Si bien intentó minimizarlo y salió con un sorpresivo tuit esta mañana (17/11) a aclarar que está recuperándose, lo cierto es que el presidente Alberto Fernández no resistió la gira por París (Francia) y Bali (Indonesia). Desmayos, vahídos, jadeos y palidez son algunos de los detalles que llegan de los cronistas.
¿NÉSTOR 2022?
Alberto Fernández se desmayó, jadeaba y ahora lo maquillan
El presidente Alberto Fernández no resistió el viaje a París y Bali. Los datos que llegan son preocupantes.
"Gastritis erosiva con signos de sangrado". Ese fue el diagnóstico de la Unidad Médica Presidencial el pasado martes 15 de noviembre. Al parecer, la descompensación que sufrió en Bali (Indonesia) previo a su participación en actividades del G20 y una reunión bilateral con su par chino, Xi Jinping, fue importante:
Según fuentes oficiales a los periodistas, "se trató de un episodio complicado, sangró mucho y eso le provocó la descompensación".
Alberto Fernández se desmayó, jadeaba y ahora lo maquillan
El periodista Pablo Ibáñez reveló en DiarioAR que el cuadro respondía a una "úlcera de duodeno, que agravó un cuadro de gastritis que el Presidente acarrea hace tiempo y nunca trató, y que derivó en el episodio".
Ese último detalle recordó a muchos la actitud del expresidente fallecido Néstor Kirchner, quien nunca le llevó el apunte a los médicos y, cuando lo operaron, rápidamente se fue a un acto en el Luna Park organizado por la Juventud Peronista, en 2010. De hecho, Kirchner no pudo hablar ese día y tuvo que hacerlo la entonces presidente Cristina Kirchner.
Una fuente muy cercana al mandatario reveló a Ibáñez que Fernández “sabía que tenía una gastritis que le daba acidez, pero cuando lo afectaba, lo resolvía con Uvasal”, detalló una fuente y precisó que esta vez fue un sangrado profuso, que generó preocupación en todo el equipo y que la indicación médica fue que el Presidente hiciera reposo. El diagnóstico se hizo luego de una endoscopía que permitió determinar el origen y lugar del sangrado, se lo medicó y se le suministró suero.
La recomendación médica fue, además, que acorte todo lo posible la gira. Fernández estuvo 4 horas internado en observación. Ibáñez contó que la descompensación lo dejó "muy pálido" y que lo tuvieron que maquillar para las reuniones con el presidente chino, Xi Jinping, y la directora del FMI, Kristalina Georgieva.
Ahora bien, el periodista Roman Lejtman, desde Infobae, fue profundizó algo más en el estado actual del presidente:
Fue una situación dramática y compleja que no terminó en Bali. Y su evolución depende de las reglas de juego que cumpla el Presidente. Si su voluntad política niega la capacidad profesional de sus médicos, el resultado podría repetirse.
La comitiva explicó en Indonesia que Alberto Fernández fue embestido por un caso de correlación: comió apurado, hacía calor, está preocupado, durmió poco y sufre stress. Es decir: la sucesión de esos hechos causó la gastritis con sangrado. Esa explicación oficial, es –al menos- endeble.
En realidad, en Bali, el jefe de Estado fue golpeado por un hecho causal: cumplía una agenda parecida a una Montaña Rusa y su sistema gástrico exhibe un daño grave que es imposible de mejorar solo con una pastilla de venta libre.
La zona VIP del G20 tenía un lugar asignado a cada delegación que llevaba el nombre coloquial de casa. En la Casa Argentina estaba el médico presidencial Manuel Estigarribia, junto a los asesores y funcionarios que completaban la delegación oficial.
Ya habían visto a Alberto Fernández saludar a su colega de Indonesia, Joko Widodo, y esperaban el primer discurso del jefe de estado en la apertura de la cumbre.
Estigarribia tomó su maletín y corrió hacia otro sector VIP, que estaba en un subsuelo del hotel The Apurva Kempinski Bali, sede de las deliberaciones del G20.
El Presidente estaba sentado y se lo veía mal. La organización del G20 había dispuesto 20 ambulancias para los miembros de la cumbre, y Alberto Fernández fue subido a una de ellas. A su lado estaba Estigarribia.
En Bali se habían preparado tres hospitales distintos para los jefes de Estado, que respondían al nivel de gravedad que debían atenderse: cuadros complejos, de mediana intensidad y leves.
Alberto Fernández fue llevado al hospital General Sanglah que atendía cuadros de mediana intensidad. Ese quedaba justo al lado del hotel Media, su lugar de residencia durante el foro global.
Alberto Fernández se quedó en reposo, mientras su equipo médico analizaba las vías aéreas para salir de Bali y regresar a Buenos Aires.
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