Un hombre de 57 años padecía una enfermedad cardíaca terminal sin más opciones terapéuticas disponibles. Los médicos buscaron las autorizaciones pertinentes y lograron salvarle la vida con un trasplante de corazón de cerdo.
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Sin más opciones, un trasplante de corazón de cerdo lo salvó
El paciente se encuentra bien a tres días de la cirugía. El trasplante de corazón de cerdo fue la última medida disponible debido a una enfermedad terminal.
El paciente estadounidense recibió un corazón animal genéticamente modificado para no ser rechazado por su cuerpo en una cirugía única en su tipo. Ya pasaron tres días y el hombre se encuentra bien.
Los xenotrasplantes son óganos no humanos que han sido editados para ser implantados en pacientes en etapa terminal, explica la Revivicor, la compañía de medicina regenerativa a cargo.
El doctor Bartley Griffith, médico líder del equipo, reflexionó:
Del cerdo al humano
La cirugía realizada por un equipo de la Universidad de Medicina de Maryland (USA) es una de las primeras en demostrar la viabilidad de un trasplante de corazón de cerdo a humano, un campo que es posible gracias a las nuevas herramientas de edición de genes.
"Era morir o hacer el trasplante. Quiero vivir. Sé que es una oportunidad en la oscuridad, pero es mi última opción", dijo el paciente David Bennett un día antes de su cirugía.
Para lograr el experimento, la universidad obtuvo una autorización de emergencia de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA).
La misma mañana de la cirugía, el equipo de trasplante extrajo el corazón del cerdo y lo colocó en un dispositivo especial para preservar su función hasta la cirugía.
Este animal ha sido durante mucho tiempo estudiado como una fuente de trasplantes potenciales porque sus órganos muy similares a los humanos. También se investigan riñones, hígado y pulmones.
Editado genéticamente
Los intentos anteriores de trasplantes de cerdos a humanos han fracasado debido a diferencias genéticas que causaron el rechazo de órganos o por virus que representaron un riesgo de infección.
Pero los científicos solucionaron el problema mediante la eliminación de genes potencialmente dañinos.
En este caso, se eliminaron del ejemplar tres genes previamente relacionados con el rechazo y se insertaron seis genes humanos relacionados con la aceptación inmunológica en el genoma del animal.
Asimismo, los investigadores eliminaron un gen de cerdo para evitar el crecimiento excesivo del tejido del corazón.
Además, Bennett recibió un fármaco experimental antirrechazo fabricado por Kiniksa Pharmaceuticals.
Fuente: Reuters