Funcionarios del ministerio de Economía habrían ofrecido a las petroleras reducir hasta un 30% el valor del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), que grava la venta de naftas y gasoil, en respuesta al planteo de YPF y las otras refinadoras de aumentar los combustibles al menos un 7% en junio. Pero, ¿es posible ir por tal reducción?
¿ES POSIBLE?
Combustibles: Difícil oferta para no llegar al 7% en junio
Desde Economía habrían ofrecido a petroleras bajar hasta un 30% el valor del ICL que grava la venta de combustibles para evitar una suba de 7% en junio. Pero la decisión final la traería Sergio Massa cuando llegue de China.
Cierto es que la baja de la carga impositiva no es sencilla de implementar, y la decisión final se tomará una vez que el ministro de Economía, Sergio Massa, retorne al país tras la gira por China.
"Colaboradores del ministro le habrían ofrecido la semana pasada a YPF y al resto de las refinadoras bajar hasta un 30% el valor del ICL para, de esa manera, no tener que autorizar una suba mayor al 4% como reclaman las empresas", afirmó de fuentes privadas el sitio especializado 'EconoJournal'.
El ofrecimiento se habría producido durante la reunión que el gobierno mantuvo con las petroleras el miércoles de la semana pasada en la sede del Banco Central, en la que le pidieron a YPF, Raízen, Axion Energy y Puma que consigan sus propios dólares para financiar la importación de combustibles durante el próximo trimestre.
Combustibles: Convocan a petroleras con miras a contener la inflación
Las petroleras aprovecharon esa misma reunión de la que participó también la secretaria de Energía, Flavia Royón, para plantear, como moneda de cambio, que el Ejecutivo habilite en junio una suba superior al 4% mensual que se viene aplicando desde diciembre de 2022, pues el dólar viene subiendo por encima del 7% mensual frente al peso.
El precio de los combustibles viene aumentando desde diciembre de 2022 a razón de un 4% mensual (en rigor, la suba real es más alta porque los impuestos están congeladas y porque el incremento en el interior es más alto), mientras que la devaluación del peso superó una media del 6% mensual durante los últimos 6 meses. A raíz de eso, el importe de los combustibles medido en pesos constantes (descontando el impacto inflacionario y la depreciación del tipo de cambio) es el más bajo desde fines de 2018, según datos de la consultora 'Economía y Energía'.
El mes pasado, amagó con congelar el valor de las naftas y gasoil, pero finalmente, 2 días después, autorizó una suba del 4% en los surtidores. Ahora las petroleras piden más y la alternativa que barajarían sería reducir el ICL.
Pero no es fácil que el gobierno pueda cumplirlo:
- Desde lo regulatorio, el marco normativo vigente no autoriza al Ejecutivo a aplicar, de forma discrecional, una reducción impositiva de esa magnitud. Puede bajar el ICL casi un 10% a golpe de resolución de Energía, pero para recortarlo más debería buscar alguna interpretación legal creativa.
- Desde lo fiscal, parece poco probable también que el FMI de luz verde a la medida porque el gobierno dejará de recaudar en 2023, sólo por la decisión de no actualizar los impuestos desde el año pasado (deberían aumentar trimestralmente, pero la Secretaría viene postergando esa suba), unos US$ 2500 millones.
Si aplica una baja del 30% del ICL, las pérdidas para el Tesoro podrían llegar a los U$S3000 millones:
Pero será Sergio Massa quien deba definir qué alternativa tomar a su regreso.
Claro está, la presión de las petroleras aumentó porque saben que junio probablemente será el último mes en que el gobierno habilite una suba de los combustibles antes de las PASO del 13 de agosto...
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