Las últimas intervenciones públicas de Javier Milei denotaron un fuerte aumento de la agresividad en el mensaje del Presidente contra quienes desafían o simplemente disienten con la mirada de la realidad que éste propone. Hubo esta semana 2 momentos en el que esa beligerancia se hizo palpable. Una fue en una aparición en un evento y la otra en las redes sociales, el lugar natural de expresión y desmesuras del jefe de Estado.
PANORAMA
Javier Milei, entre la furia y la frustración
En sus últimas intervenciones, Javier Milei imprimió una mayor dosis de agresividad contra los que desafían o simplemente disienten con la mirada de la realidad que propone.
En el Congreso de Inversiones Inmobiliarias, el jueves, Milei llamó “manga de hijos de re mil puta” a los economistas que ponen un alerta sobre la baja acumulación de reservas del Banco Central luego de que el Gobierno resolviera inyectar dólares en el circuito financiero para reducir la brecha cambiaria a costa de las tenencias de divisas de la entidad monetaria. Milei estalló contra quienes sugieren que en pos de fortalecer las reservas se compren dólares con emisión monetaria, porque consideró que hacerlo es “romperle el culo al pueblo argentino con impuesto inflacionario”. Más allá de los improperios, la aversión presidencial llama la atención, porque -recuerdan los economistas- hasta mayo se compraron unos US$15 mil millones con el “grifo” de la emisión. No sólo eso: en aquella famosa conferencia de prensa de Luis Caputo y Santiago Bausili, el ministro de Economía calificó a esa emisión como la única virtuosa.
Un día después de los insultos a los economistas, el Presidente volvió a arremeter, y con sobresaltada virulencia, contra el periodismo que no se somete al relato oficial. En un largo posteo en la plataforma X defendió los ataques de los que han sido blanco en las redes sociales varios periodistas críticos del Gobierno. Aunque bajo su interpretación se trate sólo de una respuesta del público contra quienes desde los medios se proponen "mentir, calumniar, injuriar, difamar y hasta extorsionar". A pesar de tanta sensibilidad, el Presidente pierde de vista que él ha sido también partícipe de escraches contra periodistas con acusaciones absurdas. Por ejemplo, les endilgó a varios de ellos haber sido “cómplices” de la violencia que Alberto Fernández presuntamente ejerció contra la exprimera dama Fabiola Yañez y que es motivo de una causa penal.
Un dato aparte. Es llamativa la carencia de vocabulario que el Presidente exhibió en su carta contra los trabajadores de la prensa. Utilizó de forma redundante palabras derivadas del verbo “llorar” para referirse a las quejas de los periodistas agredidos. También se registran varios errores de tipeo. Esta pobreza literaria explicaría, entre otras razones, por qué Milei tuvo que -como denuncian- recurrir al plagio para completar sus libros.
Frustración
¿A qué se debe este arranque brutal del Presidente? Hay una hipótesis que abarca algunos elementos para explicar esta repentina disminución de su tolerancia con la disidencia, que ya era bastante baja, pero sin llegar a estos niveles de violencia, al menos desde que asumió. La conjetura apunta a que el Presidente experimenta algún tipo de frustración con la sociedad, la que estalla en forma de furibundas agresiones contra los que no comparten su mirada de la situación actual. Para usar palabras del líder libertario, contra “los que no la ven”.
Hubo un episodio que funcionó como disparador de esa teoría. En su participación en el Consejo de las Américas el mismo jueves, Milei definió los resultados de lo que va de su gestión como “el milagro argentino del que habla el mundo”. Probablemente haya impulsado esa afirmación el elogio que días antes hizo Donald Trump del programa de ajuste aplicado en “un lugar llamado la Argentina”. Pero el Presidente lamentó que el fenómeno sea visto por tantos “menos por los argentinos”. Tal vez quiso referirse, en realidad, a los “econo-chantas” que venía despreciando en su discurso (en el congreso inmobiliario fue más claro al respecto, si es que no se corrigió). Pero el fallido pudo revelar algún grado de insatisfacción que lo embarga. “Me da la impresión que el “no la ven” comenzó siendo un gesto de arrogancia predictiva, pero pareciera haber mutado a un reproche “cómo que no la ven?””, apunta el politólogo Lucas Romero.
Ese descontento que insinúa Milei coincide con la proliferación de estudios de opinión pública que muestran un deterioro en su popularidad, o, en el mejor de los casos, un estancamiento. Encuestas como las de Aresco (que se siguen con atención en la Casa Rosada) y de Solmoirago siguen ubicando la imagen del Presidente en sintonía con aquel casi 56% que obtuvo en el balotaje, pero nunca por encima de ese guarismo. ¿Qué le molesta más al Presidente? ¿Perder popularidad o no poder atravesar su techo histórico? ¿Se fastidia por los que dejaron de verla o por los que no la vieron nunca? ¿O por todo? En cualquier caso, la furia de Milei contra los que plantean miradas disidentes -economistas y periodistas- sugiere que el Presidente los encuentra responsables del desgaste de su figura o, en el otro extremo, de no conseguir que se construya alrededor de su proyecto y persona algo parecido a la unanimidad, como, por ejemplo, el 85% de los votos con los que su amigo Nayib Bukele reeligió en El Salvador.
Pero si el Presidente quiere explicaciones de los límites con los que se topa, debería buscarlas en la economía. La consultora Scentia publicó que durante julio se produjo la mayor caída interanual del consumo masivo de los últimos 3 años, un 16%. Por su parte, de acuerdo a datos del INdEC, la utilización de la capacidad instalada industrial se contrajo mes luego de 2 meses de suba, y se ubicó en uno de los niveles más bajos desde diciembre. La UIA, en tanto, midió un retroceso del 20% de la actividad en junio contra junio de 2023. Y el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) registró hasta mayo la destrucción de 115 mil puestos de trabajo. Por su parte, la CEPAL empeoró las previsiones para el país y proyecta una recesión más profunda para este año.
Por otro lado, la inflación desaceleró en julio respecto del mes anterior, pero el 4% registrado por el INdEC superó las previsiones del Banco Central. Además, el denominado IPC Núcleo, que está desprovisto de factores estacionales, subió y se mantuvo dentro del promedio de 3,7% de los últimos meses. Por su lado, la inflación mayorista, que el propio Milei toma como referencia, también mostró un avance. En agosto difícilmente la variación de precios perfore su piso actual dados los aumentos de tarifas que se autorizaron. Este factor también es un condicionante para el rebote económico. Según análisis de la consultora de Orlando Ferreres, se moderó la recuperación de la actividad producto del impacto en los salarios de las subas de los precios regulados. Lo explicó Fausto Spotorno, economista de esa firma: "Gran parte de la recuperación salarial terminó siendo para pagar una parte de las tarifas”.
En otro extremo, Milei también encuentra dificultades en la arena política. Tras la sanción de la ‘Ley ómnibus’ y el paquete fiscal, la actividad parlamentaria del oficialismo parece más enfocada a evitar avances opositores que a impulsar su propia agenda. LLA debe batallar para que no le rechacen el DNU 70 de desregulación, ni el que le otorgó $100 mil millones a la SIDE, que ya habría consumido el 80% de esos fondos. Los que hablaban de la “voracidad” de Santiago Caputo sabían a lo que se referían. En materia de Inteligencia, el Gobierno también deberá hacer un esfuerzo para que la presidencia de la comisión bicameral que controla el espionaje quede en manos de un opositor friendly cuando corre el riesgo de que el kirchnerismo, que tiene mayoría en esa oficina pacte con Martín Lousteau para que el senador radical, uno de los más críticos del Poder Ejecutivo, se quede con la titularidad. A instancias de la UCR, además, Diputados le dio media sanción a un proyecto para actualizar el presupuesto universitario por inflación. Como la movilidad jubilatoria que ya tiene luz verde de ese mismo recinto, la actualización de partidas para las universidades amenaza el déficit 0 de las cuentas públicas que Milei se trazó como norte, y que será la regla -anticipó- alrededor de la cual se confeccionará el presupuesto del año que viene. Con la alta chance de que el Senado convierta en ley alguna o ambas iniciativas, al Gobierno sólo le queda la herramienta del veto.
Milei, mientras tanto, sigue comiendo milanesas con Mauricio Macri en Olivos, probablemente muy a pesar de Karina Milei, quien en paralelo mantiene sus cuitas con Victoria Villarruel. La Vicepresidente hizo saber que desde el despacho de la secretaria general de la Presidencia nunca le enviaron la invitación para la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas. La respuesta de la hermana presidencial podría ser su último tuit en el que cita una frase adjudicada a José de San Martín, en el día de la conmemoración de su paso a la inmortalidad: “La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder”. ¿Se calzará el sayo la Vice?
Milei al menos puede aprovechar la tormenta que sufre el peronismo. Alberto Fernández fue imputado por lesiones graves y amenazas en el marco de la causa iniciada por Fabiola Yañez por violencia de género, y hay nerviosismo por lo que pueda trascender del contenido de su teléfono celular que fue secuestrado por la justicia. El caso, que tuvo más revelaciones durante esta semana, desinfló de atención la declaración de Cristina Kirchner como víctima en el juicio oral contra los 3 acusados por el intento de asesinarla. Tras su presentación se divulgó una foto de la exPresidente con un reducido grupo de dirigentes cuya representación no iba mucho más allá de La Cámpora o el peronismo del conurbano bonaerense.
Más contenido de Urgente24
Cuidado Javier Milei: "Se puede crecer con cepo cambiario pero no sin dólares"
Infobae sustituye a Clarín como 'voz del estadio' en el caso Fabiola
Personal Militar: A la cama sin cena (ni merienda) y sin aumento salarial
Construir "ideas de equilibrio" para renacer: Cómo vive el peronismo el Albertogate