con un pacto de no presentar el sello a las municipales, que están por demás polarizadas entre Juntos por el Cambio y Hacemos Unidos por Córdoba. Algo que desde el sector kirchnerista de la alianza habrían desconocido.
Para la titular del PAMI, la posibilidad de que el Frente de Todos compitiera en las municipales cordobesas se esfumó al momento de que se presentó su candidatura como legisladora provincial en la lista que tiene a Federico Alesandri como candidato a gobernador y a Gabriela Estévez como vice. Todo ello gracias a una maniobra propia que se terminó volviendo en su contra.
La propia Riutort, mediante sus concejales en el Concejo Deliberante de Córdoba, impulsó una normativa que imposibilita a los candidatos municipales haber participado de otras listas en un mismo periodo. El origen de esa norma, patrocinada por el Frente de Todos en Córdoba Capital, fue el bloqueo a las aspiraciones del radical Rodrigo De Loredo, quien especuló hasta último momento con su candidatura a vicegobernador, para terminar yendo por la intendencia.
La medida fue apoyada por el oficialismo provincial que también le encontró beneficio. Pero, tiempo más tarde, Riutort se encontró cercenando sus propias posibilidades.
Cabe destacar que la titular del PAMI es la dirigente de mayor influencia en la capital provincial dentro del universo del Frente de Todos. Ante ello, su nombre surgió como primera opción a la hora de pensar en candidaturas a la intendencia.
Sin embargo, la idea nunca terminó de calzar en la dirigente, a pesar de la especial presión del sector cristinista encabezado por Gabriela Estévez. La ex diputada por San Juan tuvo en cuenta la desaprobación del Gobierno nacional en la capital cordobesa, lo que empujó el rechazo de la aventura, a pesar de que podría haber sido la dirigente más competitiva en casi toda la oferta del Frente de Todos en Córdoba.
Eso no frenó a una parte de la alianza que terminó presentando una alianza sobre el cierre de las posibilidades. Cabe recordar que Córdoba desdobló elecciones, siendo el 25 de junio la provinciales y el 23 de julio las municipales.
Para el ala más dura del kirchnerismo en Córdoba, la candidatura de De Loredo es la que debe ser atacada. Según entienden en esa parte del Frente de Todos, el radical tendría todo acordado con el oficialismo provincial para quedarse con la ciudad.
En la vereda de enfrente está Riutrot que, como conocedora de la capital provincial, augura una batalla muy cerrada entre el oficialismo municipal y Juntos por el Cambio. Lo que llevó al desconocimiento de la alianza compuesta por el Partido Comunista, el Partido Solidario, el Partido del Trabajo y el Pueblo (PTP), el Partido Patria Grande, y Concertación Forja.
Si bien la impugnación aún no fue confirmada, se espera que en los próximos días se concrete. Así, el Frente de Todos pondría a tambalear una escuálida estructura que había logrado erguir en una provincia que lo posiciona como una especie en extinción.
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