Desde el domingo 27/03 rige en El Salvador el estado de excepción para hacer frente a una “nueva guerra contra las pandillas” como decretó el presidente Nayib Bukele. Por 30 días, y es prorrogable, se suspenden algunas libertades civiles garantizadas en la Constitución y el gobierno adquiere aún más poder.
OLA DE HOMICIDIOS
El Salvador: Detenciones masivas y represión activan el caos
Se desató una "guerra contra las pandillas" en El Salvador. El presidente Nayib Bukele suspendió garantías constitucionales y redujo la comida de los presos.
El gobierno de Nayib Bukele ahora puede detener a “cualquier persona sospechosa de participar en una pandilla”, intervenir teléfonos sin orden judicial y disolver reuniones públicas.
Las detenciones alcanzan hasta 1400 personas, y son varios los familiares que denunciaron a distintas organizaciones de derechos humanos que su ser querido no era pandillero y Bukele utiliza el estado de excepción para reprimir a los ciudadanos.
Otras medidas que también se encuentran vigentes en El Salvador desde el domingo incluyen la restricción de la libertad de asociación y reunión y el derecho a la defensa. Asimismo, el plazo de detención administrativa, que habitualmente es de 3 días, pasará a ser de 15 días durante el mes que sigue.
La Mara Salvatrucha
La Mara Salvatrucha, o MS13 tiene su origen en los años 80 en Los Ángeles, USA, hoy sus actividades llegan a El Salvador, Honduras y Guatemala. Nayib Bukele culpa a esta pandilla de iniciar la ola de homicidios sin precedentes que ocurrió la semana pasada en su país. De ahí es que decidió iniciar esta “nueva guerra contra las pandillas” y habilitar las detenciones masivas.
La mano dura es la política que se llevó a cabo desde hace varias décadas para reprimir a estos grupos criminales, pero la evidencia resalta que no hay resultados efectivos. Las pandillas responden con más violencia y se abre un ciclo violento en las principales ciudades del país. Bukele anunció en Twitter las cifras de los detenidos y cómo los van a tratar:
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) sostuvo el lunes 28/03 que el Régimen de Excepción que decretó la Asamblea Legislativa salvadoreña atenta contra los estándares internacionales de los derechos humanos, amenaza la seguridad ciudadana y vulnera el estado de derecho.
Nayib Bukele le respondió a los críticos e instó a la comunidad internacional a enviar alimentos para los pandilleros recluidos en las cárceles salvadoreñas. Las prisiones solo darán dos tiempos de comida en lugar de tres para alimentar a los detenidos en las últimas horas y así no elevar el gasto presupuestario.
Además el presidente de El Salvador pidió a los países que “se lleven a los pandilleros a sus países” haciendo referencia a cuando a mediados de los noventa, Bill Clinton empezó con una política anti inmigración en USA y programa masivo de deportación para residentes nacidos en el extranjero que fueran condenados por delitos violentos asociados con narcotráfico, microtráfico, pandillismo y afines. Esto produjo que muchas personas vinculadas a las pandillas fueran deportados a El Salvador, Honduras, Guatemala y otros países. Aproximadamente 20 mil pandilleros regresaron a Centroamérica entre 2000 y 2004, una tendencia que se mantiene.
La ola de violencia continúa, Bukele refuerza su poder y en las redes se observan salvadoreños en contra y a favor de la medida. Incluso varios solicitaron al presidente que se apruebe la pena de muerte para terminar con las pandillas en El Salvador.
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