Transporte: El boleto cordobés condenado a aumentar

La demora del aumento que tuvo lugar en otras ciudades como Rosario se debió a un compromiso de la Municipalidad con los usuarios. Desde allí se prometió que solo se llevaría adelante el incremento una vez que arribaran cada una de las 50 unidades que se compraron para la estatal Tamse, que tuvo que salir al rescate de las líneas abandonadas por la privada Ersa.

Con ese requisito cumplido, es cuestión de días para que los usuarios pasen a pagar una cantidad sustancialmente más alta cada uno de sus viajes. Y aún así, el incremento estaría lejos de una cobertura total del costo.

Según las empresas prestadoras, el boleto de Córdoba debería rondar los $1700 para generar realmente un circuito virtuoso. Mientras tanto, la Municipalidad es el único nivel estatal que asiste con subsidios a las compañías tras la retirada de Nación.

A esa ayuda, se suma la subvención a los pasajeros estudiantiles y obreros que hace el Gobierno provincial.

Colectivo CBA 3P.jpg

Córdoba aumentará el transporte en los próximos días.

Un servicio de transporte digno

A la presión del costo del boleto en Córdoba se suma un estado muy complejo del sistema urbano en general. Con la caída de la prestadora Ersa, se reveló un deterioro importante con corredores operados por unidades viejas y, que en muchos casos, no podían cumplir con las frecuencias mínimas.

Es por ello que la Municipalidad decidió rescindir el contrato con dicha compañía y poner a Tamse al frente. Para renovar parte de la flota con más de 50 unidades nuevas, Passerini debió disponer de más de $9.000 millones.

Mientras se amplía la participación de la empresa estatal, Córdoba encabeza el reclamo por la elevación de los subsidios nacionales al AMBA para el concepto de transporte. Con Passerini como principal interlocutor, varios intendentes provinciales hicieron saber su enojo durante la semana pasada, cuando circuló un monto potencial de erogación nacional para mantener bajo el boleto del Área Metropolitana, al mismo tiempo que en el resto de las ciudades no llega “un peso”.