China va por todo. La nación oriental es, hace décadas, una de las potencias del mundo en condiciones de discutirle la hegemonía a los Estados Unidos.
Y en ese sentido, el mercado aéreo es uno de los puntos de control más importantes a la hora de ver el mapa. Se trata del transporte que une a todo el globo.
Es por ello que China viene desarrollando, hace años, el lanzamiento de sus propios aviones. Todo apunta a competirle el mercado a las occidentales Boeing y Airbus, que ocupan casi todas las plazas mundiales.
Si bien el desarrollo de los aviones chinos para pasajeros se vio demorado por las restricciones impuestas desde Occidente, hace pocos días esa espera llegó a su fin. O bien comenzó una nueva era.
El Estado chino, a través de la empresa estatal COMAC (Commercial Aircraft Corporation of China Ltd), anunció la primera venta de un avión de pasajeros mediano propio. La compra la hizo China Eastern, la aerolínea que también pertenece al Gobierno chino.
El primer avión de pasajeros de media distancia vendido fue el C919, un aparato que viene a competir con el Boeing 737-Max 8 o el Airbus A320 Neo. Dos de las más nuevas invenciones de las empresas occidentales.
El avión, diseñado bajo estándares mundiales de calidad, cuenta con la capacidad de alojar hasta 169 pasajeros. Su autonomía varía entre los 4075 a 5555 kilómetros de alcance, según la carga y las condiciones de vuelo.
Para China Eastern, la compra de aviones chinos significa una importante independencia del comercio exterior. Tal es así, que el compromiso de compra con COMAC se hizo por al menos cinco aviones, que realizarán vuelos internos.
El C919 tiene pedidos por 1.115 unidades dentro de China y algunos privados internacionales, por lo que pronto se lo podría ver en cielo abierto. La producción, a medida que se vaya probando la eficiencia del aparato, será aumentada a capacidades inconmensurables.
Para el 2040, COMAC tiene una proyección de venta de 40.600 nuevos aviones. Y los antecedentes chinos hacen pensar que eso es más que posible.
Sin embargo, no todo es color de rosa para China. Existen ciertos insumos que todavía son importados, en especial los referidos a la aviónica.
Esto representa uno de los puntos débiles del modelo COMAC, ya que podría ser víctima de restricciones de ventas por parte de los países occidentales. Eso, claro, teniendo en cuenta el beneficio de empresas como Boeing o Airbus.
Así las cosas, China pareció haber dado el primer paso de una larga historia, que sin duda impondrá condiciones en el mercado aéreo. Con tan solo ver otros antecedentes en otros rubros, basta para comprender el potencial de la industria roja.
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