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Tras el Capitolio, piden a Biden no caer en la persecusión de la América cristiana y rural

Temen que se avance contra las libertades individuales en un intento por desmontar a los movimientos que inspiraron el ataque al Capitolio el 6/1.

Ayer, el departamento de Seguridad Nacional dijo públicamente por primera vez que USA enfrenta una creciente amenaza por parte de "extremistas domésticos violentos" envalentonados por el ataque al Capitolio el 6/1. El departamento cree que la violencia de aquellos que creen en las falsas acusaciones de fraude hechas por Trump podría tener nuevos episodios en 2021.

Y mientras crece el empuje por nuevas legislaciones para luchar contra esta amenaza doméstica, voces demócratas han salido a criticar un proyecto de ley presentado por el representante también demócrata, Brad Schneider, llamada Ley para la Prevención del Terrorismo Doméstico, que otorgaría a las autoridades nuevas herramientas para monitorear grupos que consideran extremistas.

La irrupción en el Capitolio el pasado 6/1 por parte de fanáticos del presidente Donald Trump y algunos seguidores de teorías conspirativas tales como QAnon u grupos ultranacionalistas, dejó a Estados Unidos en shock. Y si bien la nación tomó consciencia del peligro que representan estos extremistas, la exrepresentante demócrata por Hawaii y exprecandidata presidencial (compitió en la interna del partido con Joe Biden), Tulsi Gabbard, salió a alertar en contra de otro peligro: el de que el combate del extremismo se vuelva una caza de brujas macartista contra todos aquellos que apoyan a Trump o que forman parte de grupos cristianos o siguen ideologías libertarias: 

A Gabbard le preocupa que la ley podría ser eventualmente utilizada para perseguir a los cristianos o a "cualquiera que ame la libertad."

"La turba de gente que asaltó el Capitolio el 6/1 para intentar impedir que el Congreso llevara a cabo sus responsabilidades constitucionales se comportó como un enemigo doméstico de nuestro país. Pero seamos claros: los John Brennan, Adam Schiff y los oligarcas de las grandes tecnológicas que están intentando socavar nuestros derechos constitucionalmente protegidos y convertir a nuestro país en un estado policial con vigilancia al estilo KGB, también son enemigos domésticos y mucho más poderosos y por lo tanto peligrosos que la turba que asaltó el Capitolio", expresó Gabbard en un video de Twitter.

Gabbard criticó comentarios recientes del exdirector de la CIA, John O. Brennan, quien dijo que la administración de Biden está intentando "averiguar cuanto podía sobre lo que parecen ser movimientos insurgentes muy parecidos a los que hemos visto en otros países, que están germinando en distintas partes de nuestro país y ganan fuerza, y forman una alianza terrible de extremistas religiosos, autoritarios, fascistas, racistas, nativistas y hasta libertarios."

Gabbard demanda: "Presidente Biden, te pido a vos y a todos los miembros del Congreso de ambos partidos que denuncien estos esfuerzos por personas como Brennan y otros para quitarnos nuestras libertades civiles que nos son dadas por nuestro creador y están garantizadas en nuestra Constitución. Si no enfrentan a estas personas ahora, nuestro país correrá un gran peligro."

Gabbard señaló en diálogo con Fox News la dificultad en definir el perfil de extremista al que se refiere Brennan: 

"Extremistas religiosos, ¿estamos hablando de cristianos? ¿cristianos evangélicos? ¿qué es un extremista religioso? ¿es alguien que es pro-vida? ¿a dónde llevas esto?

Empezarás a mirar, obviamente, a una persona blanca, obviamente probablemente hombre, libertario, cualquiera que ame la libertad o que quizás tenga una bandera de USA en la puerta de su casa o gente que fue a un mitín de Trump. Una vez que empezás a recorrer este camino, verás a donde lleva- a que sean socavadas de manera muy peligrosa nuestras libertades civiles, nuestras libertades constitucionales, y el objetivo terminará siendo alrededor de la mitad del país."

Gabbard no es la única con este mensaje: la semana pasada, una coalición de 135 organizaciones de derechos civiles escribió una carta en contra de la adopción de nuevas medidas contra el terrorismo doméstico.

Las organizaciones plantean que si bien rechazan el "nacionalismo blanco" en el corazón del movimiento de Trump, creen que nuevos poderes antiterroristas terminarán siendo usados nuevamente en detrimento de "comunidades negras, musulmanes, árabes, personas del Medio Oriente y el Sur de Asia, así como aquellos que se involucran en actividades protegidas por la Primera Enmienda."

Otra representante demócrata que ha llamado a que no se extiendan los poderes antiterroristas tras el ataque al Capitolio ha sido Rashida Tlaib:

 

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