¿Qué tendrá que decir el responsable de la cartera de Producción, Francisco “Pancho” Cabrera, a cuyo cargo se encuentra la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional, cuando DNI (Desarrollo de Negocios Internacionales), que dirige Marcelo Elizondo, le enrostra que Argentina ha sido en 2017 el país de peor performance exportadora en la región.
NI LA INSERCIÓN INTERNACIONAL FUNCA
Yo, la peor exportadora de todas
A juzgar por el comportamiento de las exportaciones de toda la región en 2017, la peor performance que presentó Argentina respecto de nada menos que 12 vecinos denota que existe un grave problema de inserción internacional, una de las claves declamadas por el gobierno de Mauricio Macri cuando asumió hace más de 2 años. Es el diagnóstico que surge del informe elaborado por la consultora DNI, que dirige Marcelo Elizondo. Desde 2010 el país no para de caer en materia de participación de las ventas externas en el concierto regional y mundial, e inclusive fue desplazado del 3er lugar por una economía más chica como la chilena. Lo que sucede es que junto a Colombia y Brasil, el país trasandino “tiene una gran red de acuerdos internacionales que les permite crecer rápidamente cuando mejora la demanda, mientras que México y Brasil son países de grandes empresas”, explicó Elizondo. En ese sentido, Argentina tiene 6 multinacionales contra 15 de los brasileños, pero también es cierto que la administración de MM descuidó la política de fortalecimiento de las Pymes para competir en el exterior. Los ministros del ramo, el de Producción Francisco Cabrera y el canciller Jorge Faurie, son figuras decorativas en la saga externa.
Las exportaciones de bienes argentinas crecieron apenas 0,9% el año pasado, llegando a US$58.428 millones, resultado al que la Administración Cambiemos no parece preocuparle demasiado, si bien por delante estuvieron 12 países de la región, como Colombia (19%), Brasil (18,5%), Ecuador (13,7%), Chile (12,7%), Perú (11,3%), Bolivia (11%), México (9,5%), Uruguay (9,2%), Paraguay (9,2%), Guatemala (7,1%), Costa Rica (7%) y Panamá (3,5%).
El platillo exportador de la balanza comercial no fue, en rigor, el único causante del déficit de US$ 8.500 millones con que se cerró el año y de que se haya agravado el agujero negro de la cuenta corriente del balance de pagos, que llegó a 5,1% negativo, que lo convierte en el peor de los últimos 8 años.
Coincidió otra mala noticia deparada por el rubro importador, ya que el rojo de las autopartes ocupó el 80% del déficit comercial.
Una curiosidad estadística fue que, al haber crecido el PBI más que las exportaciones (e incluso más en el caso del PBI medido en dólares), el ratio exportaciones/PBI en Argentina descendió (desde bajos niveles) aún más en 2017.
Resulta cuanto menos llamativo que en un gobierno poblado con tantos CEOs de la actividad privada se haya inclusive agravado la desvinculación en gran medida de las empresas locales de las corrientes del comercio mundial, arrastrando problemas de competitividad y dificultades de inserción de parte de las cadenas globales de valor que la gestión económica de Mauricio Macri no resolvió.
Inserción internacional
El titular de la consultora DNI y autor del informe, Marcelo Elizondo, adjudicó el hecho a "los costos de producción en Argentina y problemas de inserción internacional".
En este sentido, recordó en declaraciones a El Cronista Comercial que Chile, Colombia y Brasil tienen una gran red de acuerdos internacionales que les permite crecer rápidamente cuando mejora la demanda, mientras que México y Brasil son países de grandes empresas.
Frente a eso, en la Argentina predominan las pymes y, además, hay que "trabajar mucho en productividad, competitividad e inserción en cadenas globales de valor", señaló.
¿Cabrera? Bien gracias. En lo que de él depende, el sector externo no contribuye demasiado a aventar temores de una salida traumática, como ha ocurrido en el pasado, riesgo que aumentará en la medida que crezca el endurecimiento de la financiación internacional por la suba de la tasa de interés en Estados Unidos y la repercusión que pueda tener en el éxodo de capitales desde los países más vulnerables hacia el Norte: Argentina es, en estos momentos, el que se encuentra en la posición más débil.
El informe de Elizondo hace hincapié en que nuestro país no logra recuperarse de las caídas desde los tiempos de altos precios internacionales de los commodities, a inicios de esta década.
Pero aún una comparación directa de lo sucedido desde entonces con la balanza de las ventas externas argentinas en relación con la de los países vecinos, agrava las conclusiones, ya que revela que se está perdiendo participación en las exportaciones de la región.
No sólo Argentina ha quedado muy por debajo de las dos economías más grandes de la región (México y Brasil), sino que se consolidó la resignación del 3er lugar a manos de una economía menor que la nuestra como la chilena.
Así, en 2010 Argentina exportaba por una cifra que representaba el 22% de lo que exportó México y en 2017 lo hizo por una cifra que representó solo 14,3% en relación a México.
En tanto, las exportaciones argentinas de 2010 equivalían al 33,9% de lo que exportaba Brasil, y en 2017 ese guarismo retrocedió al 26,8%.
Hasta 2009, Argentina exportaba más que Chile (US$ 55.669 millones contra US$54.004 millones; y en el previo, 2008 Argentina exhibía US$ 70.019 millones versus US$66.259 millones del país trasandino).
En 2010 nos había superado como exportador, y en ese momento Argentina quedaba 4 puntos abajo, pero en 2017 la brecha se amplía a 14 puntos.
También con el resto de los vecinos la merma fue significativa. Aún cuando sus números siguen siendo más bajos que los de Argentina, en 2010 Perú estaba justo a mitad de camino y ahora le descontó 20 puntos. Y mientras exportábamos 2/3 más que Colombia en 2010, hoy apenas estamos en la mitad más que el país caribeño.