SALUD

ANALGÉSICOS RECETADOS

Adicción a los opioides: la nueva crisis y principal causa de muerte en EE.UU

El opioide es una clase de drogas que incluye heroína, ciertos analgésicos recetados y fentanilo ilícito, genera un alto nivel de adicción y aumenta el riesgo de muerte por sobredosis. De hecho, desde que comenzó a comercializarse hasta el día de hoy, han muerto millones de norteamericanos a causa del consumo de este medicamento, posicionando esta situación como la principal causa de muerte en el país. Comunidades devastadas, familias enteras que son adictas, juicios millonarios a los laboratorios y una investigación en el congreso de EE.UU.

Estados Unidos se encuentra sumergido en una crisis por el consumo de medicamentos con opioides, que generan un alto nivel de adicción  y aumentan el riesgo de muerte por sobredosis. Alrededor de 68,000 personas murieron de sobredosis en el 2018 y 2/3 de este tipo de fallecimientos en EE.UU. implican algún tipo de opioide, una clase de drogas que incluye heroína, ciertos analgésicos recetados y fentanilo ilícito.

Estos medicamentos deben ser recetados por los médicos, sin embargo, no existía regulación alguna sobre la cantidad que podía ser indicada para cada individuo. La prescripción de opioides comenzó a aumentar a principios de los años 90, impulsado por 2 fuerzas. Uno fue una campaña de oncólogos y especialistas en dolor para corregir el subtratamiento del dolor. El otro fue la introducción en 1996 de la potente oxicodona-medicamento de liberación de tiempo, que la compañía farmacéutica Purdue Pharma comercializaba vigorosamente a los médicos.

Empacada con hasta 80 miligramos de oxicodona por píldora, la oxicodona se convirtió en un imán para los consumidores de opiáceos. Y con un valor en la calle de US$1 el miligramo, la oxicodona se convirtió en moneda local.

¿Qué son los opioides?

Los opioides son una clase de medicamentos que se encuentran naturalmente en las amapolas, las mismas plantas que se usan para producir heroína. Los médicos lo recetan para tratar varios grados de dolor, ya que actúan de una manera más rápida, prolongada y fuerte que los analgésicos tradicionales. Pero, son esas mismas las características que hacen a los opioides adictivos y posibles causantes de sobredosis.

De todos modos, estos medicamentos fueron recetados desmedidamente a pacientes a lo largo de EE.UU en las últimas 2 décadas: en el año más alto (2012), el número de recetas superó los 255 millones, o 81,3 por cada 100 estadounidenses.

Williamson, el símbolo de la adicción

Según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC), la principal agencia de salud de EE.UU., el estado de Virginia Occidental tuvo la tasa más alta de muertes por sobredosis de drogas en el país: 57,3 muertes por cada 100.000 personas en 2017, más del doble del promedio nacional, que es de 21,7.

La Administración para el Control de Drogas (DEA) afirma que los distribuidores de medicamentos enviaron más de 780 millones de píldoras de oxicodona e hidrocodona, los analgésicos de opioides más comunes, a las farmacias de Virginia Occidental entre 2007 y 2012.

Por su parte, el condado de Mingo, donde se encuentra la ciudad de Williamson, es uno de las 4 regiones con mayor cantidad de muertes por abuso de pastillas prescritas.

Williamson, concentra cerca de 3.000 habitantes, pero entre 2006 y 2016, la ciudad se convirtió en el destino de 20 millones de unidades de analgésicos opioides, según un informe de diciembre del congreso de EE.UU. Las autoridades de salud estiman que, tan sólo en esta ciudad, alrededor de 218.000 estadounidenses murieron por sobredosis relacionadas con opioides recetados entre 1999 hasta 2017.

Se calcula que en Williamson, el promedio de consumo por persona equivale a más de 6.500 unidades de opioides.

Williamson se volvió más simbólica que otras ciudades en las que también se consumían opioides en exceso debido al volumen que llegaba y al hecho de que las personas viajaban kilómetros para comprar los medicamentos”. Algunos cuentan que, empezaban a hacer la fila a las 6 am afuera de las farmacias para obtener sus pastillas.

Además, entre floja regulación del estado y la geografía (la ciudad es cercana a la frontera con Kentucky y Tennessee), Williamson se convirtió en un destino ideal para la apertura de las nuevas "clínicas del dolor" y para una oleada de recetas.

La familia responsable, entre las 20 más adineradas de EE.UU

El laboratorio Purdue Pharma es el fabricante de OxyContin, el opioide más vendido y, desde inicios del 2000, del que más se ha abusado en EE.UU., según el Centro Nacional de Información Biotecnológica de ese país.

Actualmente, Purdue Pharma se encuentra en el centro de un gran número de demandas legales. Los dueños de esta compañía , la familia Sackler, han sido calificados por la revista Forbes como una de las 20 familias más ricas de EE.UU.

A partir de la crisis desatada y las demandas a las que se deben enfrentar, los Sackler están envueltos en una controversia que generó que la National Portrait Gallery de Londres a rechace públicamente la  donación de US$ 1,32 millones de su parte.

drogas

Consumir para “escapar”

"Las tasas más altas de muertes por drogas se concentran en las comunidades mineras con dificultades económicas o en aquellas que dependen de los empleos del sector de servicios", dijo Shannon Monnat, profesora asistente en la Universidad de Syracuse, Nueva York, al medio BBC. Monnat estudió el impacto de la crisis de opioides las zonas rurales de EE.UU.

"Para muchas personas, las instituciones de trabajo y la familia se han desmoronado en los últimos 30 años, y ha dejado a algunas con poco significado en sus vidas", explica. "Las drogas son una forma de escapar de ese dolor emocional o de falta de conexiones o de un propósito en la vida", añade Monnat.

"Comenzó con los mineros que necesitan la medicina para su dolor, pero pronto escuchamos historias de miembros de sus familias que también usan la medicación, incluidos niños que robaban las pastillas para divertirse", cuenta.

Las zonas rurales son el foco de consumo ¿coincidencia?

"No creo que las compañías dejaran todas esas píldoras en lugares como Williamson por accidente. Era parte de su modelo comercial para apuntar a las comunidades que estarían en mayor riesgo", le explicó Frankie Tack,  experto en adicciones de la Universidad de Virginia Occidental, quien además integra un grupo que estudia los negocios de las compañías farmacéuticas en áreas rurales.

Según Tack el atractivo para las laboratorios reside en que, "en Virginia Occidental hay muchas ciudades con personas involucradas en trabajos manuales y con menos acceso a servicios médicos. Algunas ni siquiera tienen un hospital". "He entrevistado a pacientes que tomaron opioides sin siquiera saber qué eran, y mucho menos que podían engancharse. Si observan esta epidemia, verán que las víctimas fueron inicialmente personas de mediana edad, las que tienen más probabilidades de necesitar medicamentos para el dolor", añade el académico.

Los fabricantes y distribuidores negaron rotundamente estas acusaciones.

Los laboratorios fueron multados

Purdue Pharma comenzó a vender el OxyContin (analgésico con opioides) en 1996. Para el año 2001, ya había generado más de US$1.000 millones en ventas. Sin embargo, los informes sobre muertes relacionadas al abuso de opioides no tardaron en llegar. Entre 1999 y 2007, los fallecimientos por sobredosis de drogas en EE.UU aumentó de 16.849 a 36.000 casos.

En ese mismo año, Purdue no vio otro camino más que declararse culpable de engañar al público sobre el riesgo de adicción de OxyContin y fue multado con más de US$600 millones. Una de las sanciones económicas más grandes a una compañía farmacéutica en la historia del país.

Según IQVIA, una compañía de información de salud, el medicamento OxyContin ha generado ganancias de más de US$35.000 millones a Purdue. Symphony Health, una firma especializada en investigaciones, señaló que el analgésico representó el 82% de las ventas de la compañía en 2017.

A principios de marzo de 2019, la empresa de los Sackler, anunció que estaba considerando declararse en bancarrota, lo cual podría ser una maniobra para detener los procedimientos legales y negociar acuerdos extrajudiciales.

Sin embargo, las muertes por sobredosis no han dejado de aumentar: superaron los 70.000 casos en 2017. Aunque las autoridades han restringido las recetas, todavía la tasa de consumo es alta en EE.UU.: 58,7 recetas por cada 100 personas.

Además, los adictos también han recurrido a versiones piratas o drogas ilegales como la heroína para satisfacer su inventada necesidad.

Investigación en el congreso

Actualmente, la sobredosis es la principal causa de muerte para los adultos estadounidenses menores de 55 años y matan a casi tantas personas como las armas y los accidentes de tráfico juntos. "Anteriormente ha habido epidemias de drogas en EE.UU., pero esta es diferente: muchas personas se volvieron adictas incluso con el uso adecuado de los opiáceos", explica Frankie Tack.

El congreso se EE.UU está investigando  la crisis de los opioides en Virginia Occidental y el reporte incluye fuertes críticas no solo a las compañías farmacéuticas, sino también a la DEA.

"Nuestra investigación reveló fallas sistémicas por parte de los distribuidores y la DEA, que contribuyeron, y no lograron mitigar, la crisis de opioides en Virginia Occidental", dijo el presidente del Comité de Comercio y Energía, Greg Walden, en un comunicado.

Salir de la epidemia cuesta casi el 3% del PBI de EE.UU

Salvar a la comunidad de la crisis de drogas implica un alto costo para cada municipio. ”Algunos economistas han estimado que en 2015, el costo económico de la crisis de los opioides fue de US$504.000 millones, o 2,8% del PBI de EE.UU.", explica Nora Engstrom, profesora de derecho de la Universidad de Stanford, EE.UU.

En el condado de Mingo, la crisis de los opioides tiene un costo anual de casi US$7.000 por persona.

Naloxone: la droga que salva de la adicción

Las recetas de la nueva versión droga naloxone están en alza, y los expertos dicen que podría ser una razón por la cual las muertes por sobredosis han dejado de aumentar por primera vez en casi 3 décadas. Naloxona es un medicamento que puede revertir las sobredosis de opioides, restaurar la respiración y traer a alguien de vuelta a la conciencia. Se puso a la venta por primera vez en 1971 como una inyección. En 2015, una versión de aerosol nasal más fácil de usar, Narcan, fue aprobada.

Los funcionarios locales, estatales y federales han adoptado el naloxone como medida de salvamento. Ciudades y estados tienen órdenes permanentes que permiten a las farmacias darlo sin receta médica, y los funcionarios han tratado de ponerlo en manos de prácticamente cualquier persona que pudiera encontrar una sobredosis, incluidos los consumidores de drogas, la policía y hasta los bibliotecarios.

Los investigadores del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) observaron que había menos de 1,300 recetas de naloxona dispensadas en 2012, lo que significa que el número creció más de 430 veces en 6 años. Sin embargo, los funcionarios de salud dijeron que las farmacias deberían dar aún más.

"No creemos que nadie esté en el nivel que nos gustaría ver", dijo la Dra. Anne Schuchat de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.

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