Como Urgente24 informó el jueves pasado, Rusia y Vladímir Putin idearon un sistema de pagos de su suministro de gas hacia Europa en rublos, para de esta manera facilitar de alguna manera el suministro de hidrocarburo a los países europeos miembros de la Unión Europea (UE). En un inicio, el G7 se negó enérgicamente ante esta propuesta, pero sin embargo, ya pasado el ultimátum de Vladímir Putin de realizar los pagos en rublos para el primero de abril, el suministro de gas ruso a Europa se ha mantenido sin muchas dificultades. En otras palabras, Europa cedió ante los requisitos de Rusia y ha seguido el esquema de pagos impuesto.
Sin embargo, la situación actual es muy diferente luego de que imágenes se hayan revelado este fin de semana sobre la masacre de Bucha, en las afueras de Kiev, (Ucrania) donde miles de cuerpos sin vida se encuentran esparcidos alrededor de las calles, donde, según el gobierno de Ucrania, el ejército ruso arrasó con todo lo que veían, incluidos civiles que pasaban por el lugar.
Estas escenas de devastación generaron la fuerte reacción tanto en el presidente de Ucrania, Volodimir Zelelesnki, como en los presidentes de USA y Francia, Joe Biden y Emmanuel Macron respectivamente. Pero sobre todo, el grito en el cielo de Zelenski ante este “genocidio” apunta una vez mas a instar a los países europeos que continúan consumiendo gas ruso a aumentar las sanciones y el corte de relaciones económicas de Europa con Rusia.
El factor “Bucha”
En el transcurso del fin de semana pasado, muchas imágenes y videos sobre la “masacre” ocurrida en la ciudad de Bucha, a las afueras de Kiev (Ucrania) recorrieron el mundo generando dolor y rechazo total a Rusia. Ucrania confirma y acusa oficialmente al ejército ruso de ser culpable de estas matanzas a miles de civiles inocentes.
Las autoridades ucranianas y los medios de comunicación difundieron un video presuntamente filmado en la ciudad de Bucha, región de Kiev, donde yacen los cuerpos de los muertos sobre la carretera.
Por su lado, el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa ya ha declarado que estos materiales fotográficos y de video, que supuestamente testifican los crímenes del ejército ruso en Bucha, son otra provocación.
Moscú hizo hincapié en que no se puede confiar en los materiales de vídeo difundidos por Ucrania y que hay indicios de falsificación de video.
Ante esta situación, Volodímir Zelesnki está aumentando considerablemente la presión a los países de la UE para que suspendan directamente la compra de gas ruso. También ha dejado los pedidos dramáticos de lado y ha decidido emplear un lenguaje crítico y cortante: acusó el domingo a la ex canciller alemana Angela Merkel y al expresidente francés Nicolas Sarkozy de contribuir a la agresión rusa al hacer demasiadas concesiones a Putin.
Por consiguiente, la UE señaló que está discutiendo de manera urgente una nueva serie de sanciones contra Rusia. El ministro de Finanzas de Bélgica, Vincent Van Peteghem, aseguró que el bloque de 27 países debe acelerar un nuevo paquete de medidas contra Moscú tras los descubrimientos de asesinatos de civiles en Bucha. Y agregó que su país no se opondrá a ninguna sanción contra el sector petrolero ruso.
La ministra de Defensa alemana, Christina Lambrecht, dijo al aire del canal ARD TV que la Unión Europea debería discutir la introducción de una prohibición al suministro de gas desde Rusia.
"Las imágenes son terribles... Se necesita más tracción, incluso con respecto a las sanciones, es necesario discutir a nivel de la UE lo antes posible qué más se puede hacer. Procedo del hecho de que los suministros de energía también se aplican a esto”, dijo la ministra, comentando lo publicado por las autoridades ucranianas de grabación de video de la ciudad de Bucha.
¿Ruptura?
Al mismo tiempo, las autoridades de la mayoría de los países que importan combustible de Rusia admiten que es prácticamente imposible encontrar rápidamente fuentes alternativas de suministro. El ministro de Relaciones Exteriores de Austria, Alexander Schallenberg, se opuso al embargo sobre el suministro de gas de Rusia: “No debemos cometer el error de pensar que solo hay una manera. Tenemos otras formas de endurecer las sanciones y las estamos usando”, dijo a OE24 .
La ministra de Energía de Austria, Leonore Gewessler, señaló que Austria lucharía por la independencia energética, pero hasta el momento depende demasiado de Rusia.
Sin embargo, por el lado del gobierno alemán, este se enfrenta a una presión cada vez mayor en el país y en el extranjero para introducir un embargo energético contra Rusia, ya que los informes de las atrocidades cometidas contra los civiles ucranianos en Bucha aumentaron la urgencia de los llamamientos a la acción. La ministra de defensa, Christine Lambrecht, fue más allá y dijo que era hora de que la UE discutiera conjuntamente la opción de una prohibición total del gas ruso. “Debe haber una respuesta”, dijo en una entrevista televisiva. “Tales crímenes no pueden quedar sin respuesta.
Hasta ahora, Berlín ha rechazado los llamamientos para una prohibición total de las importaciones de energía de Rusia, advirtiendo que las consecuencias para la economía más grande de Europa y para toda la Unión Europea serían devastadoras.
La presión de los vecinos de Alemania ha ido en aumento, en particular los estados bálticos y Polonia. Mateusz Morawiecki, el primer ministro de Polonia, acusó el lunes a Alemania de "interponerse en el camino" de sanciones más duras contra Rusia. “Cualquiera que lea las notas de las reuniones de la UE sabe que Alemania es el mayor impedimento cuando se trata de sanciones más decisivas”, dijo a los periodistas en Varsovia.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, dijo que las atrocidades, en las que se cree que cientos de civiles fueron asesinados al norte de Kiev, no quedarían sin respuesta, clasificándolas de crímenes de guerra, y prometió el domingo por la noche que Alemania, junto con sus socios, sería aumentar las sanciones contra Rusia en los próximos días.
“Estamos trabajando todos los días para crear las condiciones previas y allanar el camino hacia un embargo”, dijo cuando se le preguntó si la noticia del asesinato de civiles en Bucha llevaría a un replanteamiento del gobierno. “Este es también, en opinión del gobierno federal, así como en mi propia opinión, el camino a seguir y que daña a Putin a diario”.
Pero en una señal de debate incluso dentro de la coalición gobernante, el ministro de Finanzas, Christian Lindner, rechazó un embargo de gas. “Estamos lidiando con una guerra criminal”, dijo Lindner antes de conversar con sus colegas de la UE en Bruselas. “Está claro que debemos poner fin lo más rápido posible a todos los vínculos económicos con Rusia. Debemos planificar sanciones duras, pero el gas no puede sustituirse en el corto plazo. Nos haríamos más daño a nosotros mismos que a ellos”.
Dentro de la misma línea, Lindner, dijo que los países de la UE ahora no pueden rechazar el gas ruso. "Sin embargo, por el momento es imposible detener el suministro de gas", respondió a una pregunta sobre posibles nuevas sanciones.
Las encuestas de opinión han demostrado que la mayoría de los alemanes, entre el 55 % y el 77 %, están a favor de detener las importaciones de gas de Rusia, a pesar del impacto que podría tener en su capacidad para calentar sus propios hogares.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo el lunes que estaba a favor de una nueva ronda de sanciones dirigidas a los sectores del petróleo y el carbón de Rusia, pero no pidió que la UE prohíba las importaciones de gas.
Macron fue nombrado por Morawiecki cuando pidió a los líderes europeos que hicieran más contra Rusia. “Presidente Macron, ¿cuántas veces ha negociado con Putin? ¿Qué has logrado? ... ¿Negociamos con Hitler, con Stalin, con Pol Pot?" preguntó.
En Italia también se siente el clima de tensión: En relación con las sanciones occidentales contra Rusia, el primer ministro italiano, Mario Draghi, ha señalado recientemente en repetidas ocasiones la necesidad de medidas para reducir la dependencia de la Federación Rusa en el campo del suministro de energía y aumentar las importaciones de gas natural de otros países: en particular, de Argelia, Azerbaiyán , Túnez y Libia. Sin embargo, el ex primer ministro italiano Romano Prodi cree que Rusia cometerá un gran error si detiene el suministro de gas a Europa.
Prodi subrayó que Italia necesitaba con urgencia otros proveedores de gas.
"Acojo con beneplácito la propuesta estadounidense de aumentar las exportaciones de gas a Europa , pero los productores estadounidenses lo están vendiendo a un precio de mercado, que ahora es muy alto. Espero que haya una oportunidad de recibir energía de una manera más diversificada y manejable". dijo el ex primer ministro.
¿Más humo?
Según Putin, la Federación Rusa continuará suministrando gas en volúmenes y a los precios de los contratos existentes. Agregó que "Rusia valora su reputación comercial, hemos cumplido y seguiremos cumpliendo con las obligaciones en virtud de todos los contratos, incluidos los contratos de gas".
Esto es una realidad que hoy, 4/04, podemos confirmar: Europa mantiene los negocios con Rusia, y el Kremlin continúa su provisión de gas normalmente, aun a través de sus sistema de pagos únicamente en rublos.
La cuestión de Bucha sin dudas ha generado mucho revuelo a nivel internacional, viéndose inclusive hasta un posible punto de inflexión en la guerra sobre la actitud occidental y sobre todo, europea hacia Rusia en términos de sanciones y relaciones económicas. Pero del otro lado hay una realidad, la cual es que Europa no puede sobrevivir sin el gas ruso, y cortarlo de 0, o amenazar de hacerlo cada vez que ocurra un evento grave en la guerra, lo cual es propio de ella por su naturaleza, es una situación muy difícil de sostener por parte de los países europeos.
Hasta ahora, el interés doméstico de cada uno de estos países se ha mantenido intacto, más allá de los choques ideológicos contra el Kremlin. Suspender el gasoducto ruso es inimaginable para las economías de Europa, aún peor, para los ciudadanos que pagan las crecientes facturas de energía. Pero hay que saber separar la cuestión ideológica de la cuestión económica, que es lo que el Kremlin siempre supo hacer, y siempre lo ha hecho en el transcurso de esta guerra.
Sin embargo, un efecto secundario, probablemente dentro de los objetivos de Vladímir Putin, se esta sintiendo cada vez más: la división de posturas dentro de Europa, y también dentro de los mismos países que la conforman, podría ser un resultado de la guerra que acarrea muchas consecuencias en el largo plazo.
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