Su última juega (la tercera) había generado gran indignación a nivel nacional, principalmente porque el criminal había recibido el beneficio de arresto domiciliario por cárcel, aún con antecedentes de incumplimiento, pero luego de que le notificaron que esta medida había sido suspendida y tendría que volver a prisión porque representaba un peligro para la sociedad, desapareció de la vivienda en la que se estaba hospedando en Medellín.
Después de dos meses viviendo en la clandestinidad, las autoridades lo hallaron en una finca del municipio de Copacabana, Antioquia. Su clamor desmedido de lujos sus allegados a sus familiares como los relojes, valuados en varios millones de pesos y de damas de compañía delataron su ubicación.
"Él le pedía a sus familiares que le compraban ese tipo de artículos y se los hicieran llegar al sitio donde estaba viviendo”, dijo un funcionario ennaonimato a Semana.
Según Semana, el narcotraficante Alias Pichi está recluido ahora en una celda de la Policía Nacional y será trasladado a Bogotá para que siga pagando su condena y asuma nuevas responsabilidades por fuga de presos, porte ilegal de armas de fuego y concierto para delinquir.
Preocupados por su historial de fugas, los alcaldes de Bucaramanga y Medellín, Jaime Andrés Beltrán y Federico Gutiérrez, se unieron para pedirle al gobierno de Gustavo Petro que envíe a Camargo a una prisión lejos de esas ciudades. “Pedimos que el lugar donde se lleve a este bandido no sea cercano a las regiones donde venía operando porque es volverlos a agrupar a quienes han sido capturados”.
La Policía de Bucaramanga lo ha señalado de ser el responsable de la distribución del 98% de microtráfico allí, con un control casi absoluto de las drogas que se mueven en la ciudad.
Cambio de looks tras cada fuga
De acuerdo con RCN Radio, a diferencia de cuando fue capturado en 2018, en las últimas imágenes que se tienen de Camargo se observa que se estaba dejando crecer su barba y tenía un peinado diferente al que lució durante el tiempo que estuvo en prisión.
Tras su fuga, la policía habría recibido alertas en las que indicaban que “Pichi” pintó su cabello de rubio para despistar por completo a la policía en los puestos de control y con ello poder salir de Antioquia.
En 2011, cuando fue identificado por primera vez, ya sumaba casi una década como expendedor de drogas y su rostro aparecía en los organigramas de bandas criminales de esas dos ciudades, según supo El País.
A través de su cambio de looks e indudable auxilio de algún corrupto dentro de la policía, burló a la justicia en varias ocasiones. En 2011, logró evadir un operativo de captura a varios hombres de su organización. Se radicó en Venezuela desde donde siguió manejando su turbio negocio.
En las primeras fotografías que usaban las autoridades para perseguirlo, de 2011, se le veía con el cabello tinturado de rubio. un mes después reapareció sin pelo, 4 años después lograron su recaptura.
Apenas 54 días más tarde aprovechó un permiso de salud para huir de nuevo, saltando del segundo piso de un hospital donde era atendido.
“Tres años después, en 2018, las autoridades volvieron a capturarlo. Condenado por concierto para delinquir, tras un año en la cárcel un juez determinó que pagaría su pena en su casa. No tuvo que escapar de nuevo: meses después, el INPEC determinó que había vulnerado la medida y se merodeaba por las calles de la capital antioqueña”, informó El País.
“Duró dos años fuera del poder de las autoridades hasta que fue detenido por tercera vez, en esta ocasión en Envigado, municipio conurbado con Medellín. Reincidente en la fuga, la justicia lo envió a la cárcel de máxima seguridad de Valledupar. Tres años más tarde, en 2023, un juez de la República le otorgó nuevamente el beneficio de prisión domiciliaria, cambiando una cárcel por su mansión en El Poblado, una de las zonas más exclusivas de Medellín”.
En su más reciente detención, se le ve con barba y otro corte de tipo militar y un poco más robsuto. Los cambios físicos del criminal han hecho que en el país lo asocie con Juan Carlos Ramírez Abadía, más conocido como alias Chupeta, que fue una de las piezas claves en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán. Abadía antes de colaborar con la justicia, se había practicado varias cirugías faciales y tuvo que ser identificado por su voz y sus huellas dactilares, debido a que físicamente era totalmente diferente a la persona de la que se tenían registros en Colombia.
Más contenido de Urgente24
La salud sigue en crisis: Frente a prepagas, CADIME alerta por una brecha crítica
Alerta autismo: "1 de cada 44 niños tiene Trastorno del Espectro Autista"
Desregulación del Transporte Automotor de Pasajeros: ¿Beneficio o retroceso?
Wanda Nara llegó a tarde a su fiesta de cumpleaños y Ángel de Brito no se la dejó pasar
Juicio por corrupción: Benjamin Netanyahu niega todo y ataca a la prensa
Confirman a Aragorn para 'La Caza de Gollum', ¿pero vuelve Viggo Mortensen?