CÓRDOBA. El horizonte climático que el campo argentino puede esperar de cara al verano 2025 mejoró considerablemente según el último pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional. Las proyecciones, que en la previa suponían un periodo de sequía marcada, ahora vislumbran un nivel normal de precipitaciones.
LLUVIAS
Campo 2025: Mejora el horizonte climático en zona crucial
Las proyecciones mejoran a nivel de precipitaciones a pesar de La Niña. El núcleo productivo incrementa sus perspectivas de cara al verano.
Ese cambio se debe a la debilitación del fenómeno “Niña” que se presentó a partir de la llegada de la primavera. En especial en la zona de Córdoba, donde el núcleo productivo arrastra un déficit hídrico importante pero que disminuyó considerablemente luego de varias semanas con lluvias consecutivas.
Allí, el SMN proyectó un nivel normal de precipitaciones, mejorando el pronóstico que previamente indicaba condiciones más secas. Algo que, naturalmente, afectaba las expectativas de los productores de la zona.
“Esta previsión debe ser considerada sobre el valor medio del trimestre. Dada la época del año sumado a la baja señal de forzantes de gran escala (El Niño/ La Niña) se espera que continúen predominando las oscilaciones de menor escala (subestacionales y sinópticas), lo cual puede favorecer tanto períodos y/o áreas de eventos de precipitación más intensa que lo normal, como de escasas lluvias”, explicó el organismo en su informe que abarca los meses de diciembre 2024, enero y febrero de 2025.
El calor sí será desafío para el campo
Si bien la falta de agua estaría “descartada”, lo que sí estará presente será la alta temperatura. Las proyecciones indican que los productores deberán enfrentar un clima más cálido que lo normal tanto en Córdoba como en el resto de la zona núcleo, abarcando a Santa Fe, parte de La Pampa y Buenos Aires.
Mientras tanto, los productores avanzan en el proceso estival de siembra y cosecha tardía de algunos cultivos del ciclo anterior. En lo que va del 2024, el agro generó ingresos de divisas por más de 23.000 millones de dólares.