El gobierno de Alemania prohíbe este miércoles (27/07) al Centro Islámico de Hamburgo (IZH), una asociación religiosa musulmana de tintes fundamentalistas que se ha radicado en el país desde hace varios años, a la sombra del régimen de Irán, el gran financista de los yihadistas y de las células adormecidas en Europa.
EXTREMISMO FANÁTICO
Europa, Califato en latencia: Alemania prohibe al yihadismo pro-Irán
En Alemania, tras el ataque a cuchillazos a un profesor por parte de dos inmigrantes sirios, el gobierno prohibe a un grupo islámico chiita por propagar la ideología iraní"de una manera agresiva y militante".
24 de julio de 2024 - 12:06
Alemania prohibe a un grupo islámico extremista pro-Irán
El Ministerio del Interior de Alemania anunció a través de un comunicado que "prohibió el Centro Islámico de Hamburgo y sus organizaciones afiliadas en toda Alemania por ser una organización extremista islámica con objetivos anticonstitucionales".
Tal centro islámico pro-Irán está siendo investigado por las autoridades alemanas por sus vínculos estrechos con la Hezbollah, la milicia chiita libanesa que lanza fuego cruzado diario con Israel y que respalda logísticamente a Hamás, tal como lo hace el régimen de Irán, que está detrás de los huties de Yemen y de todos los grupos yihadistas chiitas de la región.
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"Es muy importante hacer una distinción clara aquí: no estamos actuando contra una religión", explicó la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser.
Reto: Equilibrio en combatir el yihadismo sin ser islamofóbicos
Con la entrada en vigencia de la prohibición del Centro Islámico de Hamburgo que recluta adeptos extremistas, se registraron en Alemania un total de 53 inmuebles en los estados de Hamburgo, Bremen, Berlín, Baja Sajonia, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Hesse, Renania del Norte-Westfalia y Baviera. Además, cuatro mezquitas chiítas han sido cerradas como parte de la prohibición.
Tal grupo chiita pro-Irán es sospechoso de ser el activador del repunte de la ola antisemita desde el incio de la guerra entre Israel y Gaza. Es que, tras el atentado de Hamás el 7 de octubre, reflotó el antisemitismo fogoneado por extremismo islámico, con nuevos actos vandálicos en Alemania, Austria y Francia, casi el doble que otros años: fachadas de viviendas aparecieron marcadas con la estrella de David, justamente en aquellos hogares judíos, casi como una intimidación nazi.
Evidentemente, Europa viene siendo incapaz de controlar el auge del islamismo radical y del flujo de inmigrantes norafricanos que profesan tal religión, quienes llegan a sus costas en barcazas rudimentarias, mayormente de manera ilegal, por supuesto.
Al respecto, el diario francés Le Figaro también señaló hace un tiempo el actual problema en Europa del auge de alcaldes musulmanes —y guettos islámicos en donde no accede la Policía—, que lejos de ser una concepción islamofóbica expone el avance del extremismo yihadista en la región, pero también la incapacidad de absorber prácticas culturales disidentes como el uso del burka.
Por ejemplo, el expremier de Escocia Humza Yousaf, de origen pakistaní, es de religión musulmana (pero no es terrorista). Varios concejales de municipios de Inglaterra, como Mohammed Ali Islam, de 20 años, Ismail Uddin, de 19, y Atira Malik, de 18, profesan abiertamente el Islam, como reveló Urgente24.
Incluso en Malmö, ciudad sueca con mayoría islámica, hay a menudo de explosiones/tiroteos entre pandilleros. Desde allí, tal como contó Urgente24, el imán Basem Mahmoud soltó en su sermón "Suecia es nuestra", al mismo tiempo que llegó a defender el asesinato del profesor francés Samuel Paty (2020) que fue decapitado por un musulmán checheno tras dar clase sobre libertad de expresión.
El Islam en Europa ¿detrás de la Izquierda al poder?
Actualmente, el auge del Islam en Europa, el cual ha cooptado, incluso, a ciudadanos sin origen étnico, preocupa a los ultranacionalismos del continente que se sienten amenazados culturalmente, al menos. Más aún, cuando para el 2050 los musulmanes en Europa podrían llegar a ser unos 75 millones dada la natalidad y la no monogamia presente en tal comunidad, que hoy en día cuenta 20 millones de adeptos en el Viejo Continente.
Sin ir más lejos, las elecciones parlamentarias en Francia ilustraron que la comunidad islámica es, por estos días, un factor clave que determina el poder de cada Nación. Tales comicios legislativos galos estuvieron signados por la votación de 7 millones de musulmanes que eligieron al partido de ultraizquierda Nuevo Frente Popular, al que coronaron de gloria: éste se impuso sobre el del socialdemócrata Macron y el de ultraderecha de Le Pen.
Luego del inesperado resultado —ya que los sondeos daban en primer lugar al partido ultranacionalista de Agrupación Nacional que lideró la primer vuelta— una marea de banderas pro-Palestinas salió a festejar en las calles.
“Solo Mélenchon nos escucha”, dijo en el 2022 una musulmana francesa a La Vanguardia, nacionalizada tras exiliarse de Tánger (Marruecos). La joven, profesora de educación física, cubre su pelo con la hiyab como tantas mujeres que caminan por estos días por la vía pública de Francia, cada día más común que llevar un rosario puesto.
Dicho esto, en el plano alemán, el número de musulmanes ronda los 5,3 a 5,6 millones. Incluso existen suburbios islamistas, en donde no se ven a mujeres sin su hiyab puesta. En esas comunidades cerradas, les han llegado a restringir el paso a las Fuerzas Armadas germanas: evidentemente es una tierra a 'la buena de Allah'.
En ese sentido, el actual gobierno de Olaf Scholz, que sin dudas se alinea con la política centrista-socialdemócrata de Bruselas, ha implementado programas de formación para imanes en las universidades alemanas, a sabiendas de que la comunidad musulmana son una parte fundamental de la sociedad actual: para que se integren a los hábitos y la cultura local, marginando así al extremismo yihadista.
No obstante, los musulmanes aborrecen a Scholz, a tal punto que hace unos meses más de cien mil islámicos se congregaron en el barrio de Sankt Georg de Hamburgo para exigir un cambio de gobierno en Alemania, para cambiar la Grundesgesetz por la ley sharía.
"El califato es la solución" o "Alemania = dictadura de valores", coreaban los manifestantes árabes en tal marcha, la cual fue vigilada por un gran contingente de la Policía. Los medios germanos han calificado tal protesta como una clara "incitación a la violencia".
La difusión de esa manifestación y su convocatoria previa fue hecha por Muslim Interaktiv, un grupo de 'influencers' islamistas (extremistas) que es investigado por la Oficina de Protección de la Constitución (BfV), la inteligencia alemana.
Bajo el slogan "la gota de sangre de un musulmán vale más que la Kaaba", que parte de una frase del poeta persa Ibn Majah del siglo IX, tal agrupación con sede en Hamburgo es considerada la cara visible que oculta al Hizb ut-Tahrir (Partido de la Liberación), un partido prohibido desde 2003 en el país.
La celebridad por estos días de tal grupo Muslim Interaktiv es Raheem Boateng, el líder de 25 años que estuvo presente en la marcha en las calles de Sankt Georg.
En redes sociales, Boateng, de la rama islámica sunnita, insta a sus seguidores jóvenes a luchar unidos por un califato en Europa. A su vez, coopta a fanáticos al asegurar que el futbolista Antonio Rüdiger es uno de los suyos.
Ahora bien, ante estas usuales manifestaciones de los extremistas islámicos, la ministra germana del Interior Nancy Faeser clamó por "una intervención dura" contra tales actos que "son difíciles de soportar cuando las ves suceder en nuestras calles", según declaró al medio berlinés Tagesspiegel.
"Las líneas rojas en las que termina la protección de gran alcance de la libertad de reunión y de expresión deben ser claras. No debería haber propaganda a favor de Hamás, ningún discurso de odio contra los judíos ni llamamientos a la violencia en las calles alemanas", dijo a Deutschlandfunk.
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