Se trata del primer estudio que mostró cómo la obesidad conduce gradualmente a una mayor atrofia de la materia gris en el cerebro. Los científicos sacaron sus conclusiones luego de examinar los datos de unas 28.000 personas.
La materia gris es una parte esencial del cerebro responsable del control de la ejecución, la actividad muscular y sensorial, así como del aprendizaje, la atención y la memoria.
Por su parte, las cifras de obesidad casi se triplicaron desde 1975. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que más de 1.9 mil millones de adultos tienen sobrepeso y 650 millones son obesos.
Respecto a los niños de 5 a 19 años, más de 340 millones tienen sobrepeso u obesidad, al igual que 39 millones de menores de cinco años dentro de estas categorías.
Uno de los autores, el Dr. Anwar Mulugeta, dijo que los hallazgos se suman a la evidencia creciente de problemas asociados con esta epidemia, una condición genéticamente compleja caracterizada por el exceso de grasa corporal.
Comúnmente se la relaciona con las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y la inflamación crónica, que tambiéne es un marcador de demencia.
“Si bien la carga de morbilidad de la obesidad ha aumentado en las últimas cinco décadas, la naturaleza compleja de la enfermedad significa que no todas las personas obesas son metabólicamente enfermas, lo que dificulta identificar quién está en riesgo de contraer enfermedades asociadas y quién no”.
Estudio
En el nuevo estudio, los científicos evaluaron las relaciones causa-efecto de individuos con tres tipos de obesidad metabólicamente diferentes (desfavorable, neutral y favorable) para establecer si algunos grupos de peso específicos estaban en mayor riesgo que otros.
En todas las categorías el índice de masa corporal es más alto, pero varían en términos de la grasa corporal y la distribución de la grasa visceral, con un riesgo diferente de enfermedades cardiometabólicas.
El estudio encontró que por cada 3 kilogramos adicionales de peso corporal en una persona de estatura promedio, la cantidad de materia gris disminuyó en un 0.3%.
“Descubrimos que las personas con niveles más altos de obesidad, especialmente aquellas con subtipos de adiposidad neutrales y metabólicamente desfavorables, tenían niveles mucho más bajos de materia gris del cerebro, lo que indica que estas personas pueden tener una función cerebral comprometida que necesita más investigación”.
El estudio sugiere el posible papel de la inflamación y las anomalías metabólicas como contribuyentes a la obesidad y a la reducción del volumen de materia gris.
La investigadora principal, la profesora Elina Hyppönen dijo que: