Según el trabajo el virus afectó de manera integral la calidad de vida de los habitantes del país,
Una significativa proporción de las personas consultadas dijo haber sufrido un impacto negativo en su bienestar físico, emocional, material y en sus relaciones interpersonales.
El análisis de los resultados contribuye al diseño y planeamiento de futuras iniciativas para apoyar la recuperación de las comunidades.
Detalles del informe
La consulta abordó cuestiones relacionadas con el bienestar físico, emocional, relaciones interpersonales y bienestar material.
Las zonas de residencias de las personas encuestadas, fueron un 31% es del AMBA, 30% de la zona Centro, 7% de Cuyo, 14% de NEA, 11% de NOA y un 7% de la Patagonia.
El estudio abarcó 2.904 casos en 20 provincias argentinas y buscó medir los efectos de la crisis de la COVID-19 en poblaciones de diferentes rangos etarios
“El impacto de la pandemia es multidimensional y afecta en especial a los sectores más desfavorecidos socialmente. También involucra los vínculos humanos y el sentimiento de comunidad, que debe ser reconstituido. La información obtenida a través del Observatorio nos ayuda en el diseño y la ejecución de nuestra acción humanitaria”, destacó Diego Tipping, presidente de Cruz Roja Argentina.
Según las personas encuestadas, el perjuicio sobre el bienestar físico aparece asociado al descenso de la actividad física También influyen los cambios en la dieta alimenticia, ligados con la actividad laboral y económica. Detalla el trabajo
Entre las problemáticas vinculadas con el bienestar emocional, las que más crecieron son el cansancio (39%) y la ansiedad (38%), donde las mujeres y las personas jóvenes como las más afectadas.
Por su parte, el empeoramiento de las relaciones incidió en particular sobre las mujeres (73%); las personas de 65 años o más (81%); y los habitantes del AMBA (80%). Replica el portal de noticias Infobae.
Del total, más de la mitad de las personas encuestadas vieron perjudicados sus vínculos de amistad; vecindad; su relación con los familiares que viven en el hogar; y con otras personas de la familia.
En cuanto a la pérdida de bienestar material, quienes más lo experimentaron fueron las personas desocupadas y las que obtienen su sustento a partir de changas.
Dentro del primer grupo, un 38% señala que la pandemia tuvo un alto impacto negativo sobre su situación, en tanto que para las segundas, el porcentaje fue del 24%.