El ajuste fiscal-monetario permitió ordenar el frente externo, pero aún no están dadas las condiciones para levantar el cepo. El equilibrio fiscal resultó una fuerza clave porque quitó presión sobre la cuenta corriente privada, al tiempo que permitió al BCRA recomponer reservas a medida que se remonetiza la economía.
UNA MACRO QUE MEJORA
BCRA y Tesoro: Mejores números pero no como para sacar el cepo
Contra todo pronóstico, el BCRA logró un octubre comprador, desde que arrancó la serie, nunca visto, algo que le da espalda al Tesoro para afrontar la deuda.
El BCRA cerró el tercer mejor octubre de la historia en términos de intervención cambiaria, con compras por US$1.529 millones. Lo logró en un mes en que el cambio en el esquema de pagos de importaciones hacía prever (incluso para el propio BCRA) un fuerte aumento de la demanda de divisas, con estimaciones que apuntaban a una brecha de US$2,3 mil millones entre importaciones devengadas y pagadas.
Los flujos financieros sin dudas tuvieron una incidencia muy importante; particularmente las colocaciones privadas de deuda, con ONs hard dollar por US$2.419 millones en octubre, y la expansión del crédito en dólares, con un aumento de US$775 millones.
Tal como explican desde Facimex, la hipótesis es que esa mayor demanda de divisas para pagos de importaciones simplemente no se materializó; tal como ocurrió en septiembre, cuando el ratio entre importaciones pagadas y devengadas fue de 86% y las proyecciones indicaban que debía ubicarse más cerca del 100%. Esto implica que sigue cursándose una fracción importante de los pagos de importaciones vía dólares financieros, sigue operando la restricción cruzada por pagos realizados en meses anteriores y/o el sector privado ya se acomodó al nivel de deuda comercial.
Cualquiera sea la explicación, la dinámica resultó positiva y, por eso, el BCRA redobló la apuesta, reduciendo nuevamente el plazo de pago de las importaciones de bienes, llevándolo todo a 30 días con excepción de los bienes que cuentan con acceso inmediato.
Para los exportadores también hubo buenas noticias
Las reservas netas (en negativo en -US$6.000 millones) son la gran cuenta pendiente para poder relajar los controles cambiarios.
Tesoro + BCRA
Mientras el BCRA recompone reservas, la política financiera prepara a la economía para relajar los controles cambiarios. Los datos de septiembre mostraron que ya el 29% de la deuda del Tesoro en pesos quedó desindexada, marcando un enorme avance desde el mínimo de 5% alcanzado en abril. También se fue descomprimiendo cada vez más el perfil de vencimientos, con los vencimientos de deuda en pesos (Tesoro + BCRA) de hasta 6 meses representando un 11% del PBI, cuando en enero alcanzaban el 28% del PBI. Además, se redujo considerablemente el stock de pesos que podrían dolarizarse ante un relajamiento de las restricciones cambiarias.
En el segundo trimestre de 2024, la deuda en pesos en manos del sector privado no financiero se ubicó en 1,6% del PBI, similar al nivel registrado durante la unificación cambiaria de 2015.
La estrategia fiscal y monetaria comenzó a mostrar mejoras en indicadores clave. El riesgo país perforó los 1.000 puntos básicos y podría caer a 800 hacia fin de año.
Además, desde principios de julio, los dólares financieros se apreciaron un 28% en términos reales, ubicándose en mínimos desde mayo de 2018 y cada vez más cerca de los dólares comerciales.
Sin embargo, el indicador más importante sigue siendo la inflación. Los resultados en variables sensibles para la sociedad mantuvieron los indicadores de confianza y aprobación en niveles altos.
Los avances del programa
El Gobierno encamina su estrategia hacia el equilibrio fiscal, apaga los motores de emisión, elimina excesos monetarios, avanza en el sinceramiento de tarifas, normaliza la deuda comercial por importaciones, recompone reservas netas y descomprime el perfil de vencimientos de deuda en pesos.
Se proyecta que para 2025 se consolide el equilibrio fiscal, la inflación disminuya aún más, Argentina recupere el acceso al mercado y se alivien los controles cambiarios.
¿Y por el lado de la política fiscal?
En cuanto a la política fiscal, el desafío será compensar una pérdida de ingresos del 1,3% del PBI por el Impuesto PAIS, la moratoria y el blanqueo. Se estima que manteniendo el gasto estable en términos reales, alcanzará con el rebote de la actividad y mayores ingresos por retenciones para sostener el equilibrio fiscal en 2025.
Este equilibrio permitirá profundizar la restricción monetaria, consolidando la baja de la inflación que continuará desacelerando hasta converger al crawling peg y cerraría el año 2025 en 35%.
Con reservas netas mayores a las proyectadas, financiamiento externo para el sector privado y la expectativa de que Argentina recupere el acceso al mercado, se espera que el equipo económico elimine el Impuesto PAIS, relaje restricciones comerciales y elimine el blend (ganando discrecionalidad para intervenir).
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