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DECEPCIÓN

Netflix: Caleidoscopio, un inicio olvidable de este 2023

Netflix juega con las narrativas pero queda en la nada: Caleidoscopio no es un asalto memorable, pero su forma de contarlo sí

Innovar en los contenidos audiovisuales es difícil, pero Netflix lleva tiempo demostrando su interés por jugar un poco con los formatos habituales.

Ejemplos de experiencias interactivas son la aclamada Black Mirror: Bandersnatch, donde quien tiene el poder de elegir la propia aventura es el público, pero ahora, lo llevaron a otro nivel con Caleidoscopio, una serie que verse en el orden que prefiera el espectador.

Eso no quiere decir que Caleidoscopio sea uno de esos productos que se necesita el 100% de la atención para no perderse de nada, porque cuenta la historia de un atraco, con capítulos conectados entre sí que si bien dejan cierto margen de libertad para elegir cómo ver la historia, lo que cuenta no es lo suficientemente interesante como para que valga la pena.

Caleidoscopio | Tráiler oficial | Netflix

Con una historia que abusa del flashback y que lo necesita con desesperación para poder hacer avanzar la trama (independientemente del orden en el que se mire) Caleidoscopio se queda a mitad de camino con un elenco que podía haber explotado mucho más con la puesta en escena.

Caleidoscopio: Curiosa como experimento pero nada más

El chiste de Caleidoscopio es que a cada suscriptor le aparecen los episodios ordenados de forma diferente, sin números, y sólo identificados por un color, lo que obliga a que haya una multiplicidad de experiencias diferentes para acercarse a la serie, aunque la única regla y no se sabe hasta qué punto lo es del todo, es que Blanco está pensado para ser el último episodio.

Esta es la piedra angular que marca la forma de ver la serie, pero este producto creado por Eric Garcia se sostiene más por su formato que por su forma, ya que las diferentes tramas que dan vida a la historia reiteran tropos propios de otros relatos de atracos, la traición, los pequeños triunfos, las estructuras de personajes y sus personalidades. La casa de papel ya estereotipó ladrones de banco, y en idioma español que no es poco.

El toque exótico de esta configuración en medio de robos y venganzas tiene un trasfondo dramático convencional, y es opacado por la típica historia de traición que lleva a los protagonistas a tomárselo personal en lugar de dejarlo en el plano de los "negocios", y esto hace que las motivaciones de los protagonistas se vuelvan obvias, retrotrayéndose a propuestas similares que fueron más prácticas y no se tomaron tantas molestias.

caleidoscopio.jpg

Su más grande virtud se vuelve su talón de Aquiles: El hecho de ver las cosas en cualquier orden hace que nada se sienta esencial, inclusive el mismo elenco, que pierde fuerza episodio a episodio. Si a eso le sumamos un descarado uso del recuerdo pasado inevitable, el resultado es una serie predecible, y hasta tanto aburrida.

Un punto a destacar es Giancarlo Esposito que tiene cierto margen para desarrollar su arco argumental, sin caer en lugares conocidos o seguros de su inolvidable Gustavo Fring de Breaking Bad y Better Call Saul, y aunque nadie niega sus dotes actorales, casi parece mala leche que esta apuesta opaque su despliegue en cámara.

Caleidoscopio prometía ser una serie revolucionaria pero acaba quedándose en tierra de nadie. Nunca es realmente mala, lo cual ayuda a que se vea con cierta facilidad, pero tampoco tiene nada memorable más allá de ese juego a la hora de ver los episodios, que no deja de ser una forma de intentar enmascarar sus debilidades.

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