Tal vez no sea sencillo de explicar porque las sensaciones son eso, son algo que, ejem, se sienten.
PODCAST DEL BIGOTE ACOSTA
Sensaciones: Alberto Fernández perdido en su ombligo
"El ombligo está en el Obelisco", dice 'Bigote' Acosta al abordar sus sensaciones: la polémica historia del porteño Alberto Fernández.
Parecería que Buenos Aires, sus periodistas, su vida diaria, han construido un ombligo tan férreo que su cordón mantiene atado a medios, comunicadores, actores políticos de primer grado y la película que bien podría haber comenzado con la obra de Walter Operto (Ceremonia al pie del Obelisco) se construye diariamente (dijo Clarín /1971/ "Sobra pasión y falta cierto nivel expositivo. La pieza es por momentos demasiado rotunda, directa, con fuertes impactos de barricada que convierten lo que pudo ser un lúcido, agudo análisis político sociológico en un grito lleno de autenticidad, pero algo primario.") Eso dijeron sobre la obra que obligó a cierres y censuras. Otros tiempos. El ombligo está en el Obelisco.
En rigor el asunto viene desde lejos (por “ese río de sueñera y de barro”) y ya en los desparejos andurriales de los fundadores el asunto estaba planteado así.
Ese Virreinato tardío llegó porque se reconocía el comercio y el contrabando sin vigilancia (obvio) que llevó, al Virreinato del Perú, a quejarse. En 1776 y 1777 el tema se define y no ha cambiado. Inventaron un Virreinato. Todo pasa por ese puerto. En ese puerto. Vigilemos ese puerto, dominemos el puerto y dominaremos. Corporativos y claros, esos han sido los pasos de Argentina. Desde dentro siempre se acató la demanda de centralidad.
Esta democracia del 1983 hacia aquí es la primera vez que pone en la cabeza de Goliat a un natural de los andurriales. Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Kirchner, Fernández de Kirchner, Macri. Finalmente un porteño… y abogado. Alberto Ángel Fernández. Casualidad, el poder cruje. Los que critican al poder critican a un delegado que no reacciona, que no reacciona bien, que se muestra en paños menores y a los gritos cuando debe decidir… y finalmente no decide.
Si creyésemos en Wikipedia (¿ porqué no?) esta es su vida:
- ”Alberto Ángel Fernández nació en Buenos Aires el 2 de abril de 1959, hijo de Celia Pérez y Alberto Oscar Pío Fernández (1915-1980), de profesión contador; su progenitor biológico, con quien tuvo escasa relación y lo abandonó cuando tenía cuatro años. A sus siete años su madre contrajo matrimonio con Carlos Pelagio Galíndez, riojano, quien fue juez de la Nación y a quien considera su verdadero padre. Según algunos medios de prensa, su abuelo adoptivo, Manuel Galíndez, fue legislador de La Rioja por la Unión Cívica Radical, información que medios riojanos han señalado como errónea."
- "Su infancia y adolescencia transcurrieron en los barrios de Villa del Parque, La Paternal, Villa Mitre y la actual Villa Santa Rita. Vivió cerca del estadio de la Asociación Atlética Argentinos Juniors, club de fútbol del cual es simpatizante. En ese barrio cursó cuarto y quinto grado de la escuela primaria (Escuela República de México) y terminó ese nivel en la Escuela Avelino Herrera."
- "Cursó el secundario en el Colegio Mariano Moreno, donde fue delegado de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), de tendencia peronista. En 1981 formó, con otros militantes, el Frente de Orientación Nacional, de tendencia forjista, que tras la guerra de Malvinas se fusionó con el Frente del Pueblo (FREPU), donde conoció a Jorge Argüello y Eduardo Valdés. En 1983 se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires con un promedio de 7.80”.
Eso dice Wikipedia.
En el resto, Freud, Lacan y el análisis transaccional dirán lo suyo. Ese resto es la contemporaneidad de la que somos parte. Se quiera o no somos parte de esta historia, de esta ceremonia.
Parecería que el eje es la sucesión. No es cierto pero miremos con ojos de cronista de Buenos Aires este tema.
Todos (¿la mitad?) pretenden que Fernández diga que no será candidato… con lo que quedaría convertido en un presidente sin lapicera, sin chequera y sin mozo que traiga el café, algo de eso sucede, pero el protocolo y la burocracia son cumplidoras de los plazos y las posibilidades.
Todos (¿la otra mitad?) pretenden que diga que será candidato y de ese modo, además de las fracciones internas, terminarán por desconfiar hasta los familiares. No sería un “pato rengo”, sería un paria que el destino se ha empeñado en deshacer (tango)
Es evidente que todos quieren que resuelva ése punto para sus propias necesidades, una estrategia de supervivencia que Fernández entiende muy bien, ha sido parte del juego, y es por eso que intenta sobrevivir al menos hasta “el último café”, después de las PASO, un Rubicón hasta ahora firme en Agosto. Si es que no sucede el milagro de las aguas, esto es: se quitan las aguas y cruza… por las piedras. Difícil, no es El Pastor.
Felicitaría (contrataría, recomendaría contratar…) al publicista que, en una amenaza anónima tras una de tantas balaceras, en un recorte de papel puso ése nombre. Tras su fulgor el mundo habló, comentó, mandó cámaras y corresponsales.
Parecía natural que el “tout” mediático, una vez activada la espoleta, arrojase la granada. Todos voluntarios del tema. Todos esquivando las esquirlas. Por una semana los medios se adaptaron: el tema les era impuesto por un simple cachetazo de realidad de tierra dentro. Tanto esquivar la droga en el ojo propio y genial, genial, les aparece la droga en el ojo ajeno.
Fernández se encontró con una palabra mágica: Messi. No hay CFK que ocupe centímetros, segundos, imágenes o diatribas. Ni guerra lejana. Ni inflación y desocupación cercana. Messi. Se ha llegado a dos extremos. Una ex ministra pidiendo que encabece una campaña de concientización anticonsumo (si, como si el eje estuviese allí y mediante Messi, en fin…) y un presidente que en el reportaje concedido a Mauro Federico sostuviese: “Si Messi se saca una foto con Macri es problema de Messi”…
Queda en el congelamiento que siempre tuvo la resolución de un delito federal con leyes federales y cuerpos militares (Fuerzas Federales) para una reacción. Una. Alguna.
Actores de la política nacional que vienen a solidarizarse y abrazar a Javkin han sido muchos. El tema, el gran tema ya mencionado, la droga, orígenes y ramificaciones no interesa para la foto. La luz de Messi ilumina a Javkin.
Como un actor que no es de Rosario aparece Perotti, el señor Gobernador. Aquí la acusación es de inacción. Difícil defenderse ahora de algo criminal que no fue originado por los suyos, pero que los suyos no mejoraron. Todo lo contrario.
¿Y Fernández? Con todos los focos encendidos, cuando dicen ahora y debe cantar, relatar, ensayar una payada, un relato, cuando el turno es el suyo y se le pide, buenamente, nótese que buenamente, diga su texto en la obra Fernández balbucea, tartamudea, equivoca el libreto, si fuese un escenario la escena es similar a la de Tinelli/De la Rúa.
Hay un texto que debía recitar. Uno que todos podemos cantar, “uno que sepamos todos” Es este:
“Porque el camino es árido y desalienta. Porque tenemos miedo de andar a tientas. Porque esperando a solas poco se alcanza. Valen mas dos temores que una esperanza. Dame la mano y vamos ya. Si por delicadeza perdí mi vida. Quiero ganar la tuya por decidida. Porque el silencio es cruel, peligroso el viaje. Yo te doy mi canción, tu me das coraje. Dame la mano y vamos ya. Ánimo nos daremos a cada paso. Ánimo compartiendo la sed y el vaso. Ánimo que aunque hallamos envejecido. Siempre el dolor parece recién nacido. Dame la mano y vamos ya. Porque la vida es poca la muerte mucha. Porque no hay guerra pero sigue la lucha. Siempre nos separaron los que dominan. Pero sabemos que hoy eso se termina. Dame la mano y vamos ya”.
María Elena Walsh. Nacida en el 1930, en Ramos Mejía. Digamos: porteña. Además gorila. Genial.
Con Messi, sin que él se lo proponga, convocando a un tema nacional del que debería saber (es abogado, este es un tema legal, de obligaciones según juridiscción) con Messi iluminando y sin que nadie lo acuse debía cantar, relatar, ensayar una payada, una que sepamos todos.
Los nombres mundiales pusieron el tema mas allá de “Tio Rolo”, de “Villa Banana” de Barrio Las Flores, de los sitios reales y realmente calientes de Región Rosario.
Por estos pagos, cuando dijo que debía cuidarnos porque rosarinos y santafesinos también éramos argentinos, sólo confirmó una certidumbre. Este Fernández es el único que se pierde en un camino recto, no necesita un laberinto.
Como los astronautas: tenemos un problema; es nuestro presidente, elegido por el voto popular. Qué podemos hacer ahora…. No me pregunte, solo soy periodista, soy el que hace las preguntas.